El ministro de Economía, Sergio Massa, afirmó que en las discusiones que se llevan adelante con el Fondo Monetario Internacional (FMI) “está todo sobre la mesa” y aclaró que “la capacidad de intervención del Banco Central es irrenunciable”. Explicó que la sequía implicó un “cambio de juego” en el escenario que se avizoraba a finales de 2022, y es el punto central de las discusiones que mantiene con el organismo para reformular el programa de desembolsos y modificar las metas acordadas en marzo de 2022.
Dijo allí que el gobierno va a mirar “cómo diseñar los flujos y los eventuales desembolsos o reembolsos en el programa del Fondo”. El objetivo del equipo económico es, sin hacer un nuevo programa-, lograr que el organismo adelante al menos los desembolsos pensados para la segunda mitad del año por unos u$s 10.600 millones.
“La estabilidad de la economía argentina depende mucho de que tengamos al Banco Central activo o cuidando reservas. En nuestro caso, y en nuestra mirada, desde hace algunas semanas, también, cuidando la estabilidad de los dólares financieros”.
Mientras avanza el nuevo acuerdo con el Fondo, destacó también que se está trabajando en “otros canastas” desde donde pueda conseguirse financiamiento adicional o bien descomprimir la necesidad de dólares para importar bienes intermedios, insumos o energía para la producción local.
Allí destacó la activación del swap de monedas con China, y la posibilidad de usar yuanes para el intercambio comercial con ese país, en lugar de usar dólares. Según dijo, en abril se usaron 1.410 millones de dólares en yuanes para pagar importaciones y alcanzará los 5.000 millones de dólares hasta agosto.
También mencionó el ahorro de casi u$s 2.000 millones por la importación prematura de gas, gracias al aprovechamiento de menores precios internacionales a los proyectados en el presupuesto 2023. Y anticipó que la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner tendrá el viernes un momento “histórico”, cuando se haga la última soldadura de los más de 50 mil caños que se utilizaron para la obra.
Otro de los puntos que abordó fue el financiamiento del sector público. “El vencimiento de mayo se puede recorrer perfectamente”, señaló Massa.Y describió que, en el segundo semestre, el 85% de la renovación es del sector público.
Por último, consultado por la aceleración de la inflación, lo adjudicó a que antes de su llegada al ministerio, la imposibilidad de acceder a mercados de deuda en términos significativos llevó al gobierno a requerirle al Banco Central más de 10 puntos del PBI de asistencia monetaria para cubrir los efectos de la pandemia y otros gastos.
Afirmó que el gran desafío que tiene el gobierno nacional es resolver el problema del ingreso y “seguir generando incentivos para bajar la inflación como también darle estabilidad al grueso del marco económico”.
Massa también consideró que el próximo gobierno “debe incluir cinco temas como políticas de estado”. Y destacó el tema alimentario, el petróleo y gas, la minería, la economía del conocimiento y el diseño institucional.
El ministro evitó pronunciarse sobre la posibilidad de una candidatura presidencial y planteó la necesidad de “no exponer ante la sociedad las diferencias internas”.
“Creo que un gobierno por más que sea de coalición tiene la obligación de dar certidumbre”, enfatizó.
De no ser así, concluyó, “prefiero mirar desde el costado y colaborar con aquello que crea que es mejor para el país y el futuro”.
Cruces por las importaciones
El encuentro organizado por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (Amcham) fue escenario de un cortocircuito entre el equipo económico del gobierno nacional y el titular de esa entidad. El cruce fue por la disponibilidad de divisas para el comercio exterior.
El presidente Amcham, Facundo Gómez Minujín, arrancó el seminario con un discurso provocador. Dijo que el país está “al borde de una crisis”, con “un mercado cambiario totalmente regulado” y restricciones al comercio exterior, una combinación que, a su juicio, torna “imposible planificar a largo plazo”.
Estas apreciaciones fueron refutadas por Tombolini, quien en Twitter, sostuvo que lo señalado por el también presidente de JP Morgan es “mentira”, puesto que “las autorizaciones de importaciones desde que se implementó el sistema Sira” entre octubre de 2022 y abril de este año, “son 12% superiores al mismo período del año anterior”.
“La supuesta falta de insumos no se verifica en el comportamiento estimado del Emaepara el primer trimestre del 2023, ni del PBI 2022”, agregó el funcionario.
Tombolini afirmó además, que “las importaciones en 2022 también fueron de los registros más elevados de la serie” y que “la administración de comercio repriorizó hacia insumos productivos, pero no hay importaciones prohibidas”, ya que en ese período “fueron aprobadas un 83% del total de las solicitudes en el sistema Sira”.
El secretario subrayó el impacto económico derivado de la sequía a la que definió como “una restricción externa nueva, no prevista en el diseño inicial de la hoja de ruta del orden macroeconómico proyectada por el ministro de Economía, Sergio Massa”.
Los mercados
Mientras tanto, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) cerró ayer con un saldo positivo de u$s 3 millones, con lo que extendió la racha de compras por tercera rueda consecutiva tras los u$s 2 millones obtenidos el viernes pasado y los u$s 7 millones del lunes.
Los resultados se dan tras la puesta en marcha de una nueva edición del Programa de Incremento Exportador (PIE), con un tipo de cambio diferencial temporal de $ 300 por dólar para el complejo sojero y economías regionales.
“El dólar soja aportó u$s 54 millones”, detalló Gustavo Quintana, analista de PR Corredores de Cambio.
En lo referido al mercado de divisas, el dólar minorista cerró a $ 238,89 promedio, con un incremento de 71 centavos. Por su parte, el blue operó con un incremento de un peso, a $ 471 por unidad.
Los dólares financieros bajaron por segunda jornada consecutiva en medio de las restricciones vigentes y la intervención de organismos oficiales. La bolsa porteña acumuló una suba de casi 10% en tres jornadas, mientras que el riesgo país cortó con una racha alcista.
Por el Dólar Soja se vendieron 3.506.439 en la cuarta semana.