El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró ayer que el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que cuestiona trabas aduaneras impuestas por la Argentina “no promueve ninguna modificación inmediata en la administración del comercio”.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró ayer que el fallo de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que cuestiona trabas aduaneras impuestas por la Argentina “no promueve ninguna modificación inmediata en la administración del comercio”.
El funcionario consideró “absolutamente imprescindible hacer un análisis exhaustivo y minucioso de los términos del fallo” del organismo internacional, pero a priori aclaró: “No promueve ninguna modificación de manera inmediata en la política de administración del comercio” aplicada por el gobierno.
Pero en el mercado existen dudas sobre si la OMC podría aplicar multas que compliquen aún más la balanza comercial de la Argentina, cuyo superávit viene disminuyendo mes tras mes.
Capitanich dejó abierta la posibilidad de establecer criterios de negociación bilateral con los países denunciantes (Estados Unidos, Japón y la Unión Europea). “Esos países son los más denunciados ante la OMC y con la mayor cantidad de fallos adversos” por trabas a las importaciones, señaló.
El funcionario puntualizó, además, que “en los últimos once años, la Argentina está entre los diez países que incrementaron sus importaciones”.
El ministro responsabilizó a “los ataques especulativos y a las guerras de monedas por distorsionar sustancialmente las perspectivas de crecimiento de la economía mundial y también del comercio” internacional.
Explicó que el sistema de Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI), es una “herramienta que permite regular el normal abastecimiento de los bienes en el interior del país. Y opera como un instrumento de gestión de riesgo aduanero dentro de un sistema de presentación adelantada de información”.
El jefe de ministros recordó que la Organización Mundial de Aduanas “valora el anticipo de información como herramienta para asegurar y facilitar el comercio mundial, contribuyendo al fortalecimiento de las aduanas”.
“Hipocresía”. En tanto, organizaciones empresariales criticaron ayer el fallo de la OMC contra instrumentos de política de comercio exterior aplicados por Argentina, y consideraron que la decisión atenta contra el desarrollo del país.
El presidente de la Fundación Pro Tejer, Jorge Sorabilla, calificó como “nuevo hito de la ceguera y la hipocresía” de la OMC al fallo y consideró que la decisión de la instancia de solución de controversias de la entidad, donde Argentina dirimía denuncias de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón que la función de la OMC “se centra en el reaseguro de los intereses de las potencias industriales en detrimento de las economía en desarrollo, como es el caso argentino”.
Sorabilla precisó que “el fallo resulta ciego pues ignora que la Argentina pasó de comprarle al mundo en el 2002 unos 15 mil millones de dólares a más 75 mil millones de dólares en el 2011”, lo que convierte al país en “unos de los clientes más dinámicos del comercio internacional”.
En tanto, el presidente de la Confederación General Empresaria (CGERA), Marcelo Fernández, destacó la importancia de “respaldar con fuerza la intervención del Estado en el comercio exterior mediante su administración, ya que noticias como estas son aprovechadas por quienes detentan intereses particulares que van en contra del desarrollo del país”.