La Argentina ratificó ayer ante sus socios del Mercosur que la aplicación de las licencias no automáticas (LNA) para las importaciones "no afectará el comercio en la región". Lo hizo en el marco de la reunión de coordinadores del Grupo Mercado Común del Mercosur que se realiza en la ciudad paraguaya de Asunción, según informó el Ministerio de Industria.
Allí, los secretarios argentinos de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Luis María Kreckler; y de Industria y Comercio, Eduardo Bianchi; manifestaron que "las licencias no automáticas persiguen el objetivo de monitorear las importaciones desde extrazona y de ninguna manera están dirigidas a obstaculizar el comercio con los socios", agregó.
Además, gobierno propuso la creación de grupos de seguimiento a nivel regional integrados por coordinadores en el ámbito de los respectivos Ministerios de Industria.
Estos grupos intercambiarán información sobre el estado de situación de los trámites y se reunirán de manera periódica para analizar la evolución del intercambio.
En el caso de Brasil, se propuso que el grupo de seguimiento funcione en el ámbito de la reunión bilateral de Secretarios de Industria y Comercio que se realiza desde 2003.
En el caso de Uruguay, funcionará en el ámbito de la comisión bilateral creada por los presidentes en el encuentro de Anchorena, en junio de 2010.
Con Paraguay se propuso la creación del grupo en el ámbito de la comisión bilateral de monitoreo que funciona a nivel de las Cancillerías desde 2007.
Ayer el ministro de Economía, Amado Boudou, afirmó que la ampliación de LNA a determinadas importaciones es una medida que se tomó para "cuidar el empleo y el crecimiento argentinos" y reiteró que "hay un gobierno que defiende la industria y los puestos de trabajo en Argentina y lo va a seguir haciendo".
En este marco, el presidente del Uruguay, José Mujica, arribará hoy a Buenos Aires para entrevistarse con su par argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en lo que se planteó como una "visita informal" que tiene como principal objetivo evitar las restricciones al comercio bilateral. Según empresarios del país vecino, le representan un perjuicio de 135 millones de dólares anuales.
El cálculo realizado por la Cámara de Industria del Uruguay y la Unión de Exportadores representa el 20 por ciento de las exportaciones orientales a la Argentina
Un desbalance. La decisión del gobierno argentino que tantas controversias generó en los últimos días de parte de los socios del Mercosur se basa en los números de la balanza comercial, cuyo superávit viene cayendo en los últimos meses.
Ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió el último informe de enero, el cual revela que el superávit de la balanza comercial, registró un derrumbe del 58 por ciento con relación a igual mes del año pasado.
El comercio exterior argentino tuvo un saldo favorable de apenas 513 millones de dólares en los primeros treinta días del año, según informó el Indec.
Durante el primer mes del año la Argentina exportó productos por 5.392 millones de dólares, con una suba del 22 por ciento e importó por 4.879 millones , con un incremento del 52 por ciento.
En términos de cantidades, las importaciones crecieron 40 por ciento, ya que el precio de los bienes que se compraron afuera subieron apenas 9 por ciento. En cambio, los envíos al exterior subieron apenas 11 por ciento en cantidades y sólo 10 por ciento en valores.
En su reporte, el Indec admite que la explosión importadora se produjo "en todos los usos económicos" aunque el 33 por ciento de las compras fue de bienes intermedios para la industria y el 29 por ciento bienes de capital, y sólo 12 en bienes de consumo.
El fuerte incremento del ingreso de bienes tiene como contrapartida la salida de divisas, y por ello el gobierno lanzó hace un par de semanas una nueva tanda de licencias no automáticas para tratar de desacelerar el proceso.