"Hoy la gran preocupación es por las divisas". La presidenta de General Motors (GM) Argentina, Isela Costantini, ratificó ayer los proyectos de inversión por 750 millones de dólares para la planta de Alvear aunque admitió que gestionan "día a día" con el gobierno para superar las restricciones en el acceso a las divisas necesarias para las importaciones de bienes de capital para continuar con las obras.
En el marco del Precoloquio de Idea Centro que se realizó ayer en Rosario, la ejecutiva —que será la presidenta del Coloquio Anual de la entidad— coincidió con el pronóstico de los economistas que analizaron la coyuntura económica como el ex secretario de Finanzas y director de la consultora Econviews, Miguel Kiguel, y el ex titular de Industria y director de Abeceb.com, Dante Sica.
Para los economistas, la extensión del proceso recesivo, un menor ingreso de dólares, la suba del tipo de cambio y un default más largo, constituyen los principales interrogantes para lo que resta del año (ver aparte).
Según precisó Costantini, las restricciones de divisas, tanto para los nuevos proyectos como para la operación diaria, preocupan hoy a la firma más que la situación del mercado, donde ven un repunte a nivel local, en un contexto en el que esperan que la industria cierre el año con aceptable desempeño en materia de producción, con un mercado de 680 mil autos, de los cuales más de 90 mil unidades corresponderían a la terminal con planta en el Gran Rosario.
Sin suspensiones. Con este panorama, los tiempos de las suspensiones no programadas parecen haber quedado atrás, como la incertidumbre de los 2.700 trabajadores de la planta de Alvear. La fábrica estuvo parada en los últimos quince días pero como parte de los trabajos para adecuar la línea al proyecto Fénix, el plan para producir desde fines del año próximo un vehículo global que posicionará a la operación rosarina como una de las más importantes a nivel mundial.
Según señaló Costantini, ya comenzaron las obras para avanzar en ese proyecto anunciado a fines de 2012. Y en tres meses más comenzará la construcción de la nueva fábrica de motores de última generación, cuyo desarrollo fue anunciado en junio pasado. "La obra del proyecto Fénix es muy grande pero la del motor es mucho mayor, porque se trata de una fábrica nueva", dijo, para enfatizar el impacto que tendrá en los proveedores.
Pero en la coyuntura, la mayor preocupación de GM es la dificultad de acceso a las divisas para pagar importaciones correspondientes a la operación cotidiana y al desarrollo de la inversión. "Estamos operando a cero", explicó y aunque aseguró que el gobierno "está muy comprometido en el apoyo a la inversión", la falta de divisas se convierte en un problema en lo inmediato.
El Precoloquio fue inaugurado ayer por el presidente de Idea Centro, Julián García, Cosantini y la intendenta Mónica Fein, quien señaló que "potenciar la producción con mas conocimiento es la clave para lograr una sociedad mas integrada".
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