El gobernador Miguel Lifschitz aseguró que mantendrá el reclamo a la Nación para que pague la deuda por coparticipación que tiene con Santa Fe, más allá de las negociaciones que se lleven adelante para alcanzar un nuevo pacto fiscal. El mandatario se refirió a la propuesta que el jueves pasado hizo el presidente Mauricio Macri para enviar más fondos a la provincia de Buenos Aires, modificar la masa coparticipable, cerrar los litigios con la administración central, ajustar el gasto y reducir el impuesto a los ingresos brutos.
El plan será evaluado por los gobernadores, y sometido a una nueva negociación el jueves próximo en la Casa de Gobierno. El ministro de Economía de Santa Fe, Gonzalo Saglione, aclaró que, según los primeros números que sacaron, la provincia "no perdería recursos nacionales durante el año que viene".
Sí reconoció que Buenos Aires será la provincia más beneficiada en la negociación porque se llevará 20 mil millones de pesos adicionales.
Esto es así porque el pacto reconoce el planteo que realizó la gobernadora María Eugenia Vidal para actualizar el Fondo del Conurbano Ese reclamo fue presentado a la Corte de la Nación, con la idea de recuperar 65 mil millones de pesos. Si se firma el acuerdo propuesto ayer, el fisco bonaerense desistiría de la demanda y se alzaría con un tercio de los recursos que fue a buscar como objetivo de máxima. El resto de los distritos los perdería pero obtendría una compensación.
Esa compensación, en parte, vendría de la coparticipación plena del impuesto a las ganancias, el reparto de nuevos impuestos y, probablemente, de alguna asignación específica.
"Claramente Buenos Aires es la gran ganadora porque reunirá 20 mil millones de pesos adicionales", dijo Saglione, quien aclaró que si bien Santa Fe "no perdería montos en 2018", sí perdería "automaticidad en el esquema de reparto".
El ministro del Interior del gobierno nacional, Rogelio Frigerio, defendió la propuesta para resolver el diferendo, al señalar que la justicia del reclamo bonaerense no es cuestionada por los otros mandatarios. La provincia vecina fue perjudicada cuando se congeló su participación en el fondo, mientras que el resto recibía una suma que aumentaba con la recaudación.
Lifschitz se mostró de acuerdo con darle "una solución política" al reclamo "legítimo". Pero opinó que, resuelta la cuestión de esta manera, deberían frenarse los "subsidios especiales a la energía y el transporte y la trasnferencia de partidas diferenciales para obra pública que Nación destina a Buenos Aires" Agregó: "Todos deberíamos estar en igualdad de condiciones".
El gobernador aclaró, además, que "no es negociable" el reclamo para que el Estado central pague la deuda histórica generada por la detracción indebida de la coparticipación desde el año 2009. El monto involucrado se acerca a los 50 mil millones de pesos.
El jueves, Frigerio propuso hacer "borrón y cuenta nueva" con los litigios cruzados, a partir del pacto fiscal.
El otro punto de las negociaciones está vinculado a la pretensión macrista de que las provincias reduzcan gradualmente el impuesto a los ingresos brutos. Saglione precisó que "Santa Fe no está demasiado alejada" del esquema de alícuotas que propuso la Nación.
Lifschitz, incluso, dijo que "en líneas generales" comparte "varios objetivos" planteados por el presidente. Pero advirtió que los cambios deben ser graduales, que la Nación debe compensar a las provincias y que se debe mantener la potestad tributaria de los Estados subnacionales. "Una cosa es acordar criterios generales y otra cosa, que nos den una receta", aclaró.