El Movimiento Nacional Pyme (Monapy) presentará en el Congreso en los próximos sesenta días un anteproyecto de ley federal de fomento y productividad de la pequeña y mediana empresa (pyme), en un anuncio que se realizará desde Rosario.
El Movimiento Nacional Pyme (Monapy) presentará en el Congreso en los próximos sesenta días un anteproyecto de ley federal de fomento y productividad de la pequeña y mediana empresa (pyme), en un anuncio que se realizará desde Rosario.
Monapy propone modificar por ley las "situaciones que están ahogando todos los negocios" y "volver a establecer condiciones atractivas y beneficiosas" para que las pymes generen empleo y nuevos proyectos y así "aumentar la riqueza nacional" y "reducir la pobreza".
Entre los considerandos indican que "Argentina se encuentra en una situación socio-económica gravísima", producto de "una combinación nefasta de impuestos, cargas sociales y falta de financiamiento". Y resaltan que la solución está en manos de la pequeña y mediana empresa, "el mayor generador de empleo y riqueza dentro de la economía nacional".
El anteproyecto indica que las pymes deben comprometerse a "impulsar la creación de empleo genuino, para que más personas puedan trabajar y tener ingresos dignos que les permitan atender mucho más que sus necesidades vitales, colaborando con la reducción de la pobreza", así como "aumentar el nivel de actividad formal" y "promover activamente inversiones productivas y las exportaciones".
También propone la creación de la Agencia Nacional y Federal Pyme, la que deberá tener una representación en los Ministerios de Producción de todas las provincias y municipios, con la conducción de empresarios pyme. "El espíritu de esta agencia es promover, monitorear, ayudar, gestionar y realizar todo tipo de actividades para asegurar el logro del objetivo propuesto", sostiene.
Asimismo, remarca que la agencia deberá "solucionar los obstáculos a la creación, desarrollo y crecimiento de los negocios".
Apunta también a la "reducción de la carga tributaria y tasas de servicios mediante una nueva legislación" que "comprenda la capacidad de pago real de las pequeñas empresas", a "eliminar los regímenes de retención y percepción de impuestos", a "establecer una cuenta única tributaria con libre y automática compensación de saldos" y a reducir el "impuesto a los ingresos brutos al 1% en todas las jurisdicciones" y las tasas municipales, de Abasto y otras, "desde un 50% de reducción al 70%".
Sostiene la necesidad de eliminar en dos años el "impuesto al débito y crédito bancario", "reducir el impuesto a las ganancias al 20%" y "promover las exportaciones reduciendo a 0% los derechos de exportación".
El anteproyecto establece "un plazo de tres años para lograr un impuesto único, revisando y simplificando todos los regímenes tributarios".
Indica que las Pymes "gozarán de estabilidad fiscal para todos los tributos, impuestos directos, tasas y contribuciones impositivas. No podrán ver incrementada su carga tributaria total, considerada en forma separada en cada jurisdicción determinada".
También propone reducir el costo laboral no salarial y el costo de ART, "resolver la polémica y onerosa problemática de los despidos, entendiendo que debe dar tranquilidad a los empleados y empleadores", y "desarrollar un nuevo régimen laboral que incentive la creación de puestos de trabajo y el crecimiento del operario a través de su desarrollo personal".
Además, insta a crear un fondo de desempleo "que permita agilidad en la desvinculación laboral" y a revisar los topes indemnizatorios.
Contempla la implementación de un plan de desendeudamiento fiscal y financiero con una moratoria para todas las pymes, un "mayor financiamiento con tasas competitivas que permitan mantener un nivel de costos razonables y un giro creciente de negocios", y destinar un 5% del PBI al financiamiento global de las pymes con plazos de financiación de entre 24 y 60 meses.
Entre otros detalles, el articulado propone "facilitar el acceso de las pymes al mercado de capitales", "establecer un tope máximo de plazo para el cobro de las ventas y servicios de las pymes" y "facilitar el acceso de las pymes a financiamiento externo a tasas y plazos internacionales".
Entre los fundamentos, indican que Brasil e India son ejemplos de que "la salida está en las pymes", ya que "paliaron los efectos de la crisis financiera mundial del 2008 e incluso lograron crecer en términos de empleo".
"En la gran mayoría de los países desarrollados el nivel de calidad de vida y la capacidad productiva está basada en el clima positivo de negocios que permiten a las pymes alcanzar su potencial", destacan, además de sostener que "una alta proporción de las pymes tiene proyectos, tiene potencial de desarrollo y se puede comprometer a concretarlos, pero las condiciones actuales y el efecto de la pandemia atentaron y atentan incluso contra su supervivencia. La caída de puestos de trabajo está en relación directa con la no sobrevivencia pyme".