En materia fiscal las provincias saldrían de la pandemia mejor de lo que entraron. Así lo señaló el último informe de la consultora Equilibra, que conducen Martín Rapetti y Diego Bossio. En un análisis sobre las cuentas provinciales al cabo del primer semestre del año, los economistas señalaron que el consolidado de jurisdicciones del interior pasó del déficit al superávit fiscal. La renegociación de deudas y el aumento de la recaudación tributaria contribuyeron a este resultado.
El resultado financiero alcanzó los $ 241.000 millones (0,56% del PBI) en la primera mitad del año y se quintuplicó en términos reales con respecto a igual período del año anterior. l resultado primario, descontando los intereses de la deuda, fue de $ 316.000 millones (0,75% del PBI) y se duplicó interanualmente en términos reales. Así, las cuentas provinciales evidencian una mejora en su balance financiero de $ 208.000 millones en el primer semestre de 2021.
“Este resultado se explica principalmente por una recomposición de los recursos”, señala la consultora. En ese sentido, mientras los ingresos provinciales se incrementaron 5,34% real durante el primer semestre, las erogaciones se redujeron un 0,8%.
Sin embargo, se observaron importantes cambios en el sendero que siguieron las fuentes de ingreso y cambios en la composición del gasto público provincial.
Por el lado de los recursos, el mayor dinamismo lo mostraron los ingresos tributarios de origen provincial (12% real), seguido por los de origen nacional (10%). En contraste, las transferencias no automáticas ue realiza el gobierno nacional bajaron 40% interanual en el primer semestre. “Esto se explica porque el año pasado el gobierno nacional asistió fuertemente a las provincias para enfrentar la pandemia y, como consecuencia, tienen una alta base de comparación”, aclaran los economistas.
En términos de erogaciones, el consolidado de provincias mostró una leve caída entre 2020 y 2021, aunque se observó un cambio en su composición. La renegociación de la deuda pública en muchas provincias llevó a una caída en los intereses del consolidado, en términos reales, que alcanzó el 31% durante el primer semestre. Los ajustes siguieron con el gasto en personal (5,75%) y previsional (7%).
En contraste, las erogaciones de capital se incrementaron en 117.000 millones de pesos en el primer semestre y representaron una suba real del 27,5% anual. Como consecuencia, parte de la caída en términos reales del gasto corriente se utilizó para financiar la expansión del gasto de capital.
Si bien mejoró la posición fiscal de las provincias, las dinámicas regionales fueron heterogéneas. Por ejemplo, la Patagonia pasó de un déficit financiero de $ 23.500 millones a un superávit de $ 10.000 millones, con una reducción importante de las erogaciones corrientes, mientras que las provincias del Noreste lograron, a pesar de la expansión del gasto, mejorar su posición financiera en $ 25.000 millones por un aumento en los ingreso de $ 144.500 millones.
El análisis de la consultora que conducen Rapetti y Bossio es concluyente. En materia fiscal, las provincias “saldrían de la pandemia mejor de lo que entraron”. Las mejoras en las cuentas públicas se comprueban también en la comparación con 2019. Mientras ese año el balance financiero cerró en -0,55% del PBI y en 2020 de -0,24% del PBI, en 2021 cerraría en torno al 0,5% del producto. “La posición fiscal de las provincias mostraría una mejora, principalmente por un incremento en la recaudación (con una mayor presión tributaria provincial) y una reducción en términos reales del gasto público que se fue licuando con la inflación en los últimos dos años”, señalaron.
No obstante, advierten que en 2022 “las cuentas públicas podrían mostrar cierta tensión. Entienden que, por un lado, la desaceleración en la economía frenaría la dinámica de los ingresos públicos provinciales, tanto los de origen nacional o los propios. Aseguran que ya se comienzan a mostrar signos de menor dinamismo en los últimos meses. Por otro lado, en el último trimestre del año las provincias actualizarían los salarios en torno al 45% anual y ponen un piso bien alto para el año que viene. De esta manera, con menor dinamismo en los ingresos y paritarias más altas, las cuentas públicas podrían evidenciar un camino bien distinto al transitado en 2021.