La reactivación económica activó la demanda de vehículos en Argentina, pero la oferta atraviesa serias dificultades que hoy generan cuellos de botella en la entrega de unidades cero kilómetro y altos precios en los vehículos usados de poco kilometraje. Esa situación, derivada de la crisis global de abastecimiento y la restricción externa que enfrenta la Argentina, impide importar tanto vehículos como autopartes para la fabricación nacional. Desde la Asociación de Concesionarios de la República Argentina (Acara) plantearon que el rubro “está mal” y que este año el patentamiento llegará con suerte a las 400 mil unidades. Así lo indicó el representante de la regional Santa Fe de la entidad, Jorge Pesado Castro. No obstante, el dirigente señaló que prevén que el arribo de dólares por la cosecha gruesa y el acuerdo con el FMI genere “una mayor disponibilidad de dólares y a partir de junio se normalice bastante la situación”.
En esa foto, aclaró, la región corre con ventaja ya que aquí “el consumo y la demanda están más orientados a vehículos comerciales como pick ups y utilitarios por la reactivación industrial y las terminales fueron adecuando la producción y el abastecimiento es mayor”, detalló.
_¿Cómo está hoy la actividad en el rubro de las concesionarias?
_Está mal. Esto es así porque el año pasado se patentaron 380 mil unidades y este año con suerte quizás lleguemos a las 400 mil. Pero además, tenemos demanda en el país en función de la reactivación económica, pero no tenemos las disponibilidades de unidades cero kilómetro para poder atenderla. En lo que respecta a unidades importadas, la Secretaría de Industria autoriza con cuentagotas la solicitudes de importación y entran muy poquitas unidades. También hay dificultades con el abastecimiento y la importación de autopartes para la fabricación de unidades cero kilómetro nacionales. En resumen, tenemos mucha faltante de unidades de 0 km tanto importadas como nacionales. Para tener una idea, en los tres primeros meses del año estamos un 12% por debajo del año 2021. Fue un año muy magro. Tenemos expectativas de que con el acuerdo que se hizo con el Fondo Monetario y con la cosecha gruesa haya una mayor disponibilidad de dólares y a partir de junio se normalice bastante la situación y se puedan importar todos los elementos que hacen falta para abastecer el mercado.
_En ese marco de oferta restringida ¿Cómo está el nivel de precios?
_Los precios están complicados. Las terminales aumentan todos los meses debido a que también tienen el tema de la inflación. Están aumentando a un ritmo de un 5% o un 6% mensual. Y a los concesionarios se nos complica mucho la situación porque tenemos estructuras que están preparadas para abastecer 700 u 800 mil unidades al año y, como dije, estamos apenas esperando llegar a 400 mil. Se hace muy difícil con ese volumen poder mantener las estructuras, los planteles de personal y atender todos los gastos que requiere una concesionaria.
_¿Eso también dificulta los plazos de entrega y genera inconvenientes con los clientes?
_Exactamente. Al haber tantas demoras esto se traduce en retraso en la entrega de unidades importadas. Cuando hablo de importadas no solamente me refiero a Asia, Japón, China, Europa sino también a Mercosur. Lo importado están entrando a cuentagotas y, a su vez, la producción nacional está muy limitada por no tener los elementos y las autopartes necesarias para la producción.
_¿Las dificultades con la importación de Mercosur también existe pese a que con Brasil las terminales tienen estructuras complementarias de producción?
_Sí. La importación de Mercosur también entra a cuentagotas. Hay también un problema que enfrentamos los concesionarios y es el de los planes de ahorro, donde se canalizan fundamentalmente las unidades de inicio de gama y que son específicamente las que vienen de Mercosur. Allí las demoras son muy grandes. Arrancamos de tres meses y se llega hasta seis, ocho y hasta diez meses en la entrega. Ante eso es el concesionario el que da la cara ante el cliente, el que recibe todos los enojos, justificados por cierto, pero que obedecen al problema de importación. La Secretaría de Industria también dice “yo autorizo en la medida que tengo los dólares y si el Banco Central no me da los dólares no puedo hacerlo” y eso es entendible. Si no hay dólares, el tema es bastante complicado.
