Los dirigentes de la mesa de enlace agropecuaria irán al Congreso mañana para reclamar que intervengan en el conflicto que los productores mantienen con las cerealeras y el Estado por la comercialización de trigo y maíz. El regreso de la política agropecuaria se completa con la asamblea que el mismo día tendrán los tamberos en la localidad santafesina de Nuevo Torino, para reclamar por un aumento del precio de la leche entregada a las empresas. Una suerte de "supermiércoles" de gremialismo rural, esta vez desplegado como parte de la puja de ingresos dentro de las cadenas agroindustriales.
El presidente de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi, dijo que pedirá a los legisladores que investiguen el papel de las multinacionales en el "escandaloso comercio triguero" local, de la misma forma que en la década del 30 se investigaron las maniobras en la comercialización de carne.
De la Torre. "Lo que se está haciendo con el trigo y el maíz es una vergüenza, necesitamos que aparezca un Lisandro De la Torre, a ver si alguien desmenuza el escándalo". El dirigente denunció un pacto del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, con las multinacionales para que, a través de una mesa chica que administra los cupos de exportación, se cierre el mercado y obligue a los productores a malvender su cereal a un puñado de compañías.
Buzzi se lamentó porque "a pauta de comercialización se fija desde Economía, y no desde Agricultura".
Buzzi explicó que el consumo interno ronda los 4 millones de toneladas de trigo y consideró que "sobran otros 10 millones de toneladas que se exportaban". Desde que se cerró el mercado externo, quedó "sólo un grupo de grandes molinos y multinacionales que compran barato" al mercado interno. "Luego, en algún momento abren las exportaciones, y venden el cereal al exterior a valor dólar, y se quedan con fenomenales ganancias", dijo.
El desembarco de la mesa de enlace en el Congreso marcará la vuelta del dirigente federado a esa entente político-gremial, luego de un período de chisporroteos con sus socios ruralistas. Es que, mientras algunas entidades como Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) radicalizaron su oposición al gobierno, la Federación Agraria restableció una línea de diálogo con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez.
Con el retorno de los temas que supieron dominar la agenda agropecuaria antes del conflicto de la 125, la comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados no sólo recibirá a los dirigentes del sector para tratar la problemática del trigo y maíz. Un día después, comenzará a analizar los proyectos que apuntan a limitar la extranjerización de la tierra.