Los empresarios reconocieron ayer que el aumento salarial de 19,5 por ciento alcanzado el miércoles
por el gremio de los camioneros, que lidera Hugo Moyano, puede ser considerado un caso testigo,
aunque coincidieron en que los futuros acuerdos dependerán del tipo de actividad, si es de
producción o servicios, y de las diferentes estructuras de costos.
Ese análisis fue el que realizaron los presidentes de la Confederación
General Empresaria de la República Argentina (CGERA), Marcelo Fernández; y de la Asociación de
Dirigentes de Empresas (ADE), Gastón O’Donell y en la misma línea se pronunciaron el director
de la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara), Horacio Di Lorenzi; y Pedro
Bergaglio, presidente de la Cámara de la Industria del Sweter.
En cambio, el dirigente del sindicato de camioneros e hijo del titular
de la CGT, Pablo Moyano, negó que el acuerdo salarial alcanzado con el gobierno funcione como
“caso testigo” para el resto de los gremios que procuran mejoras en los ingresos.
En ese sentido recordó que “en el 2006 hubo un acuerdo por el 16
por ciento, y el año pasado por el 16,5” para los camioneros, “y hubo organizaciones
gremiales que firmaron por encima de esos acuerdos”.
Sin embargo, para el arco empresario el puntapié que dio ayer Moyano fue
clave. Así, Fernández (CGERA) apoyó que “en paritarias se acuerden aumentos
salariales”, aunque estimó que “estos dependerán del tipo de actividad” y
mencionó como ejemplo la situación de los sectores “más sensibles como textiles,
indumentaria, juguetes, con las que hay que ser más cuidadosos ante el aumento de las
importaciones”, precisó.
Según el empresario, “hay que discutir salarios pero dentro de los
términos lógicos para no perder la competitivididad en el mercado interno y externo. Debemos ser
prudentes y tratar que no influya en los precios”.
Sobre el aumento del 19,5 % alcanzado por el gremio de camioneros,
insistió en que “según desde qué sector se la analice, para algunos sería alta y para otros
una cifra justa, pero no debemos olvidar que se trata de un sector de servicios, no de
producción”.
Un sector ganador. Desde el punto de vista del sector automotor, Di Lorenzi dijo que
“la velocidad del acuerdo marcó la necesidad de llegar en forma rápida a un consenso”.
“Nosotros tenemos previsto negociaciones colectivas para los meses
de abril y mayo donde habrá rondas con el Smata, pero lo cierto es que en la actualidad tenemos
salarios sumamente competitivos respecto del resto de la industria”, agregó.
Según Di Lorenzi, “las negociaciones son relativas” y
dependen además “de dónde partan; es decir, si están negociadas al tope del año pasado uno
tiene una postura, pero si los valores actuales son buenos, las posibilidades son otras”,
aseveró.
El representante de la industria textil opinó que el porcentaje
alcanzado ayer “puede estar dentro de los valores que acordemos nosotros, ya que pensábamos
que se podía arreglar entre 15 o 20 %”.
“Seguramente será un caso testigo el de los camioneros, porque yo
no creo que ningún otro gremio pretenda terminar una negociación por debajo de lo que ya se
logró”, agregó. l