El escenario económico internacional es el mejor. La seca en Rusia, el clima en
Estados Unidos y la mayor demanda de China llevaron a la soja a los 1.000 pesos la tonelada. El
campo todavía tiene guardado el 40% de la cosecha de soja, que irá saliendo de los silos en la
medida que el zapato aprieta y el precio suba. En este contexto, un aluvión de dólares invade las
arcas del Banco Central, que ya no sabe como contener el valor de la divisa.
La recaudación sigue apuntando a la suba, por mayores ingresos por retenciones y
mejora del consumo. Nada de esto es sustentable eternamente, pero hasta diciembre aguanta. Estados
Unidos no la tiene nada fácil, salir del atolladero en que esta le costará y mucho. Europa está
mal, pero a medida que transcurre el tiempo esta cada vez mejor. La suma de instituciones sólidas,
emisión monetaria y baja tasa de interés ayuda al mundo desarrollado, pero al mismo tiempo potencia
al mundo emergente. Este escenario es el mejor para el matrimonio Kirchner, que en las últimas
semanas ha visto como los planetas se alinean para hacerles la vida mucho más fácil.
Los bonos argentinos no pasan a rendir el 3% anual a 10 años como los
americanos, o 2,6% anual como los alemanes o 5% anual como los españoles. Los argentinos tenemos un
bono al 2017, que rendía entre el 13% y 15% anual, hoy ya rinde el 11% anual, y dentro de unos
meses puede bajar al 9% anual si Argentina emite deuda y el mundo desarrollado sigue
complicado.
El Bonar con vencimiento 2011 lo recomendamos en esta columna cuando rendía más
del 11% anual, hoy apenas rinde el 6% anual y no hay dudas que en marzo se paga.
El recordatoria no significa un acto publicitario, sólo se menciona porque la
suba sigue, pero tal vez no en la misma magnitud en los bonos, sino en la mejora en el mercado
accionario.
Diversificación
Cuando los títulos públicos alcanzan un máximo y la tasa de retorno no es
apetecible, los inversores comienzan a volcar sus excedentes en la Bolsa de Comercio. El índice
Merval que en lo que va del año fluctuó entre un máximo de 2.500 puntos y un mínimo de 2.050 puntos
y cerró el jueves en 2.350 puntos. Esto implica que aún el mercado no descontó la importante suba
en la paridad de los títulos públicos, que tuvo como correlato una baja en la tasa de retorno y por
ende un descenso en el riesgo país.
Este contexto debería dar lugar a una suba del Merval, como mínimo hacia niveles
de 2.800 a 3.000 puntos de aquí a fin de año, en la medida que la soja siga a la suba, entren
dólares del exterior y la recaudación permanezca en franco aumento.
Las recomendaciones son varias, pero comenzamos por lo primero. Si subieron los
títulos hay que ir por los bancos. Banco Macro subió muchísimo en el mes, hay que ir entonces por
el Francés y Grupo Financiero Galicia, ambos tienen espacio para recuperar.
“Si se viene una suba cántame las atrasadas”, diría un barandista en
la antigua Bolsa de Comercio. Allí está e sector energético cotizante en el Merval. Edenor, Pampa y
Transener están lejos de sus máximos y si recuperan serían un buen negocio. A veces no se
recuperan, por ello no hay que poner todas las fichas en un solo lugar.
Las materias primas vienen subiendo, por ende, hay que mirar el trío de Tenaris,
Aluar y Cresud que tienen mucho para dar, la última colocó una obligación negociable a tasa
atractiva, con lo cual tiene liquidez y materia prima en su balance. Excluimos de este grupo a
Petrobras Brasil, en el país vecino la tasa de corto plazo subió al 10,75% anual, se vienen tiempos
de elecciones y hay mucha incertidumbre, en este escenario preferimos mirar de afuera a esta
empresa, igual que a Pesa que no pesa nada en el mercado.
Las dos que siempre hay que tener, son Siderar y Telecom, la primera esta
liquida y se acopla a la suba de las materias primas, la segunda siempre codiciada por el gobierno,
pero lo más importante que gana plata y mucha. Entre el 11 de agosto y el 8 de septiembre llegan
todos los trimestrales y las memorias cerradas a junio. Es momento de comenzar a descontar
resultados positivos, se vienen días muy positivos para los mercados.
Conclusión
Este es un gobierno con mucha suerte. La soja subirá por encima de 1.000 pesos
la tonelada, el ganado aumentará porque sube el maíz y las vacas comen ese producto; la leche
también tendrá un escenario positivo y los sustitutos de la vaca arbitraran a la suba, porque el
asado esta cada día más caro. El envión viene de afuera, adentro no se sabe si será eternamente
sustentable. Hasta diciembre parece que llega, no la dejemos pasar y pongámosle unas fichitas a la
Bolsa, en una de esas nos regla el dinero para las vacaciones de verano.
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