La aprobación de un nuevo margen de endeudamiento de Estados Unidos no sirvió para evitar un nuevo desplome de los mercados financieros mundiales. Por el contrario, alimentó el clima de desconfianza sobre las recetas utilizadas para enfrentar la crisis financiera. En Europa, el salto de los indicadores de riesgo país que dieron España e Italia contribuyó a echar más nafta al incendio bursátil.
La esperanza puesta en la aprobación en el Congreso de la ley fiscal que impidió que EEUU cayera en default llevara alivio al mercado de acciones, trocó ayer en su contrario al caer el índice bursátil Dow Jones, de Wall Street, un 2,19%. La caída se produjo en medio de una creciente y generalizada desconfianza de que el acuerdo logrado pueda funcionar.
Para agregar una mayor cuota de incertidumbre y pesimismo, el Departamento de Comercio estadounidense informó ayer que el gasto de los consumidores cayó en junio un 0,2%, su primer retroceso en casi dos años, concretamente desde septiembre de 2009, en la fase descendente de la crisis iniciada dos años antes.
Este indicador es muy importante para medir el estado de la economía y su perspectiva, ya que el gasto de los consumidores representa alrededor del 70% de la actividad económica de Estados Unidos.
Al filo de concluir la jornada bursátil, la agencia calificadora de créditos Fitch aventó parcialmente los temores de una degradación de la nota crediticia norteamericana de Triple A a Doble A, aunque está pendiente la decisión que adopten Moody’s y Standard & Poor’s.
Fitch mantuvo la calificación AAA y dijo que la posibilidad de una moratoria de la deuda era “extremadamente baja”, aunque no dará su última palabra hasta finales de este mes, cuando concluya la revisión de la situación de Estados Unidos.
Pero los mercados quedan a la expectativa de lo que digan las otras dos grandes firmas calificadoras y en medio de un gran interrogante sobre si la reducción de gastos fiscales en 2,1 billones de dólares en 10 años acordada en el Congreso servirá para equilibrar las cuentas.
Aventado el fantasma de una suspensión de pagos norteamericana, Europa continuó, mientras tanto, la cuesta abajo de sus mercados y la elevación diaria del índice riesgo-país de Italia y Francia, en medio de una caída generalizada de todos sus mercados de acciones. La Bolsa de Madrid perdió hoy 2,18%, superada por la de Milán que retrocedió 2,53% y ampliamente superadas ambas por la de Zurich que cerró un 4,09% abajo.
Lo más llamativo de la jornada bursátil fue el comportamiento de Wall Street, una plaza que en las últimas dos semanas fue retrocediendo centésimas cada día, pero manteniéndose dentro de una caída moderada diaria a la espera de lo que ocurriera en la negociación de la cuestión fiscal.
Ayer, el día en que el Congreso terminó de cerrar el pacto bipartidario y en el cual el presidente Barack Obama firmó la ley aprobada por los parlamentarios, la caída abrupta de Wall Street muestra que la situación lejos de aliviarse se ha agravado significativamente.
El dólar, mientras tanto, ganó algunas posiciones frente al euro, cerrando en 1,4170 unidades por cada divisa europea, pero continuó su fuerte caída frente al franco suizo, el yen, el dólar canadiense y el dólar australiano.
El oro dio un importante salto, del orden del 2% frente a la moneda norteamericana y llegó a 1.653 dólares la onza, en la mejor muestra de la falta completa de confianza en la evolución de la situación fiscal de EEUU. l
Argentina paga
El gobierno pagará hoy la anteúltima cuota de Boden 2012 por 2.208 millones de dólares con reservas del Banco Central constituidas en el Fondo de Desendeudamiento Argentino. El Boden 2012 es un título colocado a mediados de 2002 a modo de canje de los depósitos de plazos fijos en dólares bloqueados por el denominado "corralón".