"Las Paso dieron un resultado sorprendente que nos da un plafón para poder continuar con esta línea por lo menos por los próximos dos años y si la economía crece podrían ser cuatro años más, y así lograr un desarrollo económico", se entusiasmó Costantini.
El dueño de una de las principales desarrolladoras inmobiliarias dijo que hace falta acelerar la convergencia macro que lleve a una baja en la tasa de inflación. Eso permitirá, dijo, que los inversores fondeen al sector financiero a largo plazo para poder avanzar con planes de infraestructura, como por ejemplo construir un millón de casas.
"La solución viene a largo plazo pero cada año es mejor, nosotros ya notamos una mejoría y me parece que la gente necesita sin duda viviendas, tenemos que incursionar en el mercado de bajos ingresos", arengó.
Para Julio Figueroa, CEO del Banco Citi, dijo que en la Argentina hubo un "crecimiento errático que no colaboró al desarrollo sustentable del país durante los años en los que gobernó e kirchnerismo".
Aseguró que el banco Citi está observando desde el sector financiero que en muchos sectores de la economía "la inversión está viniendo y se está acelerando". Y señaló que hay un largo camino por recorrer para la Argentina, dado que la inversión extranjera directa está en el alrededor del 2% del PBI, cuando en la región es del 5%.
"Los últimos 18 meses se avanzó para que se conecten reglas de juego claras con un mercado capitales internacional y local más accesible, y agencias multilaterales abiertas para dar financiamiento", expresó.
El banquero sostuvo con el gobierno de Cambiemos hay un "marco jurídico más confiable".
"Hay inversiones por unos 70.000 millones de dólares que están empezando a tomar velocidad, pero es imposible pensar que esos proyectos van a poder financiarse enteramente con los balances de las empresas o los gobiernos, por eso los acuerdos de participación público privada son clave para el desarrollo de la economía", dijo.
Admitió que hay muchas cosas pendientes. "El sistema financiero argentino se tiene que triplicar: en la medida que el gobierno siga avanzando con un marco jurídico claro estoy convencido que los fondos que están en el exterior van a venir porque va a ser mucho más atractivos", concluyó el gerente del Citi.
Manuel Herrera, gerente general del Banco Hipotecario, señaló que desde el 2001 la falta de credibilidad en el sistema financiero y en la moneda conspiraron contra el mercado crediticio para el desarrollo de proyectos económicos de largo plazo.
"El sistema financiero representa sólo el 13% del PBI, creemos que ahora con las medidas que están tomando el gobierno y el BCRA, hay un potencial de crecimiento exponencial del mercado hipotecario", dijo.
Y agregó que la base del crédito va a ser la confianza y el alargamiento de los plazos que va a depender de la confianza en la moneda y la baja de la inflación.
Quejas por el costo argentino
Días antes, durante la reunión del Consejo de las Américas, los empresarios también cerraron filas con el gobierno de Mauricio Macri. Imaginaron un incipiente rebote de la economía pero pidieron bajar el "elevado costo argentino" y trabajar por una mayor institucionalidad para "generar confianza" en los potenciales inversores locales e internacionales.
El portador del mensaje empresario fue Jorge Di Fiori, presidente de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, al inaugurar el Consejo de las Américas en el porteño hotel Alvear. En el mismo panel participó el jefe de Gabinete, Marcos Peña.
Di Fiori consideró que la Argentina se encuentras en "óptimas condiciones para recibir inversiones" tras el "reordenamiento de la economía" iniciado con la llegada de Cambiemos al poder. Consideró el empresario que las "correcciones" que está realizando la administración de Mauricio Macri eran "necesarias" porque el país "no soportaba continuar un camino que lo conducía al aislamiento y a la quiebra del contrato social".
Indicó en ese sentido que el resultado electoral de las Paso muestra que hay "una mayoría de los argentinos que confía en los avances y está más comprometida con el porvenir que con el pasado" y aclaró que confía en que el oficialismo ganará las elecciones de octubre.
Di Fiori remarcó que entre las materias pendientes está la de impulsar una rebaja del "elevado costo argentino" de producción y comercialización de productos y servicios. Ese costo, se angustió, "erosiona la competitividad de la producción y dificulta la generación de puestos de trabajo de calidad".
El dirigente empresario exageró al señalar que "hay muestras claras" de que la Argentina avanza hacia la "normalización de su economía y de una vida republicana". Y pidió en ese sentido que no sólo se busque la "normalización" sino que se "transforme" la Argentina.
Por supuesto, dijo que la clave es "dejar atrás el populismo, el autoritarismo y la corrupción, y consolidar las instituciones".
La tracción del campo
En el Precoloquio Idea Centro realizado a principios de mes en Rosario, los empresarios de la industria del agro no sólo confirmaron su romance con el gobierno, sino entre sí.
Martín Berardi, el director general de Ternium Siderar, fue uno de los mas entusiastas. Dijo que el 10% de la producción de acero de esa compañía se destina a abastecer la demanda de empresas del sector agropecuario. Y se mostró entusiasmado con la reacción que la cadena de agronegocios experimentó frente a la devaluación de 2016.
Este crecimiento le aportará, dijo, 1,5 punto a la evolución del PBI en 2017. Berardi es optimista respecto de este año. En buena medida, por la demanda del agro, la reactivación de la obra pública y el mercado petrolero, fundamentalmente la explotación de Vaca Muerta.
"Nuestra producción de acero creció apenas 1,5% en el primer semestre de 2017, respecto del mismo período del año anterior pero ya en el segundo trimestre ese incremento fue del 20% y estimamos que en el segundo semestre la expansión será del 20%"", explicó el ejecutivo.
