La provincia de Santa Fe está en un bache financiero. Lo dijo ayer el ministro de Economía, Angel Sciara, al anunciar que pedirá a la Legislatura que lo autoricen a endeudarse por 2.000 millones de pesos a corto plazo, precisamente para tapar ese bache.
Poco después, una fuente de confianza del gobernador electo, Miguel Lifschitz, completó: "Si la Legislatura no aprueba que la provincia se endeude, la plata no alcanza para pagar sueldos y aguinaldo. Es así de serio".
El proyecto entrará recién hoy al Senado. Fue blanqueado ayer, presumiblemente, para auscultar las reacciones inmediatas. De propios y extraños. La oposición, aunque con moderación, apeló a la ironía diciendo que las cosas no parecen estar del todo bien.
"Corresponde básicamente a un aumento importante que tuvo la obra pública. No hay ninguna duda que también podemos ver la contracara. Para poder hacer la obra pública hemos tenido que resignar algún otro tipo de partida. Y, obviamente, que la masa salarial tiene una incidencia importante en el presupuesto 2015 que no estaba presupuestado oportunamente. Todo lo que se ajusta por salario en el presupuesto provincial equivale, más o menos, a 8.500 millones de pesos. Además de las variaciones de los salarios mismos, éstos repercuten sobre otras estimaciones. Por ejemplo, reemplazos docentes, pensiones de Malvinas, Ley 5110, etc. A veces se generan baches financieros y los tenemos que cubrir", argumentó el ministro en conferencia de prensa.
Sueldos en la picota. Los gremios de trabajadores públicos admitieron anoche que estudiaban minuciosamente los argumentos de Sciara sobre el sueldo de los empleados del Estado santafesino. El funcionario se cubriría en algún momento de la charla aseverando enfáticamente que el pago está asegurado. Incluso en el caso de que la Legislatura hiciese naufragar la autorización de endeudamiento que hoy enviará.
Diputados opositores se ratificaron en sus denuncias de que lo presupuestado para obra pública en el 2015 está subejecutado. Es exactamente lo opuesto a lo que dijo ayer el ministro. Sciara explicó que se hizo más obra pública, a lo que le sumó el impacto de la masa salarial resultante de las paritarias de 2015 y otros ítems, como el déficit previsional y hasta el costo adicional que demandó el proceso electoral.
El endeudamiento de corto plazo implica un menú de herramientas financieras como la emisión de letras, el pago con cheques diferidos y adelantos bancarios.
Desde el gobierno desdramatizan el trámite afirmando que es casi rutinario y que todos los años hay que ajustar el presupuesto.
El dato, quizás, sea la urgencia que planteó el ministro, quien aseguró casi al borde del juramento que esto no afectará a su sucesor sino que le dejará el camino más allanado y las cuentas más ordenas. Sciara pidió que sea esta Legislatura la que apruebe el endeudamiento.
Esa urgencia lo llevó a dar a entender que corrían riesgos los sueldos de empleados y funcionarios públicos ("incluso los de los legisladores", dijo) pero luego aclaró que eso no será así: "Los salarios nunca van a estar en riesgo".
¿El ministro mandó un mensaje encriptado con su yerro?
Deudas. No será la primera vez que administración Bonfatti pulsee con esta Legislatura por endeudamiento. De hecho cuando lo pidió para el presupuesto actual le aceptaron menos de un tercio de lo solicitado: 400 millones y con un plazo que no excediera a la propia gestión.
Otra contradicción resulta de la siguiente frase textual de sus dichos: "Las cuentas están cerradas, esto (el pedido de endeudamiento) significa que estamos buscando otras alternativas para que las cuentas cierren. Esto evidentemente es una tranquilidad (sic) para que cualquier brecha financiera que pueda ocurrir no tengamos ningún tipo de contratiempo para hacer frente a cualquier tipo de compromisos".
Y volvió a desdecirse a medias: "Fundamentalmente el compromiso de sueldos que es lo que tenemos que garantizar".
