El mercado brinda un abanico de oportunidades para todos los gustos. El precio del dólar, los bonos, acciones, plazo fijo y la posibilidad de ganar un 10 por ciento en dólares, en un abrir y cerrar de ojos. Llegó el otoño y los mercados muestran un comportamiento muy particular.
El dólar blue se destruyó, a fin de año valía $ 14,50 y ayer valía $12,50. Una fuerte caída producto de la gran iliquidez que hay en el mercado. Los que ahorraron en dólar blue, hoy utilizan esos dólares para financiar su flujo de fondos.
El dólar turismo se ubica en $12, hoy es un precio indiferente con el dólar blue. Lo mismo ocurre con el dólar Bolsa, que surge de comprar un bono en pesos y venderlo en dólares. Eso nos da un dólar de $ 12,00, contra un dólar blue de 12,40.
El dólar ahorro, vale $ 10,63, cada día que pasa la brecha con el dólar blue se hace más escasa, muchos profesionales compran este dólar en busca de acopiar una cantidad de dinero, que en algún momento invertirán en activos.
Como se verá este es un recorrido por cinco tipos distintos de dólares con precios muy variados, con un mínimo en 8,86 y un máximo en 12,40. No es más negocio comprar dólar ahorro y vender dólar blue, ante una brecha tan escasa, y la posibilidad de problemas tan grandes con el organismo recaudador.
En este escenario de estabilidad en el tipo de cambio, la pregunta obligada es ¿qué puede suceder en los próximos meses?
Para ello hay cuatro posibilidades:
● Que Brasil siga devaluando a un ritmo muy elevado y obligue a que Argentina haga un ajuste, o bien que Brasil logre la estabilidad perdida.
● Que la soja siga a la baja, o que pueda encontrar un precio de equilibrio.
● Un mayor poder político de la presidenta, o que aparezca en el escenario un complicación que no estaba en el GPS presidencial.
● Un cisne negro, que sería una variable que nadie la tuvo en cuenta, y hoy impacte negativamente en la economía real.
Dentro de las cuatro posibilidades mencionadas, daría la impresión que Brasil y el precio de la soja son los dos más grandes complicaciones que tienen por delante la economía Argentina.
Soja
La soja venía desarrollando un mercado lateral en la posición mayo de 2015, entre los u$s 230 y u$s 260, lejos de superar los u$s 260 para ir en busca de los u$s 290; la oleaginosa perforó el nivel de los u$s 230 y va en busca del soporte en los u$s 200.
Una verdadera tragedia en el mercado agropecuario. Con estos precios, los problemas en el campo serán crecientes, hay desfinanciamiento y tenemos que pensar como enfrentamos la próxima campaña.
Brasil
Daría la impresión que Petrobras presentará su balance el día 20 de abril, cuando se le solicitó que lo presente el día 30 de abril. Se le aplicará una dura auditoría, y de ser positiva, la empresa podrá recuperar el crédito internacional. En el mientras tanto, el gobierno está logrando las adhesiones legislativas para poder aprobar el paquete de medidas fiscales que le permitan reducir el déficit.
En resumen, tenemos buenas noticias de Brasil en el corto plazo, pero de largo plazo, la pérdida de poder político de la presidenta Dilma Rousseff en el primer año de gobierno, es letal para las expectativas futuras. En el caso de la soja, hay que esperar que se asiente en el rango de precios que va entre u$s 200 y u$s 230 para ver qué sucederá a futuro.
Frente a este escenario, ¿qué hacer con el dinero?
Los bonos de la deuda pública están cotizando por encima de la paridad, esto implica que tienen una rentabilidad de entre el 7 por ciento y 9 por ciento anual, que no parece demasiado atractiva para los riesgos que tiene Argentina. Sin embargo, a estas tasas hay que compararlas con las internacionales, que en promedio para Latinoamérica se ubican en torno al 5 por ciento anual, y en el mundo cotizan entre 0,3 por ciento y 2 por ciento anual.
Hay dos bonos en pesos que ajustan por el dólar oficial, uno es con vencimiento el 28 de octubre de 2016, y paga una tasa de interés del 1,75 por ciento anual, y te paga el equivalente en pesos a dólar oficial a su vencimiento.
El segundo bono es con vencimiento el 18 de noviembre de 2018, se compra en pesos, y su valor ajusta según la evolución del dólar oficial, y paga una tasa del 2,4 por ciento anual. Los bonos en pesos que ajustan por dólar oficial pagan una tasa extremadamente baja. Muchos inversores lo buscan para protegerse del dólar oficial, pero su rendimiento es realmente muy bajo, lo que termina haciéndolo poco atractivo.
Los bonos en pesos, en su gran mayoría rentan aproximadamente, una tasa similar a la tasa de plazo fijo por un millón de pesos, lo que aproxima su rentabilidad a niveles del 26 por ciento anual.
Un plazo fijo en pesos paga aproximadamente el 26 por ciento anual en pesos por una suma importante. Un plazo fijo en dólares, puede llegar a pagar entre el 2 por ciento y 4 por ciento anual en dólares.
Las acciones están llamadas a tener una gran apreciación, si Argentina de cara al próximo gobierno pasa a una política económica de mayor apertura financiera al exterior, alienta las exportaciones vía una mayor liberalización del comercio y logra tener un tipo de cambio más competitivo. En ese escenario las exportadoras y los bancos deberían tener un gran rol protagónico.
inversiones
Si alguien se quiere ganar el 10 por ciento en dólares tiene varias opciones. Una que puede dejar esa renta en dólares es comprar una propiedad antes del mes de mayo. Las que se venden en pozo ajustan precios por el índice del costo de construcción que se divide en partes iguales, entre materiales y mano de obra.
En los últimos meses no se observó una suba sustancial de la mano de obra, por ende las paritarias aplicarse en mayo podrían generar un salto en el índice de precios, y por carácter transitivo, en el valor de las propiedades en pozo, que son referencias para todo el mercado de la construcción, ya sea unidades terminadas o usadas. Cambiar dólares por propiedades puede ser una buena opción, ya que dólar estable y alta inflación quita poder adquisitivo al primero.