En medio de una carrera de declaraciones, referentes gremiales y funcionarios del gobierno van dibujando una referencia de aumento salarial, en la previa de las paritarias 2011. Ayer fue el turno del dirigente cegetista Juan Carlos Schmid, quien consideró que los incrementos no deberían ser inferiores al 25 por ciento. Un día antes, el ministro de Economía, Amado Boudou, había prestado la sede de su cartera para firmar un acuerdo en el sector frutícola de Río Negro, con una suba del 22 por ciento.
Schmid, secretario general del gremio de Dragado y Balizamiento, es miembro del consejo directivo de la CGT y habitual portavoz del líder de la central obrera, Hugo Moyano. Si bien reconoció que el inicio de las negociaciones colectivas "todavía está lejos", precisó que "el promedio general de pautas que se dio el año pasado estuvo rondando casi el 25 por ciento, de modo tal que alguien que se siente a discutir en la mesa no lo va hacer por debajo de esa cifra".
Bochín salarial. Schmid consideró "un clásico" que "a principios de año" los actores económicos "empiezan a fijar posiciones y a delimitar las aspiraciones". De hecho, en la previa a las paritarias, la conversación va definiendo un marco de referencia para dirigentes sindicales y representantes patronales.
A fines de 2010, mientras muchos gremios negociaban acuerdos puente para llegar a las negociaciones de otoño, se largó el esqueleto del pacto social, una fórmula destinada a ampliar expectativas salariales. A poco de entrar enero, los sindicatos públicos provinciales, que suelen iniciar la ronda de conversaciones, declararon que iban a reclamar aumentos por encima del 30 por ciento.
La semana pasada, el secretario general de la CGT cantó entre "un veinte y veintipico por ciento", dando pie a que un día después la CGT Azul y Blanca, que conduce el gastronómico Luis Barrionuevo, y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) que se referencia en el estatal Pablo Micheli pidieran un piso de incremento de 30 a 35 por ciento. Esta competencia no oculta un cuadro de enorme desproporción entre el universo de afiliados que representa una respecto de las otras.
El mismo día en que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, pedía frenar la competencia de lanzamiento de pautas salariales, porque no daba "racionalidad" a la discusión, uno de los colaboradores más cercanos a Moyano, el taxista Omar Viviani, reconoció que algunos gremios estaban en condiciones de reclamar aumentos por encima del 30 por ciento. Ayer, Schmid, otro dirigente del círculo cercano al camionero, tiró el piso del 25 por ciento.
Frutícolas. También ayer trascendió que el ministro de Economía, Amado Boudou, se sumó al operativo pauta. El miércoles presidió en el Palacio de Hacienda la firma del primer acuerdo salarial de 2011. Es el que firmaron los trabajadores frutícolas de Río Negro, con un aumento del 22 por ciento. Alcanza a empacadores, cosechadores y trabajadores frigoríficos del sector frutícola de la provincia patagónica.
El acuerdo se firmó en medio de un conflicto con productores del sector que reclamaban paliativos para la crisis de rentabilidad del sector.
Mientras tanto, gremios opositores fijaron ayer un piso de discusión del 30 por ciento, en una reunión realizada en Mar del Plata encabezada por Luis Barrionuevo, y que contó con la presencia del precandidato a la Presidencia, Eduardo Duhalde.
Libertad sindical
El Grupo Clarín impidió ayer, y por tercera vez, las elecciones internas de delegados en los talleres Artes Gráficas Rioplatenses. “Nuevamente la empresa no nos ha dejado hacer las elecciones, ahora impugnándolas frente al sindicato (gráfico) y al Ministerio de Trabajo de la Nación”, señaló Cristian Quiróz, uno de los delegados despedidos por la empresa.