El Gobierno incluirá en el proyecto que prevé enviar al Congreso el lunes una modificación en el
esquema de deducciones que eliminaría las distorsiones que provoca que un empleado con un salario
nominal superior en dos veces y media al promedio de los trabajadores en blanco pase a tener un
ingreso neto a su bolsillo inferior a otro que tiene un sueldo inferior.
A raíz de estas paradojas, los cambios beneficiarán a los empleados en relación de
dependencia con ingresos superiores a los $7.000 mensuales. Se calcula que son unos 200.000
asalariados.
Cuando se instrumentó este régimen especial, en los tiempos de la recesión del 2000, la
medida llegó a provocar que un empleado con ingresos superiores al promedio llegara a perjudicarse
en caso de un aumento de sueldo, ya que al superar la línea de $91.000 anuales -doce sueldos más el
aguinaldo- se reducían en 50% las deducciones que se podían realizar. Eso derivaba en una mayor
presión impositiva.
Posteriormente se suavizaron los saltos de las deducciones cuando se pasa de una categoría a
otra, para evitar que el ingreso neto de bolsillo de un empleado con un salario anual de, por
ejemplo $92.000 al año, pagara un monto de impuesto a las ganancias cinco veces superior al de uno
que cobraba 91.000 pesos.
La llamada "tablita de Machinea" es un mecanismo que tiene el objetivo de cobrar impuestos
más altos a quienes más ganan, bajo la premisa de los que más ganan que más paguen. Pero el
problema de este régimen es que es esquemático pero poco lógico: en lugar de aumentar la escala
gradualmente, o por la parte de diferencia de sueldo, el impuesto recaía sobre el total del
ingreso, provocando una clara situación de inequidad tributaria.
Con la promulgación de la tablita se dieron situaciones insólitas, como que algunos
trabajadores optaran por no hacer horas extras o que pidieran menos aumento salarial para no
superar determinado monto que los obligara a pagar más Impuesto a las Ganancias.
Las contradicciones están a la vista. Si un trabajador soltero gana hasta hoy $5.000 netos
por mes o $65.000 al año, debe pagar $4.798 de Impuesto a las Ganancias y así le quedan $60.202
netos. Ahora, si ese trabajador percibiera $200 de aumento, equivalente a $2.600 en el año, ganaría
$67.600, y pagaría de Ganancias $7.052, entonces cobraría $60.548 netos. Su sueldo aumentó en
términos brutos, pero el dinero en su bolsillo sólo subió 346 pesos.
Ahora, con la eliminación de ese régimen atípico, se restablece un equema de mayor equidad
tributaria entre las diferentes escalas salariales.