"La inflación interanual continúa descendiendo. Luego de cerrar el 2014 con una medición interanual de 36.8 por ciento, entre enero de 2014 y enero de 2015 la inflación acumuló una suba de 33,5 por ciento. Esperamos que la inflación interanual continúe descendiendo, al desaparecer la elevada base de comparación de los primeros meses de 2014", destacó Elypsis.
Por su parte el estudio Bein, bajo la dirección del economista Miguel Bein, estimó para el primer mes del año en su relevamiento de precios minoristas una suba de 1,7 por ciento mensual, 2,6 puntos menor a la de un año atrás alcanzando una suba interanual del 28,2 por ciento, y una proyección para 2015 de alrededor del 26 por ciento.
Jorge Sola, el director del Observatorio de Datos Económicos y Sociales de la CGT Azopardo, prefiere hablar de "estabilización" más que de desaceleración. "En principio lo que vemos desde el observatorio no es una desaceleración, comparando 2013 con 2014, que son los años que tenemos cerrados, pasamos del 26 por ciento al 35 por ciento, y sobre la base de esos parámetros es que vemos una estabilización de los índices".
En base a esa estabilización en torno al 2 por ciento mensual, Sola adelantó que "no se pueden establecer parámetros para todo el año, porque hay tarifas como la energía o el transporte que pueden afectar los precios".
Razones. A la hora de encontrar motivos para la corrección del índice inflacionario, una de las primeras explicaciones tiene que ver con un ejercicio de memoria a corto plazo que significa recordar las enormes expectativas negativas que se generaron durante el primer semestre del año pasado, básicamente como consecuencia del efecto de la devaluación de principios de año.
Ese es el primer elemento a tener en cuenta según el análisis que realizó Daniel Guida, director del grupo Guida, docente y economista, quien recordó que "no pasó lo que se pronosticaba", ya que a partir del segundo semestre del 2014 la inflación se desaceleró y eso se reflejó en los precios, sobre todo en el IPC, que se toma como un índice inflacionario "aunque no abarque todos los precios".
"Las mediciones oficiales, que tienen el visto bueno de organizaciones como el Fondo Monetario Internacional, muestran una desaceleración, por lo que este año terminaría con estimaciones por debajo de lo esperadas hasta hace poco tiempo", resumió el especialista, quien además pronosticó que probablemente esto conlleve un efecto arrastre de otras variables macro, siempre y cuando "no haya grandes sobresaltos políticos".
Respecto a la mano visible del gobierno nacional en esto, Guida dijo que "todo da para pensar que el Ejecutivo mantendrá las políticas, con un tipo de cambio competitivo/administrado sin fuertes impactos, y eso será positivo para el índice de precios".
Otra pata política que no se discute es la política monetaria, que —según estimó— "tampoco será materia de discusión, y menos en un año electoral, durante el cuál incluso puede llegar a haber una mayor rigidez".
En ese escenario, el ex asesor de la Fisfe pronosticó que en términos productivos "tampoco se caerá", por lo que la producción "se sostendrá en principio" incluso con la posibilidad de algún suave crecimiento de 1 ó 2 puntos: "El sostenimiento de la demanda no presionará sobre los precios porque la producción acompañará el proceso".
Para Guida, la inflación en Argentina "es un combo que incluye muchas variables", desde las clásicas a otras productivas y de expectativas, por lo que estimó que existen razones "tal vez no para ser optimistas", pero sí "para tener esperanza de que el índice termine por abajo del número del año pasado".
"La conclusión es que esperamos una desaceleración o una leve tendencia a la reducción del indicador, algo que nos debería poner contentos a todos", dijo, y agregó que rescata como algo positivo la política activa del gobierno en este sentido, "que avanza con mayor éxito de lo que muchos esperaban".
Informe Bein. Según la consultora que dirige Miguel Bein, respetada en general tanto por oficialistas como por opositores, en el primer mes del año el relevamiento de precios minoristas registró una suba del 1,7 por ciento mensual, 2,6 puntos menor a la de un año atrás y alcanzando una suba interanual del 28,2 por ciento.
