"Es probable que haya un rebote en la economía en 2015, no un gran rebote pero sí un mayor nivel de actividad". Invitado por la Fundación Apertura, el economista Juan Llach criticó la política del gobierno nacional, aunque aceptó que hay un aflojamiento de las tensiones del frente externo. A su juicio, las expectativas de un cambio de gobierno son las que sostienen la potencialidad de una recuperación.
—Ultimamente se instaló la posibilidad de un acuerdo con los holdouts en enero, cuando vence la Rufo. Esto, más el control policial del mercado de cambios, posibilitó esta caída del dólar blue. Se agregó el swap con China, la liquidación de exportadores y la licitación del 4G. Hay un aflojamiento del frente externo. Igual, creo que hay mucha volatilidad. En lo interno, la situación empeora levemente, un poco inducida por la política económica. Los balances de los bancos crecen más por la compra de Lebac que por el crédito al sector privado. Se optó por un curso recesivo, en parte para que no se acelere la inflación. Influye también la opción de dejar de retrasar el tipo de cambio. Ahí estamos en una situación más o menos como a principios de año.
—La inflación está convergiendo de nuevo a un nivel más cercano al 2 por ciento mensual. Anualizado, debemos estar en 36 por ciento. Es un gran salto, de 10 u 11 puntos, respecto de los años anteriores.
EM_DASH¿La tranquilidad cambiaria le da aire al gobierno?
— No queda tiempo para un plan de estabilización en serio. La herramienta de atrasar el tipo de cambio es costosa. Las exportaciones están castigadas por los precios en baja y porque no se importan insumos. Hay deudas del BCRA con importadores. Si a eso se agrega un tipo de cambio que crece menos que los precios, no ayuda a reactivar la economía.
EM_DASHPero la devaluación de enero no mejoró las exportaciones.
— No. Coincidió con que poco después empezaron a bajar los precios de los commodities. Si devaluás y no hacés algo con la inflación es difícil que tenga impacto en el aumento de las exportaciones. La devaluación sirvió para bajar una expectativa. No olvidemos que vino acompañada de una fuerte suba de tasas de interés, por la que echaron a Fábrega.
EM_DASHAhora volvieron a subir.
— No tanto, en realidad. Pero sí es claro que la política monetaria es restrictiva. Desde el IAE teníamos proyectada una caída del PBI del 2 por ciento desde principios de año y ahora yo lo veo un 2,2 por ciento o 2,3 por ciento. Claramente es la caída más fuerte desde 2009. Pero en ese momento el mundo estaba en la peor crisis desde 1930. Es verdad que Brasil está frenado y América latina no anda bien. Pero Argentina va a tener 4 puntos de diferencia en el PBI con los países de la región.
EM_DASHCon este contexto internacional, ¿qué tractor podría impulsar el crecimiento el año que viene?
— Ahí van a ser determinantes las expectativas que se vayan creando por dos factores. Primero, si se negocia con los acreedores. Y a partir de abril van a empezar a gobernar las encuestas. Si se afianza la perspectiva de un triunfo de la oposición, que es lo más probable, claramente la economía va a tender a recuperarse. Porque la gente empieza a tomar posiciones, comprando activos más baratos antes de que suban. El que no iba a comprar el auto, por ahí se larga. En el segundo trimestre del año que viene, curiosamente, empieza a "gobernar" el próximo gobierno. El 2015 depende de estas dos cosas.
EM_DASH¿Las expectativas no están operando ya en la actividad económica ya en 2014?
— Sí. Hoy el riesgo país de Argentina es de menos de 600 puntos. En 2012 estuvo cerca de 1.200. Esto quiere decir que la mayoría de los bonos vencen con el próximo gobierno, y la perspectiva es que ese gobierno va a conseguir financiamiento y renovar vencimientos. Y los precios de los activos se mantuvieron bastante, dentro de todo. El campo bajó un poco por los commodities, los inmuebles un 10 por ciento, en algunos casos, Pero no hubo ningún derrumbe en los precios de los activos. Ha habido una huida del peso pero no de los activos.
EM_DASHHay una parálisis pero no una destrucción de valor.
—Totalmente. Si no fuera por eso, la recesión sería de 4 por ciento este año. Lo que frenó esto es la idea de que va a haber una mejora de la política económica. El nivel de actividad está sostenido por la expectativa del cambio. Dicho de otra manera, si la sensación fuera que en 2015 Argentina continúa con esta misma política, habría más riesgo país, menos precios de los activos y menos actividad.
EM_DASH¿Esto es una percepción de los inversores o de la población?
—De la gente también. Fijate en la venta de bienes durables. La caída en la venta de motos se explica por la caída del salario real. Pero la de autos, por ejemplo, se explica por una decisión de esperar, ahorrar en dólares y ver qué pasa el año que viene.
EM_DASHUno podría pensar que la gente que tiene un ingreso bajo no tiene mucha capacidad de hacer ese cálculo.
—Sí. Es el primer año en mucho tiempo en que los salarios de convenio bajan. Los de los de trabajadores fuera de convenio, ya hace unos años que lo hacen. Eso influye en la caída de la demanda. Es el primer año desde 2002 en que baja el consumo. Va a caer por encima de 2 por ciento. En cuanto al empleo, en un año, la construcción perdió 25 mil puestos, la industria otro tanto. Bajaron las horas trabajadas. Eso se siente a fin de mes.
EM_DASHA pesar de la recesión, la inflación no desaceleró mucho.
— Sí, es un buen punto. Pero acá hubo suba de costos por la devaluación, el cepo importador. También hubo un aumento del gasto fiscal. Pero es cierto que la recesión fue poco efectiva para bajar la inflación por esa vía.
EM_DASH¿Hay una agenda opositora económica?
—El gobierno se mantiene en el centro de la escena política, a veces con proyectos muy peligrosos. Pero la campaña empieza el año que viene. Lo positivo que veo en este aspecto es que todos los candidatos opositores tienen una agenda parecida. No va a haber un giro de 180 grados. Pero sí va a haber cambios. Cambios que convergerán hacia Colombia, México, Brasil, Uruguay y Bolivia. El consenso es hacia la racionalidad económica. No hay una vuelta atrás a un modelo neoliberal.
EM_DASH¿Cómo se daría un arreglo con los buitres?
—Tenemos la novedad de que el juez Thomas Griesa comenzó a escuchar los pedidos de otros fondos. Yo de los fondos buitre tengo una opinión ética muy baja. Pero creo que hay que tener un criterio pragmático. El costo que tuvo para la sociedad todo este relato de no pagar, es muy grande. Toda la deuda con los buitres es el 3 por ciento del PBI. Esto fue mal manejado desde un principio. El juez Griesa tiene sus limitaciones. Pero la estrategia de insultarlo ha sido claramente contraproducente. Yo creo que va a ser una saga la negociación. No va a ser automática. Es un tema complejo, en el que se han votado leyes. Pero el camino elegido es el más costoso.
EM_DASH¿Un arreglo en enero sería suficiente para volver al mercado de crédito?
—Creo que si Argentina arregla puede conseguir crédito mucho más barato que el de hoy. Creo que tendría mucha oferta de crédito claramente por abajo del 10 por ciento.
EM_DASHEn estas condiciones, puede volver el crecimiento en 2015?
—Sí. Es más probable que haya un rebote en 2015. No un gran rebote pero sí un escenario de mayor nivel de actividad.