Los haberes jubilatorios lograrían este año una recuperación en términos reales del 2,9% si la inflación llega al 40%, en cambio, perderían 2,1% si los precios suben hasta el 50% en el año.
Los haberes jubilatorios lograrían este año una recuperación en términos reales del 2,9% si la inflación llega al 40%, en cambio, perderían 2,1% si los precios suben hasta el 50% en el año.
Los datos corresponden a un trabajo elaborado por Marcelo Capello y Laura Caullo, de Ieral Fundación Mediterránea, que evalúa dos escenarios posibles en materia de variables macroeconómicas, que no sólo contienen los índices inflacionarios, sino además la evolución de los salarios y de la recaudación, que son los componentes que se tienen en cuenta en la nueva fórmula de movilidad que comenzó a aplicarse a fines del año pasado.
De hecho, la inflación es un jugador central a la hora de definir la política de ingresos en la Argentina y la aceleración que mostró en el primer trimestre del año al acumular un 13% de suba, no sólo podría echar por tierra las previsiones oficiales contenidas en la ley de presupuesto sino que además enciende las alertas sobre la recuperación del poder adquisitivo de las jubilaciones y pensiones, que están regidas por la nueva movilidad aprobada a fin de 2020.
“Los haberes jubilatorios podrían tener una suba interanual del 44,1% en diciembre de este año con lo que mejoraría en 4 puntos porcentuales el poder adquisitivo de las jubilaciones en términos nominales, si la inflación anual no supera el 40%”, planteó el relevamiento, lo cual representa una mejora del 2,9% en términos reales, es decir medido contra la suba de precios.
De todos modos, advirtió que ese escenario sería distinto, si la escalada de precios llegara al 50% este año. En ese caso, los haberes jubilatorios subirían tres puntos por debajo de la pauta inflacionaria, con un crecimiento del 47% interanual en diciembre, frente a una inflación del 50%, y una pérdida de 2,1% en términos reales.
Por otra parte, para compensar los ingresos de aquellos jubilados que cobran menos, el gobierno nacional decidió pagar un bono de $1.500 para los beneficiarios cuyos ingresos no superen los $30.856, es decir el 70% de las personas del régimen general, con lo cual “junto a otro posible bono que pudiera concederse hacia fin de año, los beneficiarios de bajos haberes no perderían poder adquisitivo contra la inflación en 2021”, indicó el relevamiento de Ieral.
Pasando en limpio, considerando una inflación y salarios al 40%, hacia diciembre el poder adquisitivo de una jubilación mínima sería equivalente a $22.062 de marzo, implicando una recuperación interanual de 2,9% en términos reales. No obstante, bajo el escenario en el cual la inflación llegara al 50% y salarios al 45%, en diciembre podrían percibir un haber de $21.033 a valores de marzo 2021, con una caída interanual del 2,1% en términos reales.
Por otra parte, el informe de Ieral Fundación Mediterránea compara esta actualización prevista en la nueva fórmula de movilidad, con la que regía hasta 2019 durante el gobierno de Mauricio Macri (ley 27.426). Al respecto muestra que en el caso de una inflación anual del 40%, la jubilación sería de $22.064 en diciembre de este año, mientras que hubiese llegado a $23.585 es decir $1.521 menos. Sin embargo, por efecto de la compensación generada a partir de los bonos otorgados, el número cambia y el haber real pasaría $ 23.754, por encima de lo que hubiese recibido un jubilado con la normativa anterior.
En el segundo escenario (inflación del 50%), la jubilación a diciembre de 2021 llegaría con la fórmula actual a $21.033 contra los $22.027 de la ley del macrismo. Pero contemplando el adicional de los bonos la ecuación cambia ya que se ubicaría en $ 22.724, superando el ingreso del régimen que rigió hasta 2019.
La situación es distinta para aquellos pasivos con haberes superiores al mínimo legal, a quienes no se otorgaron bonos compensatorios durante 2020, “comparando los aumentos efectivos realizados por DNU sobre sus haberes (2,8 veces mayores en el ejemplo considerado) con los incrementos que correspondían por la ley 27.426 (movilidad Macri), se advierte que aquellos que cobraban tales retribuciones hubieran obtenidos mayores ingresos que los otorgados por decreto”, indicó el informe de Ieal.
De ese modo, concluye que “esbozando un panorama para el 2021, en el primer escenario (de inflación al 40%), estos jubilados de mayores ingresos perderían alrededor de $8.730 en diciembre 2021, mientras en el segundo escenario (inflación de 50%) la pérdida sería de $6.955, con relación a la movilidad anterior.
El informe de Ieral indica que la suspensión de la fórmula de movilidad del año 2017 (ley 27.426), “permitió un ahorro cercano a los $100 mil millones en 2020, equivalente a 0,37% del Producto Bruto Interno (PBI)”. Ese cálculo no incluye los montos fijos pagados durante enero 2020, tampoco el bono adicional otorgado en abril a los jubilados de la mínima, junto a beneficiarios de planes sociales y otros programas, como consecuencia de la pandemia.
“Si se consideran los bonos otorgados en enero ($5.000) y abril ($3.000) a los beneficiarios del haber mínimo, el ahorro previsional fue de $74 mil millones (0,27% del PBI) en 2020, con relación a la fórmula anterior”, agregó.
Para 2021, “se estima que la masa de haberes previsionales podría tener una variación real de entre -9,5% y 8,4% según los escenarios de mayor y menor inflación en dicho año, respectivamente”, indicó el informe. En términos del PBI, “el gasto se ubicaría entre 7,1% y 7,4%, menor a 2020, teniendo en cuenta la recuperación en el PBI que se espera para 2021, luego de una caída del 10% el año previo”.
De este modo, bajo los escenarios planteados (inflación del 40% o del 50%), “en 2021 el gasto previsional aumentaría entre 33,5% y 34,6% en valores nominales, versus 33,3% que aumentaría con la movilidad suspendida en 2019”, agrega.