Las cuentas del sector público nacional cerraron octubre con un superávit primario de $ 8.527 millones, que se transforma en un déficit de $ 64.247 millones cuando se computa el pago de intereses de la deuda.
Las cuentas del sector público nacional cerraron octubre con un superávit primario de $ 8.527 millones, que se transforma en un déficit de $ 64.247 millones cuando se computa el pago de intereses de la deuda.
El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, destacó que en diez meses de 2019, el saldo positivo de las cuentas públicas primarias alcanzó a $ 31 mil millones.
"En el marco de la política de equilibro fiscal, el sector público nacional mostró en octubre un superávit fiscal primario de $ 8.527 millones", dijo en un comunicado. Y celebró porque "es la primera vez desde 2010 que el sector público nacional no financiero tiene superávit primario en los primeros diez meses del año". Entre enero y octubre de 2018, las cuentas públicas habían arrojado un rojo fiscal acumulado de $ 169.901 millones.
"Con este superávit acumulado para el período enero-octubre están dadas las condiciones para que el déficit primario del año se mantenga en el 0,5 por ciento del PBI, en línea con el objetivo de nuestra política fiscal", garabateó el funcionario.
El problema es que el resultado final de las cuentas públicas se vuelve altamente deficitario cuando se computa el principal gasto sin contrapartida que tiene el Estado, que es la atención de los servicios de deuda. El déficit financiero de octubre fue de u$s 64.247 millones. Mostró una baja de 18 por ciento respecto al mismo mes del 2018. En 10 meses del año, este resultado arrojó un déficit de $ 520.338 millones, un 12,6 por ciento más que en el año anterior.
Según Lacunza, octubre es el vigésimo octavo mes consecutivo en el que los ingresos totales suben por encima de los gastos primarios. Los recursos subieron 44 por ciento y los egresos 32 por ciento), ambos por debajo de la inflación.
En términos reales, los gastos primarios cayeron 12 por ciento en octubre y 11 por ciento en los primeros diez meses.
El ministro destacó la importancia de estos resultados del superávit primario en un año electoral. "Demuestra la responsabilidad con la que se administraron los recursos públicos", dijo, antes de celebrar que "al cierre de 2019, el gasto habrá bajado en casi 6 puntos del PBI en cuatro años".
Proyecciones
De acuerdo a uno de los últimos informes del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), las cuentas del sector público nacional cerrarían con un déficit primario de 0,93 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI) en 2019. De esta forma, se incumpliría el acuerdo firmado por el gobierno de Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque "este fracaso sería anotado en la cuenta del gobierno entrante ya que, según este centro de estudios, el grueso del rojo se concentrará en diciembre".
El Iaraf recordó que la situación fiscal del sector público no financiero trascurrió la primera mitad del 2019 acorde con las metas fijadas por el Fondo. Pero el impacto negativo de la crisis de actividad económica sobre los recursos tributarios y la expansión del gasto ordenada luego de las elecciones primarias, comenzaron a erosionar esa situación.
De ese modo, agregó, "aun manteniendo los escenarios oficiales para los diferentes rubros del gasto, el resultado primario anual para 2019 equivaldría a un déficit del 0,93 por ciento del PBI". Es decir que habría un desfase de $ 100 mil millones en relación a la meta pactada con el Fondo. Este sería un piso de déficit anual ya que está considerando una desaceleración importante del gasto.
El punto que señala el Iaraf es que la "estacionalidad" que marca la ejecución presupuestaria de los últimos años ubica a diciembre como el mes en que se deben enfrentar una serie de gastos superiores a los mensuales habituales╠
La particularidad de este año es que el 10 de diciembre cambian las autoridades que, en este caso, son de distinto color político. Un escenario "plausible" en este contexto, es que el gobierno "adelante" a noviembre ingresos no tributarios o de capital (FGS, Ansés, Banco Central) que en otras circunstancias se hubieran registrado en diciembre.
Esta "maniobra", que podría involucrar recursos equivalentes al 0,2 por ciento del PBI, le permitiría a la administración saliente "cerrar" su año en noviembre, con un saldo primario positivo, mientras que la próximo administración debería enfrentar "todo el déficit del último año".
"El próximo gobierno deberá definir de arranque cómo financiar este desequilibrio", advirtió el Iaraf.
Emisión
De acuerdo a la consultora Economía & regiones, "hay un déficit fiscal primario que podrá ser financiado sólo con emisión, y se espera una expansión monetaria de 20 por ciento al 25 por ciento para finales del corriente año".
Ajuste. El ministro Hernán Lacunza celebró la baja del gasto.