El gobierno nacional está jugando a tres bandas. En primer lugar, su exitosa presencia en Davos, buscando atraer capitales al país. En segundo lugar, la trabada negociación con los fondos buitres, y el poco éxito en conseguir dinero inmediato. El frente interno está muy complicado.
La llegada de Mauricio Macri y Sergio Masa a Davos, el centro de los negocios del mundo en estos días, es muy auspiciosa para el país. Los negocios que vendrán serán muy importantes, y seguramente, el mayor empleo que traerán debajo de los brazos. El país necesitaba lavar su imagen internacional, y lo hizo a toda marcha, en una carrera de reuniones, que han sido muy exitosas, y dejan una imagen más cordial, para recibir capitales en el país. Si bien, no hay nada concreto firmado, Argentina se volvió a conectar al mundo, y paso a estar en la agenda internacional.
La negociación con los fondos buitres se viene complicando. Hay un grupo de bonistas que no desea negociar, y busca que se cumplan los fallos judiciales. Saben que el gobierno argentino necesita abrirse al mundo, y sin resolver este juicio, nadie vendrá a invertir a un país que sigue en cesación de pagos. En este contexto, el crédito que Argentina negocia por u$s 6.000 millones con bancos extranjeros, sigue sin aparecer. No hay problemas de fondo, pero parece que los problemas de forma son importantes. Argentina desea una tasa de interés más baja, que los bancos no están dispuesto a ceder. Se pensó en bajar el monto para presionar, pero se dio un caso inverso, un banco extranjero se bajó de la negociación. Se esperan novedades pronto, y si el crédito no llega, el mercado estará más intranquilo. Por otra parte, el swap chino de u$s 2.000 millones tampoco emerge en el horizonte. Hay que tener paciencia, tal vez, antes de los carnavales de febrero el dinero llegue, de lo contrario, la segunda quincena de febrero se pondrá muy movida.
En el frente interno el escenario se ha puesto muy complicado. El gobierno quiso colocar Bonar 2020, y tuvo que declarar desierta la licitación, ya que las propuestas realizadas no lograban satisfacer al ministro de economía. Estas cosas no pueden volver a suceder, dejan mala imagen en el mercado, y desnudan falta de profesionalismo. En el corto plazo, la plaza está vendedora de dólares, pero de cara a la segunda quincena de febrero las cosas pueden cambiar. Los importadores volverán a demandar dólares y las vacaciones en el exterior habrán quedado atrás. Por ende, la venta de dólares se va a restringir y la demanda se activara. Si para esa fecha no están los créditos esperados, y la negociación con los fbuitres se queda estancada, la suba del dólar estará a la vuelta de la esquina.
En materia internacional, China sigue desacelerando su crecimiento, el petróleo alcanza niveles mínimos, y Brasil devalúa el real a 4,16 por dólar.
Si a esto le sumamos los ruidos que comienzan a aparecer en el sector sindical, que van a solicitar un incremento superior al 30% en las paritarias, esto demuestra que enero es sólo un descanso, en una carrera de largo aliento, que pondrá muchos escollos en las próximas semanas.
Por si todo esto fuera poco, hay muchos temas que siguen preocupando. La inflación no ha detenido su marcha. En el año 2015 se estima una inflación que habría rondado el 28% al 30% anual. Para el año 2016, se espera una inflación similar o superior, entre el 30% y 32% anual. No hay un plan antiinflacionario a la vista. Si las paritarias se ubican por debajo del 30%, los asalariados perderán poder adquisitivo, y el año 2016 nos mostrará una contracción en la actividad económica. Si se ubica por encima del 30%, con un buen plan monetario y de contención de precios, el país puede volver a la senda del crecimiento, amarrete, pero crecimiento al fin.
El dólar por debajo de $ 14 no emociona a los exportadores. Si a esto le sumamos la baja en los precios de las materias primas agrícolas, no hay motivo para pensar en una lluvia de dólares en el año 2016. Su precio actual no es una ganga, pero resulta muy bajo.
En este escenario internacional y local, no es esperable que el mercado accionario muestre un brusco cambio de tendencia. Lo mejor que podemos esperar, es un mercado lateral. Si el dólar comienza a trepar en precios en febrero, las acciones van a acompañar. Hay tiempo para definir la compra de acciones, no se apure. Con un ojo vaya mirando que le gustaría comprar, con el otro ojo, vaya contando el dinero con el que cuenta para invertir.
Los bonos Argentinos están caros, pero hay pocas alternativas de inversión. Si le sobra unos pesos, y quiere comprar dólares, pensando en el largo plazo, lo mejor es comprar un título público, satisface su necesidad de estar invertido en moneda extranjera, y le pagaran un interés, nada despreciable.
Las propiedades seguirán aumentando de precios. ¿Por qué? La inflación no se detiene, y como se venden en cuotas ajustados por índice de la construcción, su precio seguirá trepando. Hay buenas oportunidades.
Autos, no se vendió bien en diciembre y enero. ¿Por qué? No había precio cierto. Esperemos para marzo una gran venta en el mercado, si la mercadería aparece y los precios ceden para los productos de gama media y alta, que tendrán menos impuestos. No deje de mirar el mercado de usados de alta gama, ya que habrá muy oferta y precios atractivos. En Argentina se vendieron muchos autos entre los años 2011 y 2013, el mercado quedó paralizado entre 2014 y 2015. Los que quieran renovar querrán vender la unidad, y allí estará la oportunidad.
Acciones, bonos, propiedades y autos, los activos a mirar en el primer trimestre 2016. Animo, el 7 y 8 de febrero feriado de carnaval.