Las agencias de calificación de deuda desataron ayer una orgía de amonestaciones sobre bancos y Estados europeos, y echaron más leña al incendio que afecta al sistema financiero del viejo continente. En consecuencia, los principales índices bursátiles de Europa bajaron ayer por la performance de las acciones bancarias. En sentido inverso, los títulos de las entidades crediticias estadounidenses llevaron al Dow Jones estadounidense a una ganancia de 1,58%, que impulsó a las Bolsas latinoamericanas. En Argentina, el Merval ganó 2,1%.
La calificador Moody’s rebajó la nota de deuda española dos escalones, hasta ubicarla en “A1”, el mismo día en que se informó oficialmente que el índice de morosidad bancaria trepó hasta 7,14% en agosto, la mayor tasa desde 1994. Se sumó así a la rebaja que habían dispuesto sus colegas Fitch y Standard & Poor’s.
Esta última agencia se ocupó de Italia, donde bajó de un saque la nota de solvencia crediticia a 24 bancos. La decisión no afectó a los pesos pesados del sistema, como Unicredit, San Paolo y Medio Banca. En septiembre S&P le había bajó la nota de deuda al Estado italiano, desde “A+” a “A”.
Temprano por la tarde, Moody´s había advertido al gobierno francés que evaluaba revisar a la baja la calificación crediticia soberana en los próximos tres meses. La nota de Francia es “Aaa”, pero podría ser reducida ante el deterioro de las cifras de deuda y el peso de un eventual rescate de bancos en el presupuesto de ese país.
La noticia influyó decisivamente en la caída de las Bolsas europeas. Londres perdió al cierre un 0,48%, París retrocedió un 0,79% y Frankfurt 0,31%. Los mercados ya habían derrapado el lunes cuando un vocero de la canciller alemana Angela Merkel advirtió que no se debía esperar una solución definitiva a la crisis de solvencia y bancaria en el viejo continente. El diario inglés de “The Guardian” replicó ayer una versión que indicaba que los gobiernos de Alemania y Francia habrían acordado un plan para ampliar el fondo de rescate a bancos europeos. La especulación ayudó a que subieran las acciones en Wall Street, pero no ayudó a las plazas accionarias europeas.
Por el contrario, los inversores europeos siguen atormentados por la desconfianza en el sistema bancario, la presión de las agencias calificadoras y las especulaciones sobre un default y reestructuración de la deuda de Grecia, donde hoy se llevará cabo una masiva huelga general contra el ajuste impulsado por el gobierno a cambio de la ayuda financiera internacional. Como si esto fuera poco, la economía china desaceleró en el tercer trimestre del año.
Con este dato, las Bolsas del Lejano Oriente también cayeron en sus sesiones anteriores a la apertura de Europa. Tokio perdió un 1,55%, Hong Kong cayó aún más, un 4,23% y la Bolsa de Sydney cerró con una baja del 2,07%.
Las aprensiones por el crecimiento en China, junto con los renovados temores por la deuda euro están llevando algo de vacilación al mercado.
En el mercado de divisas, el euro perdió posiciones frente al dólar y al cierre el cambio entre las dos monedas se situaba en 1,3691 unidades, aunque después de hora volvió a subir, rondando los 1,38 unidades por dólar.
Desaceleración
El crecimiento económico de China disminuyó su ritmo en el tercert trimestre de 2011, como resultado de las medidas del gobierno para evitar un sobrecalentamiento, de acuerdo con cifras reveladas el martes. El Producto Bruto Interno (PBI) subió 9,1 por ciento, comparado con el 9,5 por ciento que se registró en los tres meses previos.