El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, afirmó ayer que uno de los objetivos del gobierno es que “los salarios crezcan más que la inflación”, y aseguró que se utilizarán “todas las herramientas” para lograrlo. Recordó, en ese sentido, que frente a una caída de diez puntos del PBI en 2020, los trabajadores formales perdieron un punto del poder adquisitivo. “Tuvimos una política de sostenimiento de los ingresos”, dijo.
El funcionario destacó que los acuerdos paritarios que ya cerraron algunos gremios pactaron aumentos en torno al 33%, 35% ó 36%” y afirmó que en las primeros tramos de aplicación “le ganan a la inflación”. También subrayó que todos los convenios prevén cláusulas de revisión para el segundo semestre del año. Adelantó que esta semana se firmará la paritaria con los trabajadores estatales nacionales.
Con el cierre de las paritarias del sector público provincial, se completó la primera ronda de negociaciones salariales del año. Los gremios privados que hicieron punta acordaron pautas de entre 25% y 29% anual, aunque concentrada en uno o dos tramos. Los sindicatos estatales alcanzaron un incremento de 35% pero en varias etapas, de modo que en el primer trimestre ese incremento no supera el 18%. También hubo actividades que pactaron paritarias trimestrales. En todos los casos, hay cláusulas de revisión.
En una segunda ronda paritaria se anotaron los gremios privados más numerosos. Por ejemplo, los mercantiles, que acordaron una mejora salarial del 32% en cuatro tramos para el período que va de abril último a marzo de 2022, con una cláusula de revisión en enero próximo. El incremento pactado es de 8% en mayo, 8% en septiembre 8% en enero y 8% en febrero.
Por otra parte, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el principal sindicato industrial del país, logró un 35,2% de aumento salarial para 2021 en tres tramos y con una cláusula de revisión para diciembre. El cronograma de incrementos incluye 15% desde julio, 10% desde octubre y 10,2% desde enero próximo. Desde abril las sumas no remunerativas hasta las fechas en que tengan vigencia los aumentos son equivalentes al 13,5%, 9% y 9% del valor de los salarios básicos y adicionales.
En tanto, la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) acordó un incremento del 35,8% en cuatro tramos:12% de aumento para abril, un 10% para julio, un 7% para octubre y un 6,8% para febrero, en todos los casos remunerativos, además de una cláusula de revisión para diciembre.
Los acuerdos salariales firmados hasta el momento están en línea con las aspiraciones del gobierno de que las remuneraciones ganen por unos puntos a la pauta del 29% prevista en el presupuesto. Pero en medio de la ofensiva patronal para capturar la reactivación en base a una remarcación feroz de precios, esa previsión oficial quedó vieja.
El Indice nacional de Precios al Consumidor (IPC) subió 4,1% en abril y acumula un aumento de 17,6% en el primer cuatrimestre del año. En cuatro meses se cubrió casi el 60% de la pauta de inflación estimada en el presupuesto En doce meses, la inflación sumó 46,3%.
Para el titular del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso), Andrés Asiaín, el equipo que comanda Martín Guzmán confió demasiado en que estas expectativas se alinearían con “una especie de ancla fiscal”. El economista Nicolás Pertierra opinó que se puede minimizar la pérdida de poder adquisitivo, “acercando” los incrementos de los salarios pactados por tramos en paritarias. “Se tiene que reducir la pérdida del poder adquisitivo lo antes más posible, ya que de lo contrario, habrá menos capacidad de demanda, menos ventas para las empresas y eso complicaría mucho las chances de los motores del sostenimiento del proceso de crecimiento y reactivación”, indicó.
De acuerdo al último informe del Mirador de la Actividad, el Trabajo y la Economía (Mate), el 2020 había comenzado con las y los trabajadores incrementando su participación en el ingreso nacional. La crisis económica derivada de la pandemia redujo la cantidad de personas perceptoras de salarios y las horas trabajadas y remuneradas por cada una de ellas. Por su parte, el proceso inflacionario desatado en la segunda parte del año pasado afectó el nivel real de los salarios. Ambos factores explican que los salarios hayan perdido participación en el reparto del ingreso nacional, por quinto año consecutivo.
Para matizar esta realidad hay que hacer un poco de historia. En 2015, la participación de los salarios en la generación del ingreso rondaba el 54%. En 2019 bajó al 46,1%. En 2020 los trabajadores volvieron a recuperar la participación que tenían en 2018 (48%). Sin embargo, toda está muy por debajo de los mejores años.
De acuerdo al último informe de Mate, en los primeros 15 meses de del gobierno de Mauricio Macri, los precios subieron 52% y los salarios crecieron 14 puntos menos. En los 15 meses que pasaron desde que asumió Fernández el salario medio del sector privado creció 49%, contra precios que subieron 52%.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el índice de salarios total acumuló un aumento de 13,1%, una décima por encima del incremento del 13% que registró el Indice de Precios al Consumidor. De acuerdo al organismo, los salarios del sector público acumularon un crecimiento de 14,4%; seguidos por el privado registrado (13,7%) y el privado no registrado (9,8%). Sin embargo, cuando la comparación se realiza respecto de los últimos doce meses, los salarios se ubican diez puntos por debajo de la inflación.
Moroni consideró que los sindicatos “actuaron muy racionalmente” en medio de la crisis pandémcia. No así los empresarios, que impulsaron la escalada inflacionaria de los últimos meses, mientras reportaban ganancias a la Bolsa de Comercio mayores a 400% en el primer cuatrimestre.
Si bien el gobierno nacional confía en que hacia el final del segundo del trimestre la inflación mensual se desacelere, lo cierto es que el primer cuatrimestre ya hizo alto daño. Y quedan pendientes aumentos relevantes, como los de los servicios públicos.
La recuperación salarial es una demanda postergada que debe ser atendida por razones políticas y macroeconómicas, toda vez que de esa variable depende el consumo, que representa más del 70% del PBI. De 12 millones de trabajadores registrados, 30% pertenecen al sector público (3,2 millones de asalariados y 360 mil monotributistas sociales). Otro 48% negocia salarios en el sector privado. El resto son trabajadores independientes o monotributistas.