Producto de un crecimiento del 24 por ciento en las importaciones, la balanza comercial argentina arrojó en mayo un fuerte déficit de 642 millones de dólares, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Fue el quinto resultado negativo que se apila en forma consecutiva. En consecuencia, en los primeros cinco meses del año la balanza comercial acumuló un saldo negativo de 1.863 millones de dólares, contra un balance positivo de 515 millones registrado en igual período de 2016.
El resultado de mayo fue consecuencia de exportaciones por 5.415 millones de dólares e importaciones por 6.057 millones.
Las exportaciones aumentaron 0,8 por ciento respecto del mismo mes del año anterior, equivalente a 44 millones de dólares, debido a una suba del 5,3 por ciento en los precios pero una baja del 4,2 por ciento en las cantidades.
El valor de las importaciones en mayo fue 24 por ciento superior al registrado en igual mes del año anterior, con un aumento de 1.171 millones de dólares producto de una suba en los precios del 8,2 por ciento y del 14,5 por ciento en las cantidades.
Se registraron mayores importaciones en todos los usos económicos: combustibles y lubricantes (67 por ciento), vehículos automotores de pasajeros (52,7 por ciento), piezas y accesorios para bienes de capital (22,9 por ciento), bienes de capital (22,6 por ciento) y artículos de consumo (13,6 por ciento).
Las exportaciones a Brasil alcanzaron 788 millones de dólares y las importaciones desde ese país 1.652 millones de dólares, con un saldo deficitario de 864 millones. Las exportaciones a China alcanzaron 760 millones de dólares y las importaciones 1.033 millones.
Por rubros, los envíos de manufacturas de origen industrial (MOI) crecieron 23,2 por ciento, producto de un aumento en las exportaciones de autos, y de las ventas de combustibles y energía, 11,3 por ciento interanual.
Retención de granos
En cambio, disminuyó un 8,5 por ciento la facturación por las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario (MOA), y 5,7 por ciento las de productos primarios, a pesar de que los precios de ambos rubros estuvieron 8 por ciento por encima de los valores del año pasado.
Fuentes oficiales estiman que esta baja en las cantidades exportadas obedeció a la decisión de los empresarios del sector de apostar a una mejora en el tipo de cambio.
Santa Fe, en crisis
El Observatorio de Importaciones de Santa Fe, pionero en la detección de la avalancha de productos del exterior, dio a conocer nuevos datos sobre la situación para los sectores del calzado y la línea blanca, dos de los nichos productivos más afectados en la provincia desde diciembre de 2015.
En el primer caso, se verificó el ingreso a nivel nacional desde el 1º de enero de este año de 14.172.722 pares, un 82 por ciento más que en el mismo período de 2015. En paralelo, las ventas cayeron un 30 por ciento.
En este marco, la tercera firma en escala en la provincia, Wyler's, de la localidad de Alcorta, tiene a sus 108 empleados trabajando media jornada. Y varias empresas redujeron personal.
Ante la inquietud de los industriales, desde la Cámara Santafesina del Calzado se iniciaron los trámites para solicitar subsidios denominados Repro Express al gobierno nacional. "Estamos preocupados por la demora, presentamos todos los papeles y todavía no salió nada", señaló a La Capital uno de los 42 microempresarios del calzado que hay en Acebal.
Por otra parte, se llegó esta semana a las 50.151 heladeras importadas a nivel nacional este año, un 236 por ciento más que las 14.923 que se habían traído del exterior en igual período de 2015. La próxima semana se reunirán en Rosario los fabricantes del sector.
