Los gobernadores de Buenos Aires, Chaco, Entre Ríos y Córdoba se alinearon con
el gobierno nacional y salieron a criticar a los dirigentes agropecuarios que motorizan el paro del
sector en contra del aumento de las retenciones. La protesta, que ya lleva nueve días, es apoyada
por centenares de piquetes en las rutas que atraviesan las principales provincias productoras.
El gobernador entrerriano Sergio Urribarri aseguró que
Néstor Kirchner y Cristina Fernández "son sin duda los que más han hecho por el campo en la
historia moderna de nuestro país".
"Nunca antes se había logrado una política de sostenimiento
de un dólar competitivo y de miles y miles de soluciones a los problemas bancarios de los
productores rurales", sostuvo.
Urribarri sostuvo que no quiere "un país sojero" y aclaró
que "las retenciones a la soja industrializada son 0%".
"Queremos la soja que da trabajo, no la soja para unos
pocos, y eso será bueno también para el campo y para todos los argentinos", dijo.
Señaló que "el país está debatiéndose entre un modelo de
concentración sojera y un modelo de crecimiento y desarrollo equilibrado, los impuestos
extraordinarios a rentas y revaluaciones patrimoniales extraordinarias son la forma justa de
financiar un programa nacional de obras y acciones de reconstrucción del país para su despegue
definitivo sobre la base de un modelo de industrialización adecuado".
Su colega chaqueño, Jorge Capitanich, calificó de "extrema"
la medida de fuerza que llevan a cabo los productores agropecuarios y advirtió que, en esas
condiciones, el diálogo "no será posible".
Evaluó que "si no se aplicaran retenciones" como las
anunciadas por el gobierno nacional "los precios serían más caros".
Hora de hablar. "Si querían llamar la atención ya lo hicieron, ahora es tiempo
de un diálogo con sensatez", convocó.
Capitanich explicó que en su provincia "hay seis puntos con
cortes" de ruta, aunque "con escasa cantidad de productores", que igualmente generan "limitaciones
en el flujo de tránsito".
Al defender las retenciones, expresó que "tienen un doble
efecto, por un lado, fijan un precio interno de referencia para los bienes que se comercializan, y
por el otro, permitan una mayor industrialización".
"De no existir este control, los precios se dispararían y
por tanto habría inflación, en ese caso sólo un sector se apropiaría de las ganancias y de las
buenas condiciones del mercado mundial", advirtió.
"Si los ruralistas continúan con esta postura de agresión,
el diálogo nunca será posible", afirmó.
Solidaridad. El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, pidió "prudencia,
responsabilidad y solidaridad" a la dirigencia de las entidades agrícolas y sostuvo que "no es
momento de confrontación sino de preservar el equilibrio socioeconómico externo e interno".
"Las condiciones económicas de los últimos años
favorecieron notablemente y favorecen el crecimiento agropecuario, ahora es tiempo de armonizar
entre ganadores y perdedores a favor de una estabilidad con competitividad", expresó Scioli.
El gobernador remarcó que "cuidar el crecimiento es
responsabilidad de todos los argentinos, en particular después del esfuerzo hecho para lograr la
recuperación alcanzada".
Por su parte, el gobernador cordobés, Juan Schiaretti,
reiteró anoche su llamado al diálogo entre el gobierno y las entidades del agro, como forma de
encontrar una solución al conflicto planteado en torno de las retenciones a la exportación.
Schiaretti remarcó que "en este momento donde hay cortes de ruta, la clave
es retomar el diálogo más que la posición que pueda tener cada uno". En Córdoba hay duros piquetes
y cortes de rutas en distintos puntos del interior.