“Hace falta una política más integral en la cuestión inflacionaria que ataque sus dos causas, la cuestión inercial y la internacional, porque de lo contrario, la única respuesta que se termina teniendo es frente a cada aceleración tener mayores incrementos salariales o de ingresos que siempre terminan llegando tarde”, dijo Nicolás Pertierra, economista jefe del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso).
Consideró, en ese marco, que “Argentina no tomó ninguna medida concreta para que ese impacto internacional no se diera de lleno en la economía local”. Lo hizo en referencia a la escalada de precios que están experimentando los países en todo el mundo tras la pandemia y ahora acelerada por la guerra entre Ucrania y Rusia.
En diálogo con el programa radial “La banda cambiaria”, Pertierra consideró que el debate que se abrió al interior del gobierno tiene en este tema un eje central. Las diferencias aparecen como consecuencia de un escenario de precios que está lejos de ser el esperado.
Pero al mismo tiempo señaló que “para bajar los precios se necesita tener un programa económico mínimamente acordado entre los distintos frentes del gobierno, porque pensar que se pueda bajar la inflación en un debate permanente complica el escenario”.
“Obviamente la inflación no se explica por el debate interno, pero sí el debate interno en algún momento se tiene que saldar para avanzar en una agenda de reducción de los precios”, aclaró.
Esto es clave porque, a su criterio, “el problema inflacionario viene frustrando un objetivo muy importante que tiene el gobierno que es el de la recuperación de la capacidad adquisitiva de la familia, de los hogares, de los salarios y los ingresos laborales, lo que las personas que día a día ganan lo que pueden trabajando”.
Por otra parte, señaló que “los últimos anuncios de adelantar paritarias o de refuerzo de ingresos son positivos porque sino la situación claramente sería peor”. Sin embargo, “aparecen como una respuesta defensiva ante una aceleración de los precios muy importante y sobre todo de los alimentos, que complica más el escenario en sectores sociales que ya no están pasando un momento muy holgado”, dijo.
Las causas
Pertierra explicó que la inflación actual tiene dos componentes centrales. Por un lado el fenómeno inercial que ya viene teniendo la Argentina hace más de una década. Sin embargo, mientras entre 2011 y 2015 esa inercia estuvo en torno al 25%, a partir de 2018 ya se encuentra más cercana al 50%.
Después está el componente internacional. “En lo que va de este año todos los países tuvieron una inflación en alimentos muy superior a las del año pasado”, dijo y puso el ejemplo de Chile que en un año pasó del 1% al 10%.
Ese escenario internacional encuentra a Argentina en un punto de partida muy diferente y poco favorable. “Me parece que algo tiene que empezar a estar sobre la mesa para cuando el contexto internacional genere alguna ventana de oportunidad”, dijo y consideró que “no hace falta mucho para que eso suceda”.
“Gran parte de los precios internacionales ya aumentaron y espero que no sigan haciéndolo tanto y por eso en los próximos meses se puede avanzar en un programa también más integral”, estimó el economista de Ceso.
En ese marco habló de un “acuerdo integral de precios y salarios que genere una estabilidad para adelante”. Pertierra se mostró consciente de que los meses de marzo, abril y mayo no son los ideales para hacer eso. También recordó que Argentina tuvo antecedentes similares, como el plan Gelbard que implementó José Ber Gelbard cuando fue ministro de Economía durante la tercera presidencia de Juan Perón. “Ahí el gobierno se encontró con un incremento del petróleo, una crisis internacional fenomenal en la que se triplicó el precio del crudo y también frustró en parte el resultado que se había obtenido con ese programa económico”, dijo.
“Cuando hay aceleración inflacionaria es mucho más difícil lograr que el poder adquisitivo mejore”, dijo. Y señaló que son todos “números factibles” los que hablan de una inflación del 65% o 70% anual. Frente a eso, planteó que resulta imposible para un sindicato negociar una paritaria.
El economista de Ceso descartó que la inflación se deba a los programas de transferencia o refuerzo de ingresos, sino que al contrario . “Son una respuesta defensiva”, dijo, pese a que “terminan teniendo el efecto de convalidar ese nuevo nivel de precios”.
Por otra parte, Pertierra se mostró partidario de un esquema de retenciones que esté atento a las cotizaciones de los commodities. Consideró que las limitaciones políticas que tiene el gobierno para tomar una medida de incremento de los derechos de exportación se asocian a lo que quedó como herencia del gran conflicto en 2008 “que dejó a la política económica empantanada en no poder utilizar de forma más eficiente el instrumento de las retenciones”, dijo.
“A mí no me convence la idea de que las retenciones tengan que ser iguales con un trigo valiendo 180-200 dólares la tonelada a uno de 450 dólares. No veo porqué debería ser la misma retención en un caso o en otro”, indicó el economista.
Frente financiero global
Pertierra señaló que es clave analizar el contexto financiero internacional. “Hay que ver con cuál es el efecto de la suba de tasas que ya empezó a aplicar Estados Unidos y probablemente continúe en los próximos meses”, dijo. Explicó que “eso siempre generó en todo el mundo que la llegada de los capitales que antes se dirigían de manera fácil a los distintos países de América latina se empieza a frenar”.
Por otra parte, esos fondos vuelven a las casas matrices, a los centros financieros globales, principalmente Estados Unidos y Europa”. Y si bien Argentina “está bastante desconectada de este movimiento financiero global porque tuvo que aplicar controles de cambio porque no tiene acceso al financiamiento”, si esto ocurre en países vecinos a los que les exporta “esto impactará”, concluyó.