Buenos Aires, 7 abril (NA) -- El permiso será una clave para liberar las tensiones que iniciaron
el conflicto comercial hace una semana, pero no solucionará la cuestión de fondo que cuestiona la
calidad del aceite argentino y bloquea su importación, lo que afectará exportaciones por 1.600
millones de dólares anuales.
En principio, funcionarios de ambos países acordaron que los barcos impedidos de bajar la
mercadería puedan hacerlo, al igual que aquellos que al momento de lanzar la medida se encontraban
en proximidad de las terminales chinas. Tras ello, seguirá el bloqueo al aceite argentino que no
cumpla con la nueva normativa china, que impone una calidad con residuos de solventes con un nivel
inferior a 100 partes por millón para ingresar con destino a consumo personal.
La reanudación de las exportaciones dependerá exclusivamente de la respuesta que el Gobierno
chino de Hu Jintao dé a la administración de Cristina Kirchner, la cual le pidió oficialmente que
suspenda el bloqueo. "China aceptó que los barcos que ya están en viaje puedan descargar lo que
llevan, pero las negociaciones siguen adelante y aún no se terminaron", explicó una fuente del
Gobierno argentino en declaraciones a agencias internacionales de noticias. "Esto surgió de las
negociaciones que están manteniendo los enviados por el Ministerio de Agricultura, pero no se
pueden realizar nuevos envíos hasta que no termine esta negociación", añadió.
Es el embajador plenipotenciario de Asuntos Agrícolas, Carlos Cheppi, quien se encuentra en
China -junto al vicepresidente del SENASA, Carlos Paz-, quien lleva adelante las negociaciones con
ministros chinos. Cheppi logró que la disputa comercial se impusiera en la agenda que iba a
desarrollar con funcionarios chinos, después de que el canciller Jorge Taiana presentara el pedido
formal para que cese el bloqueo al embajador chino en Buenos Aires, Gang Zeng.
La medida china podría de una represalia por iniciativas antidumping de la Argentina -el
principal exportador mundial de aceite y harina de soja- que afectaron productos del país asiático.
La decisión china habría sido tomada en represalia contra el proteccionismo aplicado por Argentina,
y provocó gran malestar entre los empresarios exportadores locales del sector y una elevada
preocupación en la Casa Rosada.
De continuar el bloqueo, los productores argentinos de aceite de soja se verán seriamente
afectados ya que el 75 por ciento de su producción anual está destinada a los puertos del gigante
asiático. En la campaña agrícola actual se proyecta cosechar 55 millones de toneladas de soja, de
las cuales 11 millones se utilizarían para producir 2.200.000 toneladas de aceite con destino a la
República de China.