En el primer trimestre del año las acciones mostraron una suba sustancial, en especial por la recuperación en precio de los bancos, petroleras y empresas ligadas al sector eléctrico. Los bonos siguieron pagando su renta normalmente, y ya cotizan a su valor de paridad. Las tasas de interés en pesos, se mantuvieron en niveles del 23% anual para plazo fijo, 27% anual para los bonos del Estado, y 29% anual para letras del Banco Central. Los plazos fijos en dólares han comenzado a crecer, y el Estado paga el 4,7% anual para colocaciones a un año de plazo.
Con estos números, la actividad financiera dejó muy buenos resultados. Sin embargo, la producción quedó con menos rentabilidad, y alta preocupación.
En los primeros cuatro meses del año, la devaluación del dólar oficial fue del 4,3% anual, versus un dólar blue que cayó en un 10%. Claramente el dólar blue fue el mayor perdedor en la carrera de resultados en el primer cuatrimestre.
En los primeros cuatro meses del año la inflación real rondaría el 8%, mientras que la devaluación fue del 4,3%, lo que implica una suba de los costos en dólares, en la mayoría de las actividades. Esto le quitó fuerte rentabilidad a los negocios ligados directa o indirectamente a insumos importados, o exportadores.
El que se lleva la peor parte fue el sector primario, el precio de las materias primas agropecuarias habría caído como mínimo, un 30% en dólares, los costos en pesos, han crecido un 30% en el último año, y la devaluación en los últimos 12 meses fue del 11,5% anual. Con estos porcentajes podemos observar que el principal sector exportador argentino está en problemas.
La balanza comercial muestra un resultado muy ajustado, las exportaciones e importaciones están en un nivel muy similar, y el sector externo aporta pocos dólares a las reservas.
En los primeros cuatro meses del año, los ciudadanos adquirieron unos u$s 1.900 millones de dólar ahorro, aprovechando el bajo precio del oficial, que se ubica en $10,70 para la compra con el 20% de anticipo a ganancias, y compite contra un dólar blue en $13.
El Banco Central no vio caer sus reservas en términos nominales, pero entre sus reservas ya cuenta swap chinos por u$s 4.600 millones y créditos del Banco de Francia por u$s 3.000 millones. Si bien el maquillaje de números no se detiene, las reservas treparon a los u$s 34.000 millones, gracias a la colocación de Bonar 2024, y el ingreso de dólares por la colocación de deuda de YPF.
En materia de emisión monetaria, en la primer parte del año, la base monetaria cayó el 2%, gracias a que la entidad se endeudo en $40.000 millones de pesos. El Banco central, por un lado emite pesos, y por otro lo retira a una tasa del 29% anual. Con estos niveles de tasa de interés, la actividad económica está ausente en la vida cotidiana. Las industrias producen menos, los comercios venden menos, y los ciudadanos consumen menos, o mutan sus consumos por productos de menor precio.
La base monetaria asciende a $454.392 millones, y el endeudamiento del BCRA suma $300.000 millones, esto implica que representa el 66% de la base monetaria. Tamaña deuda, que paga una tasa tan elevada, en algún momento traerá un dólar de cabeza.
Lo que viene. El gobierno desea seguir por este camino en los meses precedentes. La devaluación se situara en torno del 1% mensual, seguirá emitiendo pesos y absorbiéndolos vía endeudamiento, lo que convalidará una tasa de interés elevada de cara al segundo cuatrimestre del año.
El dólar blue comenzará a salir de su letargo, con el ingreso de créditos externos, y la cosecha, el mercado estará un poco más líquido, y todo peso que sobre irá a protegerse al dólar, u otro activo que sea resguardo de valor. Las acciones y bonos seguirán a la suba, en el marco de un escenario electoral que da por terminado un ciclo político y económico, inclusive, lo da por terminado, aún si gana el oficialismo.
La economía financiera descuenta cambios, y se posiciona a futuro. La economía real, sufre la falta de actividad y el poco dinero en manos del público. La falta de acuerdo paritario pone en peligro la actividad económica en el mes de mayo. Los sindicatos reclaman un incremento salarial del 30% como mínimo, sin embargo, el gobierno solo estaría dispuesto a homologar incrementos salariales del 24%. En este escenario, los trabajadores siguen cobrando salarios 2014, y tienen que convivir con precios 2015. Esto conlleva una fuerte caída de ventas y rentabilidad.
Así, la conflictividad laboral será una constante en los meses que siguen. Con la homologación de acuerdos, el mercado se entonará en el segundo cuatrimestre.
Conclusión. La economía de la especulación estará feliz. Vemos un escenario muy propicio para la suba de bonos y acciones.
Los emprendedores tendrán que remarla en el dulce de leche. Un escenario de ventas muy tranquilas y rentabilidad acotada. Así de simple y binario, el hombre de la bolsa feliz, y el hombre de la calle complicado. No deje de apuntarle unos pesos a YPF, consigue dinero en el mundo a menos tasa que el Estado, el petróleo comenzó a subir y consolida su posición dominante en el exterior.