La Reserva Federal (FED) de Estados Unidos decidió ayer subir en 0,75 puntos básicos la tasa de interés que regula el costo del dinero, ubicándola de esta forma en un rango de entre 1,5% y 1,75%, a tono con las especulaciones previas de los analistas e inversores del mercado. La suba es la más alta desde 1994 y tiene por objetivo poner freno a la inflación.
Los analistas advierten que, como contrapartida, la medida podría ocasionar un enfriamiento de la economía tanto a nivel local como global, debido a los movimientos que podría ocasionar en los flujos de inversión desde actividades productivas o financieras en otras latitudes hacia los bonos del Tesoro de los EEUU, que con el incremento resultan más atractivos.
El objetivo primordial de la FED es frenar el incremento de la inflación en Estados Unidos, que en mayo ascendió al 8,6% anual, lo que significó el mayor aumento en 40 años (desde diciembre de 1981).
La FED no disponía una suba de 75 puntos básicos en la tasa de interés desde noviembre de 1994. En su anuncio, el Comité Federal de Mercado Abierto manifestó estar “fuertemente comprometido a devolver la inflación a su objetivo del 2%” y anticiparon que seguirán realizando ajustes al alza este año de la tasa de interés, según consignó la agencia Bloomberg.
El presidente de la FED, Jerome Powell, advirtió ayer en Washington que el directorio del organismo podría disponer otro aumento de las tasas de interés de 75 puntos básicos en la próxima reunión prevista para julio.
De esta forma, los funcionarios proyectaron un aumento hasta del 3,4% para fin de año, lo que implica otros 175 puntos básicos de ajuste durante los meses venideros. Asimismo, se estimó una tasa máxima del 3,8% en 2023. La mediana de las proyecciones en marzo era del 1,9% este año y del 2,8% para el próximo.
Respecto al impacto sobre la actividad económica de EEUU, las autoridades de la Fed previeron que el crecimiento del producto interno bruto disminuirá al 1,7% este año, frente a la proyección de una expansión del 2,8% realizada en marzo, precisó Bloomberg. En tanto, el desempleo podría aumentar hasta el 4,1% a fines de 2024, frente al 3,6% previo.
Impacto
En Wall Street, el índice Dow Jones subió un 1% y el S&P 500 en 1,5%, mientras el Nasdaq creció un 2,5%. La renta variable se recuperó tras su peor caída de 5 días desde el inicio de la pandemia. Los bonos del Tesoro subieron a nivel generalizado, y el rendimiento a 10 años cayó al 3,28% desde el 3,48%.
Las preocupaciones sobre el aumento de la inflación, los mayores costos de endeudamiento y los crecientes desafíos para la expansión económica afectaron a las acciones mundiales este año.
Los ADRs de empresas argentinas cerraron con alzas generalizadas. Mercado Libre lideró los ascensos, secundado por Cresud y Central Puerto. El índice S&P Merval de Byma ganó un 1,2%, a 88.646 puntos. Así, las acciones argentinas revivieron y escalaron hasta 10% en Wall Street.
Los bonos en pesos y en dólares operaron con tendencia positiva. Respecto a las posiciones en moneda local, se destacó la suba de 4,6% en el PARP y de 2,9% en el TX26, ambos bonos que ajustan por CER. Los bonos en dólares operaron con predominio de resultados positivos. En este marco, el riesgo país marcó una leve baja de 0,8% al quedar en 2.109 puntos básicos.
Criptomonedas
En tanto, las criptomonedas demostraron que operan en la misma sintonía que los mercados internacionales: Bitcoin, que acumulaba una pérdida mayor al 30% en una semana, logra recuperar algo del terreno perdido tras tocar mínimos en 18 meses. Al cierre de esta edición subía 6,6% y se ubicaba en los u$s 21.700,56.