El concejal radical Martín Rosúa aseguró ayer que el Frente Progresista (FPCyS), "como tal, no funciona en Rosario" y, en ese sentido, dejó abierta la posibilidad de que la UCR vaya con su propia lista en la ciudad en los próximos comicios legislativos. Además, le endilgó al socialismo una "negación de la realidad" y una "profunda falta de autocrítica".
Rosúa cruzó, de ese modo, al secretario de Gobierno municipal, Gustavo Leone, quien en declaraciones publicadas ayer por La Capital había advertido que "la competencia es adentro del Frente Progresista y el desafío es fortalecerlo".
"No sorprenden las declaraciones de Leone porque repiten una conducta que siempre criticamos: la negación de la realidad, una mirada cerrada y una profunda falta de autocrítica. Asumo que esas expresiones son producto de que se siente responsable de una gestión que presenta grandes síntomas de agotamiento y falta de respuesta a la ciudadanía", arremetió el edil.
En ese sentido, Rosúa agregó: "Leone debe entender, cosa que no logró hasta hoy, que no puede intervenir en las decisiones políticas del resto de los partidos que integran el Frente Progresista, un error en el cual el socialismo ha incurrido sistemáticamente en las últimas décadas".
"Estamos convencidos de que Rosario necesita cambios, una mayor apertura, renovación y no insistir con las mismas recetas", subrayó.
Tras destacar que el FPCyS y la administración municipal exhiben "un desgaste que es evidente", Rosúa aseveró que el radicalismo, "como parte del proyecto de gobierno local, tiene el derecho y la obligación política de representar a sectores amplios de la sociedad rosarina que esperan una actitud distinta de quienes gestionan".
"El Frente Progresista existe porque, entre otros, la UCR lo integra. Y nadie tiene el derecho de determinar quiénes lo componen y quiénes no. El radicalismo ya debatió en la convenciones nacional y provincial su posicionamiento para el año electoral. Ya llegará el tiempo de debatirlo en Rosario", puntualizó.
Por último, el concejal señaló que, si bien el radicalismo "mantendrá una actitud constructiva, eso no impide recalcar que el Frente progresista, como tal, no funciona en Rosario" porque "no tiene agenda común y lleva casi un año y medio sin siquiera reunirse".