Las organizaciones de jubilados y pensionados del sur de Santa Fe, norte de Buenos Aires y localidades del Gran Rosario salieron ayer a denunciar su "rechazo" al plan de reformas del gobierno nacional, fundamentalmente la previsional y laboral, y reclamaron a los legisladores de ambas provincias que "voten a conciencia" para evitar lo que "a nuestro juicio es un claro ajuste sobre nuestros derechos", indicó Enrique Gigena, dirigente de la Mesa de Jubilados de Rosario.
Las distintas organizaciones de jubilados regionales se reunieron ayer en Rosario en el marco de una serie de encuentros en distintas localidades y luego se movilizaron por el centro para hacer oír sus reclamos. "No somos unos viejos desahuciados que pedimos limosna, somos trabajadores jubilados que tenemos clara consciencia de que pertenecemos a una clase explotada, y nuestros explotadores pretenden descargar los costos de su fiesta en nosotros", arengó Gigena junto a un multitudinario grupo de manifestantes de localidades como Junín, San Nicolás, Villa Constitución, Santa Fe, Villa Gobernador Gálvez y Rosario, entre otras.
"Si votan esta ley es una traición a los jubilados, porque es llevarnos a la década del 90, donde un pasivo cobraba 150 pesos", dijo uno de los manifestantes.
Del encuentro de ayer surgió un documento en el cual las organizaciones de jubilados rechazan la reforma del sistema previsional y cargan también contra la reparación histórica: "Es una mentira y una estafa", dijeron y "el aumento de la edad jubilatoria, la modificación del sistema de actualización de haberes significa un ahorro al Estado de 100 mil millones de pesos, pero es a costa del hambre de nuestras familias", denunciaron en el texto. Argumentaron que ese "ahorro" estatal es para "reducir el déficit y pagar los compromisos de la deuda pública", detallaron.
Plan de lucha
Ernesto Sosa, vicepresidente de la Mesa Coordinadora de Jubilados local, anunció que llevarán la moción de rechazo a las reformas, la propuesta de una marcha nacional y el reclamo de la normalización de la obra social (Pami), al Congreso Nacional de la Mesa Coordinadora Nacional de Jubilados y Pensionados que será este sábado en Buenos Aires. "Es necesario reafirmar nuestra decisión de lucha y construir una resistencia contra este proyecto que avanza en la liquidación de los derechos de los trabajadores y sectores populares", indicaron.
También manifestaron su rechazo a la "armonización de las cajas provinciales y municipales" y pidieron "integrar al Sipa a los que padecen el sistema de rentas vitalicias", entre otras demandas.
Como ocurrió durante la década del 90, los jubilados vuelven a hacer la punta en los reclamos y a ganar la calle para expresar el descontento hacia una política que no sólo perjudica al sector pasivo sino que erosiona toda la estructura del mundo del trabajo.
La canasta básica superó los $ 14 mil
Los ingresos para acceder a la canasta básica total, que marcan el umbral de la línea de pobreza, fueron de $ 14.060 para una familia tipo en noviembre, 0,7% más que en octubre y 18,2% más que mismo mes de 2016, según la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas. Ese mismo núcleo familiar requirió en noviembre de $ 6.141,3 para adquirir la canasta básica alimentaria, de subsistencia para no caer por debajo de la línea de indigencia. Esa cifra resultó 0,2% superior a la de octubre y acumuló un 17,9% en relación a noviembre del año pasado.