Con retraso y luego de negociaciones inusualmente duras, la ronda de negociaciones salariales correspondiente a 2011 comenzó a cerrarse, al menos para el caso de los grandes gremios. La mayoría de los sindicatos alcanzaron tasas de aumento que giran en torno del 30 por ciento, aunque esa pauta salarial resulta este año más relativa que nunca, ya que encripta un laberinto de negociaciones que este año se miden más por los sueldos básicos alcanzados, el escalonamiento de los incrementos y los pisos construidos para discutir los sueldos en el año próximo.
Trabajadores de estaciones de servicio, alimentación, obreros de la carne y mercantiles alcanzaron aumentos por encima del 30 por ciento. Bancarios, empleados públicos provinciales y municipales y metalúrgicos cerraron en el nivel del 28 por ciento al 29 por ciento. Aceiteros, camioneros, construcción y petroleros arreglaron en el nivel del 24 por ciento y 25 por ciento.
Es verdad que las apariencias engañan, y los porcentajes también. En primer lugar, porque muchos de los gremios que pactaron los incrementos porcentuales más altos lo hicieron para ajustar salarios mínimos deplorables a un piso de sueldo que le permitiera sacar un empate con el brusco salto inflacionario de los últimos tiempos. La búsqueda de llevar el primer escalón a un nivel cercano a 4 mil pesos marcó las paritarias de los gremios que representan a trabajadores de actividades de menor rentabilidad o de menor distribución del ingreso, último caso este el de las grandes compañías de fabricación de alimentos.
El sindicato que agrupa a los trabajadores de las estaciones de servicio lideró el ranking de acuerdos porcentuales, con un 35 por ciento. Con eso redondeó un salario básico de 4 mil pesos. Antes del incremento, el sueldo promedio de la actividad era de 3.713 pesos, según el "Monitor de acuerdos salariales" elaborado por la consultora Abeceb.com.
A favor de los obreros del sector juega el recorrido relativamente corto en el que se alcanza esa pauta: entre mayo y agosto. El factor tiempo no es menor a la hora de analizar los acuerdos. Tanto desde los escalonamientos, ya que hay pactos que completan el incremento recién en marzo del año que viene, como de la fecha de vigencia del entendimiento y la aplicación del incremento. Hubo gremios que en el camino dejaron algún mes de incremento porcentual, que en general fue reemplazado por una suma fija. Pocos sindicatos lograron que el porcentaje se aplique desde el momento de inicio del convenio.
La negociación salarial del gremio de la alimentación es casi una radiografía de las tensiones del modelo económico. Del lado empresarial están las grandes firmas elaboradoras de alimentos del país, como Arcor, Kraft o las marcas alimenticias de grandes firmas de la agroindustria. Es uno de los sectores de mayor facturación y participación en el mercado de consumo. Pero con un incremento del 33,5% el básico de la actividad se va recién a los 3.850 pesos.
El año pasado, Alimentación encabezó el ranking de aumentos relativos con el 35%, motivo de verdaderas declaraciones de pánico por parte de los empresarios. En rigor, se trataba de pautas que llevaban los básicos a niveles de subsistencia. Este año, el reclamo del gremio arrancó en 40%. El acuerdo todavía no fue firmado porque los empresarios le pidieron al secretario de Comercio Interior, que les autorice trasladarlo a los precios. Atarán así inflación a aumento de salarios, consagrando una profecía autocumplida, no por obra de la mano invisible sino del poder de tener una posición dominante en el mercado.
Aceiteros
El sindicato de aceiteros arregló en la franja del 25%. Pero ya el año pasado había conseguido un básico de 5 mil pesos. Cerró su acuerdo a fin de 2010, e incluyó fuertes sumas por gratificaciones. Su piso salarial se convirtió en referencia regional para la negociación en el cordón agroportuario.
Porcentajes y salarios de bolsillo
Los estatales nacionales nucleados en UPCN, Camioneros y el sindicato del petróleo se ajustaron a la pauta salarial oficial del 24%.
Pero las realidades no son las mismas. El básico de Camioneros está cerca de 6 mil pesos. El 24% acordado por el Sindicato del Petróleo y Gas Privados, forzado por una durísima negociación salarial que se cerró el mismo día en que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner acusó a los dirigentes sindicales cegetistas de extorsionarla, se aplica sobre un salario promedio del sector de 14.900 pesos. Tiene también algo de dibujo. Hay otra suba del 6%, que lleva el incremento al 30%, a aplicarse en marzo de 2012.
Entre los grandes gremios, bancarios, metalúrgicos y mercantiles comparten la zona de la pauta salarial del 30%. Con diferencias. La Bancaria tardó en cerrar su negociación pero logró que desde mayo ya se aplique todo el incremento. El sueldo inicial pasó a 5.800 pesos. La UOM también tuvo una paritaria áspera. Consolidó un básico de 3.200 pesos y en julio llegará al 25% del acuerdo. El resto, entre enero y marzo de 2012.
Los empleados de comercio que conduce Armando Cavalieri todavía esperan que se formalice el acuerdo salarial alcanzado recientemente, por el cual entre mayo y diciembre se alcanza en tres tramos un incremento del 30%. El sueldo mínimo pasará a ser de 4 mil pesos.
Comercio. Cuando sólo falta la firma del convenio, las conversaciones se trabaron por la discusión sobre la base de aplicación de ese porcentaje, el sueldo de bolsillo o el de referencia de cada categoría, la discusión de un plus salarial para los cajeros y la equiparación salarial de choferes con los Camioneros. Esta última fue la exigencia del jefe mercantil para mantenerse como ariete del sector empresario y parte del gobierno contra Hugo Moyano.