La suba de enero estuvo impulsada principalmente por los capítulos de otros bienes y servicios (cigarrillos, artículos de tocador), y esparcimiento, con subas mensuales superiores al nivel general: 5,8 por ciento y 5,45 respectivamente.
"El 1,7 por ciento de enero se ubicó algo arriba del dato de diciembre, pero bien por debajo del aumento observado un año atrás cuando la suba mensual alcanzó el 4,45 mensual producto del impacto directo de la devaluación de diciembre-enero, y de las autorizaciones de fuertes subas en los precios que se convalidaron con el cambio de autoridades en la secretaría de Comercio Interior a fines de noviembre de 2013".
A diferencia de hace un año, esta vez el calendario debutó con un dólar casi planchado y con una brecha cambiaria relativamente calma, a lo que se suma la caída de los precios de los commodities.
Según el reporte, los datos de enero confirman la desaceleración observada en el ritmo de inflación desde la segunda mitad del año, y permiten reducir fuertemente las subas interanuales desde el 35,9 por ciento en septiembre al 31,6 en diciembre y al 28 por ciento en enero.
"Si el ritmo de inflación mensual se sostiene en niveles del 1,8/2 por ciento la tasa anualizada de aumentos en los precios tendería al 26 por ciento consistente con nuestra proyección para 2015".
Esta proyección es consistente con un dolar moviéndose un 15 por ciento (10 pesos a fin de año), paritarias al 30/32 por ciento y tarifas congeladas en un año electoral.
"Como venimos sosteniendo, la eficacia del ancla cambiaria tiene en el corto plazo efectos favorables sobre la tasa de inflación, aunque para ello suceda que el BCRA deba procurar abastecer de dólares a la oferta sin deteriorar bruscamente su balance. Este delicado equilibrio se sostiene por las cantimploras de dólares financieros que se consiguió por el swap con China, la licitación del 3g y 4g y los acuerdos con las cerealeras".
Paritarias y salario. Con la inflación en un piso más abajo que durante el año anterior, la discusión paritaria que ya empieza a calentar motores toma una nueva dimensión, ante la posibilidad que —según los porcentajes negociados— los salarios vuelvan a recuperar algo del terreno perdido durante el año pasado.
Para Guida, respecto a los salarios el escenario "sería de cierta recuperación", con un gobierno "que está atento a eso" y con conversaciones entre las partes que ya comenzaron y que consideró como "positivas".
El economista consideró que hay una tendencia hacia la recuperación salarial, y esperó que eso "no se destruya por otros factores más relacionados con la política".
"Además es muy probable que haya inversión. La vía externa es positiva, porque se enfría el conflicto con los buitres y hay señales que llegan del mundo, ni hablar de los acuerdos con China, hay sectores atractivos como el energético, las automotrices, la minería, el agroalimentario".
Por el contrario, para Sola no habrá recuperación por sobre los índices de inflación, ya que el año pasado se saldó con una pérdida de poder adquisitivo de entre 4 y 5 puntos para los asalariados que no pagaron ganancias, y de hasta 9 puntos para aquellos que si tributaron el impuesto. "Si este año sucediera que los salarios se recuperan uno o dos puntos, igual seguirán abajo, porque vienen perdiendo contra la inflación desde hace al menos tres años, esa es la tendencia", apuntó.
Por eso, desde la CGT Azopardo ya plantearon que ninguna negociación salarial debería estar por debajo del 35 por ciento, que es la cifra de inflación interanual y teniendo en cuenta la pérdida del poder adquisitivo durante el año pasado.
"Nosotros creemos que si bien el gobierno puede haber tomado alguna medida coyuntural, el mercado acomodó el índice como el que cerramos el año pasado, el 35 por ciento, es una cifra altísima y aún con los mejores presagios el 26 por ciento seguiría siendo alta", concluyó.
Rosario. La canasta familiar para los rosarinos superó en enero los 12 mil pesos, por una suba de precios de 1,8 por ciento frente a diciembre. Así lo informó el Centro de Estudios Sociales y Acción Comunitaria. En el caso particular rosarino, la suba estuvo motorizada por el impuesto inmobiliario, la tasa municipal, la energía eléctrica y los medicamentos. El titular de la entidad, Juan Marcos Aviano, señaló que "enero tuvo los aumentos previstos en servicios."