_En ese marco, ¿Cómo está el mercado de los usados? ¿Hay más demanda, subieron los precios?
_Sí, efectivamente. Los usados viven algo parecido a otras épocas. Los autos seminuevos, con un kilometraje reducido de los años 2020 o 2021 pueden valer más que un 0 km. Lamentablemente es así porque si vas a la concesionaria a comprar un auto nuevo y te dicen que no hay y tenés que esperar 180 días, quizás te inclines por un usado, que se cotizó mucho, se volvió un bien deseable y los precios se fueron para arriba.
_¿Este problema es parejo en todas las terminales o algunas tienen más disponibilidad que otras para entregar algunos modelos?
_Es parejo en casi todas las terminales. Cada una tiene una gama de productos y este problema no afecta a toda sino generalmente al 50%. Pero en todas las terminales pasa lo mismo. Otra situación anómala que existe es que en las importadoras de autos 0km de marcas premium en algunos casos hace seis meses que no les ingresa un solo auto y no han podido abastecerse porque los importadores no obtuvieron las autorizaciones.
_¿Cómo se encuentra la situación del empleo?
_En el tema del empleo todas las concesionarias están haciendo grandes esfuerzos para mantenerlo. Primero por un tema social y segundo, porque es muy costosa la capacitación del personal. Tienen que entrenarse muchas veces en Buenos Aires, realizar cursos anuales y es personal capacitado y nadie quiere perderlo. De momento están ajustando todos los gastos y esto no evita también que algunas veces las estructuras crujen porque están preparadas para otro volumen y se está trabajando con una capacidad del 50%.
_¿Hay posibilidad para las concesionarias de cero kilómetro volcarse al mercado del usado o hacer un mix de comercialización?
_Sí. Es lo que están haciendo en la medida de lo posible, pero el mercado del usado también está restringido porque al no haber cero kilómetros hay poca fluidez y poco abastecimiento de autos, de allí que los usados seminuevos con pocos kilómetros, que son pocos, se coticen muy bien porque son la única alternativa en el mercado.
_¿Qué gestiones están haciendo desde Acara con el gobierno nacional en este sentido, ya que situaciones de desabastecimiento como estas también afectan la provisión de unidades para servicios públicos, como taxis?
_Se están teniendo muchas conversaciones a nivel de la cadena de valor automotriz en donde están representados los gremios, las terminales, las concesionarias y los autopartistas con el gobierno a fin de flexibilizar la situación para poder permitir el abastecimiento sobre todo para los servicios públicos. En este momento están conversaciones, todavía no hay ningún tipo de resoluciones ni de ni de salidas a esta situación.
_Los informes de Adefa muestran que la producción de autos nacionales viene creciendo ¿Cómo se explica eso?
_Efectivamente ha aumentado. Pero de este aumento de la producción, la mayor parte va afuera, al Mercosur, fundamentalmente a Brasil. Si se analiza este dato, en 2019, por ejemplo, el 35% de los autos que se patentaron eran nacionales y el 65% eran importados. Hoy la ecuación es al revés, los nacionales son 55% en este primer trimestre del año y los importados 45%. Esto es debido a la falta de importación. El número relativo parece bueno, pero es el resultado de la pobreza de importaciones. Un país no puede desarrollarse si no tiene aceitado su mecanismo de importación.
_Con esta panorama ¿Cuáles son las previsiones para lo que resta del año?
_Desde Acara se espera para el segundo semestre del año que haya un flujo mayor. La reactivación de la economía ya la estamos teniendo. Lo que esperamos es que haya una fluidez en el abastecimiento de dólares del BCRA para improtar.
_¿El mercado tiene alguna particularidad en la provincia o en la región cercana a Rosario?
_Sí, hay una característica. A nivel regional en la provincia de Santa Fe y también un poquito menos de Rosario, el consumo y la demanda están más orientados a vehículos comerciales, pick ups, y de momento hubo mayor abastecimiento y fue más fluida la venta y la disponibilidad de utilitarios que de sedanes o de paseo. Esto es así porque las terminales se fueron preparando y adecuando a tener una mayor producción. Entonces se nota en el interior del país que a lo mejor hay un poquito más de abastecimiento que en las grandes ciudades.
S.C. y A.T.