General Motors lanzó ayer el Chevrolet Agile, el nuevo modelo fabricado en la
planta de Alvear, que demandó una inversión de 500 millones de pesos. El megaevento movió el
tablero de la industria automotriz local, luego de un año tormentoso. A punto de dejar su cargo
para asumir el mando de la filial sudafricana de la multinacional, el presidente de GM Argentina,
Edgar Lourencon, aseguró que el sector se está recuperando más rápido de lo esperado y consideró
que, si las condiciones se mantienen, sería posible volver el año próximo a "romper récords de
producción,".
En el teatro Independencia de la ciudad de Mendoza y con un escenario montado
con impronta del Mercosur —participaron más de 350 periodistas, la mayoría de Brasil—
la operación sudamericana de GM buscó mostrarse como una plataforma competitiva para pelear
posiciones globales dentro de la compañía. El modelo fabricado en Alvear es el primero del proyecto
Viva, íntegramente diseñado en el Mercosur, donde la firma prevé inversiones futuras a un ritmo de
500 millones de dólares anuales.
En ese marco, Lourencon reconoció que "el panorama actual es mucho mejor de lo
que se esperaba a principios de año" por efecto de "los precios y la demanda de los commodities que
siguen apuntando a una situación en general favorable", dijo. Es más, estimó que este año la
industria probablemente superará las 500.000 unidades, "lo que representa el tercer mejor año de la
historia de la industria automotriz argentina", dijo.
—¿Qué balance hace de su gestión en GM Argentina?
—El balance es muy positivo. Cumplimos con todas las prioridades que nos
fijamos. Tuvimos mucho éxito con los últimos lanzamientos de los Chevrolet Captiva, Spark y Aveo.
Estos modelos están superando las expectativas de ventas. Logramos resultados durante la época más
desafiante para la compañía y demostramos la solidez e independencia de nuestras operaciones para
hacer frente a los desafíos del mercado local. Los resultados en términos financieros son más que
satisfactorios ya que tenemos una operación sólida, con capacidad para seguir invirtiendo y
creciendo. Nuestro mayor éxito fue la implantación del proyecto Viva y el arranque de producción
del nuevo Chevrolet Agile en tiempo y forma. Hoy, el Agile es una realidad, y con los más de 500
millones de pesos invertidos hicimos una importante actualización de la planta de Rosario, para
mantenerla como modelo a nivel mundial. Lo más importante, es que el proyecto Viva permitió
recuperar los puestos de trabajo en nuestro complejo industrial de Rosario.
—Resaltó tres elementos importantes en el contexto del lanzamiento del Agile: el
producto, su concepción en el Mercosur y que la planta de Rosario volvía a las ligas mayores. ¿Esto
abre una perspectiva distinta para las operaciones en Argentina?
—Sin duda. Rosario hoy, con todos los cambios que hicimos para la
producción del Chevrolet Agile, está mucho más competitivo y, por lo tanto, con mejores condiciones
para pelear futuras inversiones.
—¿Cómo se encuentra hoy la relación con los trabajadores?
—Estamos viviendo un buen momento, porque estamos creciendo y contratando
personal, pero necesitamos seguir trabajando para fortalecer nuestras relaciones y visión común
para enfrentar juntos la competencia mundial. El tema no es medir fuerzas sino sumar esfuerzos para
ser más competitivos y lograr el crecimiento mutuo. Afortunadamente estamos avanzando en esta
dirección con la comisión directiva de Smata.
—¿Qué balance hace del proceso que atraviesa GM a nivel global, y en Estados
Unidos?
—Es positivo y optimista. La reorganización lograda en tiempo récord (40
días llevó a la compañía salir de la convocatoria de acreedores) nos da mucha tranquilidad. Al
punto de que la corporación considera que podría llegar a pagar su deuda con el gobierno americano
mucho más temprano de lo que fue acordado. El mercado de EEUU empieza a dar señales de mejora y
sigue siendo un importante desafío para nosotros.
—Pasados tres trimestres de 2009 ¿qué pronóstico tiene para lo que resta del año y
las perspectivas para el próximo, tanto para el mercado automotriz, como para GM
Argentina?
—Cuando arrancamos 2009 teníamos grandes preocupaciones por los resultados
de este año. Ahora creemos que la industria llegará y probablemente superará las 500.000 unidades,
lo que representa el tercer mejor año de la historia de la industria automotriz argentina, un
resultado excelente si lo comparamos con las previsiones iniciales. En términos de GM Argentina
estamos muy optimistas. Con Agile logramos recuperar el ritmo de producción, impulsada
principalmente por un muy fuerte volumen de exportaciones. Si las condiciones actuales se
mantienen, sería posible volver a cifras de crecimiento y con un poco de suerte, volver a romper
récords de producción, ventas y exportación.
—¿Lo peor de la crisis pasó?
—Creo que sí. Los precios y la demanda de los commodities siguen apuntando
a una situación en general favorable, lo que para nosotros es fundamental.
—¿Qué papel jugó el Estado en la inversión de GM?
—El Estado jugó un papel muy importante aun antes de la aprobación final
del crédito de la Ansés. A principio del año el panorama mundial era muy preocupante y mantener las
inversiones en el proyecto Viva era un gran desafío. Este apoyo fue muy importante para mantener el
ritmo de inversión y sobre todo para que la producción del Agile fuera exclusiva de Argentina. Hoy
está más claro para todos que esta financiación, lejos de ser un subsidio, fue un crédito a la
inversión con resultados muy positivos para todos.