La industria del acero, como la mayoría, viene de un 2016 muy complicado. Berardi ve para el futuro inmediato un escenario favorable, no solo por la recuperación de cierta demanda local sino por algunas señales del mercado mundial. Enumeró: la revisión del crecimiento mundial al 2,9% este año, el aumento del 6,3% en el consumo de acero de China y un freno a la caída de la economía de Brasil, la depreciación del dólar contra otras monedas internacionales y la suba de los commodities.
"Para 2018 vemos un crecimiento de 2018, por lo cual sería primera vez en varios años en que se registren dos años consecutivos de crecimiento", dijo.
Desde su punto de vista, la agenda a mediano plazo es bajar el déficit fiscal, invertir en infraestructura, mejorar la productividad de la mano de obra y digitalizar la producción y fortalecer las cadenas de valor. "Hay que venderle a la sociedad la transición hacia una economía mas razonable", dijo.
Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina, también agradeció al agro por tanto amor al consumo de camionetas. Recordó que por primera vez en 2016 una pick up, la Hilux de Toyota, encabezó el ránking de patentamientos.
Este incremento permitió reforzar el plan de inversiones lanzado en 2014, durante el gobierno anterior, que incluyó la incorporación de 350 operarios a la planta y el aumento de producción del 30%. La automotriz japonesa siempre presentó características particulares dentro del negocio en Argentina. Especializada en las camionetas, es fuertemente exportadora, lo que le permite tener un balance positivo de divisas. "Toyota representa el 26% de la industria automotor y aumentó las exportaciones", dijo Herrero, quien subrayó el papel de los acuerdos con el sindicato automotriz y con las empresas que integran la cadena de valor para atraer inversiones de la casa matriz. "En este esquema global, nuestro competidor pasó a ser la planta de Hilux de Toyota en Tailandia, por eso es importante trabajar en conjunto".
Roberto Urquía, presidente de Aceitera General Deheza (AGD), destacó el papel de la demanda el agro en las ventas del sector industrial. El empresario y ex senador, subrayó que "el negocio de los granos es un negocio logístico". Por eso está entusiasmo con los avances en la inversión para mejorar el ferrocarril Belgrano, proyecto que avanza desde los acuerdos del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con China.
Señaló, en ese sentido, que los puertos de la región deberán adaptarse a este beneficio logístico y agilizar su operatoria, para evitar cuellos de botella. También pasó un reclamo del sector: la reducción de las retenciones del 30% a la exportación de soja. Desde su punto de vista, esa alícuota "es una pesada mochila para el sector" y se quejó porque la industria aceitera opera con un 30% de capacidad ociosa.
Tanto Berardi como Urquía llamaron la atención sobre aspectos de la inserción internacional de la Argentina. Uno alertó sobre los riesgos de los acuerdos con China, por la importación de acero subsidiado. El otro, sobre las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea, por su proteccionismo. El libre comercio, al parecer, no encaja como un absoluto en la vida práctica de los negocios.
Igual, los dirigentes de las grandes entidades industriales están menos enfocados en competir en el mundo que en ganar terreno sobre sindicatos y trabajadores.
Ese fue el mensaje del presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, en el mensaje por el día de la industria. El dirigente pidió "concentrar esfuerzos en bajar el costo argentino".
En una velada referencia a la reforma laboral que impulsaría el gobierno a fin de año, reconoció que "mirar hacia el futuro implica la generación de consensos con trabajadores y el Estado".
"La Argentina cuenta con el potencial para sumarse a la corriente de transformación y ganar espacio en las oportunidades", aseguró, y señaló que factores como "cambios tecnológicos y nuevas condiciones laborales, son los faros que muestran hacia donde hay que dirigirse como sociedad".
Según Acevedo, el mercado productivo y laboral argentino está "obligado" a reinventarse para establecer un vínculo dinámico.
En rigor, fue el economista ultraliberal José Luis Espert quien resumió esta agenda empresario. A hablar en las jornadas de capacitación organizadas por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), opinó que Argentina debe tener "flexibilidad laboral absoluta".
"Acá no puede ser que las empresas quiebren por echar a un empleado, tenés una justicia laboral delirante; si quieren que las empresas tomen empleados, tiene que ser barato echar empleados", dijo para delirio del público empresario.
El también autor del libro "La Argentina Devorada" indicó que "la causa de la decadencia argentina es un triángulo vicioso entre el proteccionismo industrial, el Estado grande y deficitario y las leyes laborales".
Modestamente, al hablar en AEA, el economista Miguel Bein se atrevió a llamar la atención sobre el bajo nivel de inversión de los empresario. Advirtió que la inversión privada "no está acompañando" las necesidades de expansión de la Argentina, dado que se mantiene en 15,5 puntos del Producto Bruto, cuando la Argentina "necesita que alcance los 24 puntos".
Confianza en el corto plazo
Empresarios reunidos en la celebración del Día de lndustria, coincidieron con el ministro de Producción, Francisco Cabrera, que este año será de crecimiento generalizado para el sector.
"En Techint estamos creciendo y tenemos planes de inversión", aseguró su presidente, Paolo Rocca, quien destacó que "la demanda está creciendo y estamos incorporando gente".
Rocca subrayó el desembolso de "uS$ 500 millones en Vaca Muerta", y puntualizó que esta inversión se hace pensando "en el desarrollo energético del país".
Por su parte, el presidente de la Copal, Daniel Funes de Rioja, aseguró que "pasó lo peor" para la actividad, y dijo que "este año la industria cierra con crecimiento". Indicó que "hay sectores donde la dinámica es de crecimiento, otros con reacciones más lentas, como algunas economías regionales".