En marzo, con el cierre de las paritarias del sector público provincial, se completó la primera ronda de negociaciones salariales del año. Los gremios privados que hicieron punta acordaron pautas de entre 25% y 29% anual, aunque concentrada en uno o dos tramos. Los sindicatos estatales alcanzaron un incremento de 35% pero en varias etapas, de modo que en el primer trimestre ese incremento no superó el 18%. También hubo actividades que pactaron paritarias trimestrales. En todos los casos, hay cláusulas de revisión.
En una segunda ronda paritaria se anotaron los gremios privados más numerosos. Por ejemplo, los mercantiles, que acordaron una mejora salarial del 32% en cuatro tramos para el período que va de abril último a marzo de 2022, con una cláusula de revisión en enero próximo. El incremento pactado es de 8% en mayo, 8% en septiembre 8% en enero y 8% en febrero.
Por otra parte, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el principal sindicato industrial del país, logró un 35,2% de aumento salarial para 2021 en tres tramos y con una cláusula de revisión para diciembre. El cronograma de incrementos incluye 15% desde julio, 10% desde octubre y 10,2% desde enero próximo. Desde abril las sumas no remunerativas hasta las fechas en que tengan vigencia los aumentos son equivalentes al 13,5%, 9% y 9% del valor de los salarios básicos y adicionales.
En tanto, la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) acordó un incremento del 35,8% en cuatro tramos:12% de aumento para abril, un 10% para julio, un 7% para octubre y un 6,8% para febrero, en todos los casos remunerativos, además de una cláusula de revisión para diciembre.
En la semana que pasó firmaron los estatales de la administración central nacional, por un 35% en seis cuotas, cláusula de revisión en noviembre.
Los acuerdos salariales firmados hasta el momento están en línea con las aspiraciones del gobierno de que el incremento de las remuneraciones le gane por unos puntos a la pauta del 29% prevista en el presupuesto. Pero están por debajo de las proyecciones sobre la inflación con la que terminará realmente el año.
La feroz remarcación permitió a los empresarios formadores de precios capturar la mayor parte de la reactivación iniciada en la segunda mitad del año pasado. Así, la contracara de los abultados resultados que las grandes firmas alimentarias presentaron a la Bolsa, el Indice nacional de Precios al Consumidor (IPC) aumentó 17,6% en el primer cuatrimestre. Esos meses se comieron casi el 60% de la pauta de inflación estimada en el presupuesto. En doce meses, la inflación sumó 46,3%.
Para el titular del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso), Andrés Asiaín, el equipo que comanda Martín Guzmán confió demasiado en que las expectativas se alinearían a partir de las anclas cambiaria y fiscal. El economista Nicolás Pertierra opinó que se puede minimizar la pérdida de poder adquisitivo, “acercando” los tramos en que se pactaron los aumentos de salarios pactados en paritarias.
"La feroz remarcación permitió a los formadores de precios capturar la mayor parte de la reactivación iniciada en la segunda mitad de 2020 "La feroz remarcación permitió a los formadores de precios capturar la mayor parte de la reactivación iniciada en la segunda mitad de 2020
De acuerdo al último informe del Mirador de la Actividad, el Trabajo y la Economía (Mate), el 2020 había comenzado con las y los trabajadores incrementando su participación en el ingreso nacional. Pero la crisis económica derivada de la pandemia redujo la cantidad de personas perceptoras de salarios y las horas trabajadas y remuneradas por cada una de ellas. Por otra parte, el proceso inflacionario desatado en la segunda parte del año pasado afectó el nivel real de los salarios. Ambos factores explican que los trabajadores hayan perdido participación en el reparto del ingreso nacional, por quinto año consecutivo.
De todos modos, un poco de historia permite matizar esta realidad. En 2015, la participación de los salarios en la generación del ingreso rondaba el 54%. Macri de por medio, bajó al 46,1% en 2019. En 2020, aun con la pandemia, los trabajadores lograron recuperar algo y treparon al 48%, la participación que tenían en 2018. Todavía por debajo de los mejores años.
Un informe difundido el jueves por el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) refuerza esos datos. Pese a la crisis sanitaria, que derrumbó en casi 10 puntos el PBI, el índice de pobreza de los trabajadores registrados se mantuvo en el orden del 28%. El motivo para que no saltara al 35% fue la política de transferencia de ingresos a través del IFE y otros programas sociales.
Con más plata y mejor diseño, el “efecto” de los planes sociales en la amortiguación de la tasa de pobreza entre empleados en relación de dependencia pasó de -1,2 puntos porcentuales en el año 2019 a -7,7 puntos en 2020.
"La política de transferencia de ingresos a través del IFE y otros programas atemperó el nivel de pobreza entre los trabajadores "La política de transferencia de ingresos a través del IFE y otros programas atemperó el nivel de pobreza entre los trabajadores
Cuando el debate público se ocupa la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores, amerita compilar estos datos, que trazan una línea entre una política pública favorable a sostener los ingresos del sector del trabajo, aunque sea insuficiente, y otra que tiene como programa la rebaja lisa y llana de salarios.
El informe de Mate es ilustrativo: en los primeros 15 meses de del gobierno de Mauricio Macri, los precios subieron 52% y los salarios privados crecieron 14 puntos menos; en los primeros 15 meses de Fernández el salario medio quedó tres puntos abajo de los precios, que subieron 52%.
Para los salarios más altos, el aporte del gobierno en 2021 fue la suba del piso del impuesto a las ganancias de la cuarta categoría. Más de un millón de trabajadores dejarán de pagar el tributo a partir de la reglamentación tardía de la ley que se sancionó en abril. En julio comenzará a reintegrarse, en cuotas, el importe retenido desde enero por este gravamen.
En el primer trimestre, el Indec informó que el índice de salarios total acumuló un aumento de 13,1%, una décima por encima del incremento del 13% que registró el Indice de Precios al Consumidor. De acuerdo al organismo, los salarios del sector público acumularon un crecimiento de 14,4%; seguidos por el privado registrado (13,7%) y el privado no registrado (9,8%). Sin embargo, cuando la comparación se realiza respecto de los últimos doce meses, los salarios pierden por diez puntos.
El ministro de Trabajo de la Nación consideró que los sindicatos “actuaron muy racionalmente” en medio de la crisis pandémica. No pudo decir lo mismo de los empresarios, que impulsaron la escalada inflacionaria de los últimos meses.
La recuperación salarial es una demanda postergada que debe ser atendida por razones políticas y macroeconómicas, toda vez que de esa variable depende el consumo, que representa más del 70% del PBI. De 12 millones de trabajadores registrados, 30% pertenecen al sector público (3,2 millones de asalariados y 360 mil monotributistas sociales). Otro 48% negocia salarios en el sector privado. El resto son trabajadores independientes, autónomos o monotributistas, que muchas veces no tienen encuadre colectivo para la actualización de las remuneraciones.