La tasa de interés en Estados Unidos y la devaluación del real, son dos amenazas concretas para la economía argentina. Las tasas de interés local está en los niveles más altos de la galaxia.
La tasa de interés en Estados Unidos y la devaluación del real, son dos amenazas concretas para la economía argentina. Las tasas de interés local está en los niveles más altos de la galaxia.
Estados Unidos sigue mostrando un escenario económico expansivo. No obstante, las perspectivas de crecimiento se limitan a un 2,5% anual, muy por debajo del potencial de esta economía. La gran revaluación del dólar, está comentando a impactar en el mercado americano, sus empresas transnacionales no logran una adecuada renta, debido a sus altos costos en dólares, mientras que el euro se derrite jornada tras jornada.
La tasa de los bonos de tesorería americano se quedó regulando en torno del 2% anual, y los miembros de la Reserva Federal auguran una tasa de corto plazo en torno al 3,5% anual, recién para el año 2017. Sin presiones por un mayor empleo, y con un crecimiento moderado, no hay apuro para subir la tasa de corto plazo, que se ubica en el 0,25% anual, y que podría mostrar una suba, mínima, para septiembre o diciembre del 2015.
Esta noticia le vino muy bien a las materias primas, que actúan como manada, y encontraron un piso en sus cotizaciones. Las perspectivas son positivas ya que la tasa de interés en 0%, elevó el rendimiento de las acciones, pero hoy se encuentran en un techo muy importante, salvo las acciones argentinas, que siguen retrasadas respecto al resto de los papeles del mundo. Así, las materias primas, aparecen como única opción, a precios bajos.
Por el lado de Brasil, viene la segunda gran preocupación argentina. El real se ubica en niveles de 3,30 por dólar, y en lo que va del año se devaluó el 20%, mientras que el peso, se devaluó el 3,5%. Si medimos la evolución de ambas monedas desde diciembre de 2013 a la fecha, el peso argentino se devaluó el 35%, con una inflación acumulada del 40% en 15 meses. El real se devaluó el 39,8%, con una inflación acumulada del 9% en 15 meses. Estos números resultan irrefutables, Brasil esta muchísimo más económico que Argentina, y esto nos generará un cambio en el flujo de comercio.
La devaluación de Brasil, tarde o temprano, hará que Argentina tenga que revisar su política cambiaría. Si nuestras exportaciones caen, y cerramos la economía a las importaciones, la consecuencia natural, será una menor actividad económica.
En el plano interno, el mercado está muy tranquilo. Los asalariados no han podido formalizar la actualización salarial del año 2015, y los trabajadores han perdido poder adquisitivo. Este fin de semana largo, será más casero que turístico. Las ventas minoristas se han amesetado y se ha perdido el efecto de las 12 cuotas en las tarjetas. La venta de vehículos sigue a la baja, y la compra de propiedades ha quedado en manos de inversores, ya que el primer propietario no aparece en las inmobiliarias, sólo asoma el primer inquilino.
El ritmo financiero. Volviendo a los mercados, parecería que el Banco Central estaría dispuesto a acelerar la devaluación para los próximos meses. Con este tipo de cambio será imposible conseguir un buen saldo de la balanza comercial. Por otro lado, las tasas de interés en Argentina, son las más altas de las galaxias. Mientras que en el mundo impera la deflación y la tasa 0%, en Argentina el Banco Central se financia al 29% anual, y una pyme, no consigue financiamiento por menos del 40% anual (la tasa más alta de toda la galaxia). En este escenario, la falta de rentabilidad se comenzará a sentir, los atrasos en las cobranzas son manifiestos, y la sucesión de feriados traerán más dificultades.
Los bonos argentinos están en niveles récord, no hay por delante una ganancia muy relevante, cuando el Boden 2015, Bonar 2017 y Bonar 2024 ya cotizan por encima de la par. El mercado inmobiliario muestra valores muy bajos, en función de los que podría alcanzar a un año vista, con cambio de gobierno mediante y fin de ciclo político K. No sería mal momento para arbitrar bonos de corto plazo, muy sobrevaluados, por propiedades.
Para los que quieran seguir en bonos, tendrán que animarse a comprar el bono con descuento bajo ley argentina que en Bolsa vale $1.677, y paga una renta de u$s 11,6 al año. Si lo medimos en dólar blue, su cotización esta en u$s 129 y su valor técnico se ubica en u$s 140, por ende cotiza por debajo de su paridad en el 92%. Estos bonos vencen en el año 2033 y paga amortización desde el año 2024 en adelante. Da un poquito de escalofrío, pero generan una buena renta.
En materia de acciones, los bancos ya volaron, y Siderar mucho más, lo que alienta expectativas positivas para la economía de cara al año 2016. Un papel que todavía no terminó de explotar es Cresud, en el año 2011 la acción cotiza a u$s 2,00 oficiales, hoy cotiza por debajo de dicha marca, y es una empresa que tiene activos ligados al sector inmobiliario, desde propiedades, campos, oficinas y locales comerciales.
Una empresa del sector construcción, TGLT, que tiene como accionista mayoritario a la brasileña PDG, vio cómo su empresa controlante se desprendió de sus acciones, y pasaron a manos de dos fondos de inversión americanos. Esto muestra que hay un gran interés por Argentina, y el sector construcción. Recordemos que TGLT tiene dos grandes proyectos en la ciudad de Rosario, lo que permite hacer más palpable lo que tantas veces repetimos, la construcción es una gran oportunidad de inversión en esta etapa de la Argentina.
Si no quiere comprar ladrillos, compre acciones de TGLT que valen en bolsa $ 8,30, o bien acciones de Cresud que valen $17. Si tiene que elegir una, desde esta columna nos inclinaríamos por Cresud, ya que tiene activos inmobiliarios más diversificados, cotiza en Estados Unidos y más liquidez en plaza.