El director nacional de Empresas Recuperadas, Eduardo Vasco Murúa, destacó que a 20 años del proceso de salvataje y autogestión de unidades productivas por sus trabajadores y trabajadoras, “el sector está mucho mejor, no hay ninguna firma recuperada cerrada, no se cayó ninguna”.
“Hemos llegado a cada una de las fábricas con la implementación de los programas que diseñamos en la dirección, todos los puestos de trabajo se mantuvieron, hemos recuperado más empresas y mejorado el retiro de los compañeros”, dijo Murúa.
La Argentina cuenta con 403 empresas recuperadas a comienzos del siglo, que incluyen más de 18 mil puestos de trabajo autogestionado, según los datos del Registro Nacional de Empresas Recuperadas del Ministerio de Desarrollo Social (Renacer).
Esas compañías, mayormente de los rubros de alimentos, metalúrgicos, gastronomía, construcción y textil, se encuentran en el Area Metropolitana de Buenos Aires (284), pero también en la zona centro (48), el noreste (34), el noroeste (21) y la Patagonia (16).
Murúa admitió que la pandemia de Covid-19 agravó el contexto crítico en que se encontraban las empresas autogestionadas luego de las políticas recesivas del gobierno de Mauricio Macri, con lo cual algunas de esas compañías “tienen problemas en el salario, que es muy reducido, pero todas están trabajando y tienen el acompañamiento de la dirección”, que depende de la Secretaría de Economía Social del Ministerio de Desarrollo Social.
“Logramos llegar con subsidios, con mejoras en sus maquinarias y con lo urgente: muchas empresas ya están obteniendo o ya tienen tarifas diferenciadas en servicios de luz y gas. Y trabajamos todos los días en el proceso de transformar esa tarifa”, afirmó el funcionario.
Más de 7 mil trabajadores de empresas recuperadas perciben el programa Potenciar Trabajo (ayuda que equivale a la mitad de un salario mínimo, vital y móvil) y ya fueron entregados 750 millones de pesos en proyectos de fortalecimiento de esas compañías.
Asimismo, Murúa destacó el trabajo conjunto “con todas las empresas y con la Secretaría de Energía (tanto con el Enre y como con el Enargas), para encontrar soluciones a los temas particulares de cada una de las empresas”.
Por lo pronto, agregó: “Ninguna sufrió un corte a pesar de que tenían una deuda, a la que pusimos bajo un paraguas y hoy la mayoría de los compañeros están pudiendo pagar la totalidad de la tarifa”.