Con respecto al proyecto de ley del presupuesto 2016, el ministro Angel Sciara descartó que el mismo arribe a la Legislatura antes del 30 de septiembre y explicó: "Estamos terminando las cargas realizadas por los distintos ministerios y esperando las variables macro nacionales. No vamos a llegar al 30 de septiembre, incluso creo que el gobernador electo lo anticipó. Además tenemos que compartir con él los criterios del proyecto".
En cuanto a la posibilidad de incluir en el mismo el incremento de impuestos, señaló: "El gobernador electo dijo que no pensaba en una reforma tributaria".
Con respecto a lo primeros 400 millones de pesos autorizados este año para el uso de instrumentos financieros a corto plazo, Sciara indicó que "se utilizaron en cheques de pago diferido".
¿Continuidad? El ministro de Economía, Angel Sciara, a quien se lo sindicara como el hombre que Hermes Binner pensaba llevar al mismo cargo en caso de resultar electo presidente de la Nación, sorprendió ayer con lo que podria leerse casi como un pedido a Lifschitz para que lo deje en el puesto: “Uno siempre tiene ganas”, dijo cuando le preguntaron si quería quedarse. Sciara fue ministro con Binner y con Bonfatti.
El proyecto de presupuesto no estará antes de fin de mes
Con respecto al proyecto de ley del presupuesto 2016, el ministro Angel Sciara descartó que el mismo arribe a la Legislatura antes del 30 de septiembre y explicó: “Estamos terminando las cargas realizadas por los distintos ministerios y esperando las variables macro nacionales. No vamos a llegar al 30 de septiembre, incluso creo que el gobernador electo lo anticipó. Además tenemos que compartir con él los criterios del proyecto”.
En cuanto a la posibilidad de incluir en el mismo el incremento de impuestos, señaló: “El gobernador electo dijo que no pensaba en una reforma tributaria”.
Con respecto a lo primeros 400 millones de pesos autorizados este año para el uso de instrumentos financieros a corto plazo, Sciara indicó que “se utilizaron en cheques de pago diferido”.
Lacava: “Se les escapó el gasto corriente y están fundidos”
“Ahora así están fundidos, se les disparó la tortuga del gasto corriente acelerado durante estos ocho años y se quedaron sin fuentes de financiamiento”. Así analizó el diputado provincial justicialista Mario Lacava, el sorpresivo anuncio que realizó ayer el gobierno provincial: el envío a la Legislatura de un pedido de financiamiento de corto plazo por 2 mil millones de pesos, el más grande de esta administración.
El legislador rechazó los argumentos que acompañaron la solicitud. “Es mentira que se haya disparado el gasto en obras públicas porque el presupuesto de esa área presentaba una subejecución del 35% hasta agosto”, dijo. Y aclaró que “ el déficit de la Caja fue absorbido en el presupuesto 2015 y si bien las paritarias presentaron una erogación extra, la recaudación también sube 7.500 millones de pesos (24%) por encima de lo presupuestado”.
Desde su óptica, el arrastre de un déficit que “en ocho años acumuló unos 8 mil millones de pesos ya no se puede seguir pateando”, sin apelar al endeudamiento. Y subrayó que este año creció 49% el rubro transferencias y 47% el de otros gastos.
Recordó que el 2015 cerró con un déficit de 1.600 millones de pesos y estimó que este año acumulan un rojo de 3 mil millones. “Con estos números temen que se les complique el pago de sueldos, entonces piden autorización para endeudarse”, dijo, y advirtió que “el plan B es aumentar los impuestos”.
Lacava se quejó porque el Ejecutivo puso a mesa el alerta sobre el normal pago de haberes del sector público provincial para pedir la rápida aprobación del proyecto de financiamiento, cuando “el problema no es de la paritaria sino del desborde del gasto corriente no salarial”.
“Saben que es un tema sensible y lo tiran a la Legislatura, pero el problema es que están entre 3 mi y 4 millones de pesos para atrás y no saben qué hacer”, dijo.