La Empresa Provincial de la Energía (EPE) anunció ayer un aumento promedio de la
tarifa eléctrica del 17%, después de varios "amagues" desde la asunción de Hermes Binner. El
incremento impactará sobre los usuarios residenciales, industriales y comerciales de la compañía,
así como los grandes usuarios, mientras que quedarán exceptuados los casos sociales. Esta suba
representará un ingreso adicional de 90 millones de pesos anuales.
La decisión fue anunciada ayer por el presidente del directorio
de la EPE, Daniel Cantalejo, quien reconoció que el ingreso de fondos adicionales provenientes del
aumento sólo alcanzará para cubrir parte del déficit de 275 millones de pesos previsto para 2008
para la empresa. El incremento regirá a partir de marzo y llegará computado en las facturas de
mayo.
Las tarifas residenciales tendrán un aumento del 10% para
aquellos usuarios que tengan un consumo de entre 121 a 241 kw/hora y del 20% para quienes superen
los 241 kw/h. En tanto, los jubilados pagarán 1,5 peso más por factura y no habrá subas para los
casos sociales. El comercio y las pymes industriales tendrán incrementos del 17% al 29%, mientras
que para grandes clientes será de entre 2% y 18%.
La decisión fue justificada por comerciantes e industriales
quienes consideraron que las tarifas estaban atrasadas y el consumo residencial había crecido
demasiado. En cambio, los usuarios residenciales criticaron la suba (ver página 12).
Cantalejo defendió el aumento argumentando que, en promedio,
los costos para la compañía crecieron desde 2001 más del 200%. Además, explicó que existe una
urgente necesidad de la compañía de encarar un proceso de fuertes inversiones para recuperar
calidad en el servicio y atender una creciente demanda, algo imposible de encarar con la actual
estructura financiera.
Cantalejo resaltó que el incremento dispuesto "es el más bajo"
respecto al implementado en otras provincias y en rigor, es el mismo porcentaje que barajaba la
administración de Jorge Obeid a poco de terminar su mandato. Por caso, en octubre del año pasado y
en plena elaboración del presupuesto para 2008 el ex titular de la EPE, Luis El Halli Obeid, le
planteó al entonces ministro de Hacienda, Walter Agosto, que la empresa necesitaba para garantizar
el servicio, 1.500 millones de pesos, a los cuales se podría llegar (entre otros conceptos) con un
ajuste tarifario del 17%. Sin embargo, el ex ministro optó por asignarle 1.230 millones y
"reordenar" partidas —reduciendo estimaciones de gastos— para que la empresa no hiciera
frente a determinadas erogaciones que complicarían sus cuentas. Así, todos los números cerraban y
se dejaba de lado la suba.
La actual administración decidió blanquear los números y
aumentar las tarifas para paliar el rojo. "Buscamos concientizar a la población" sobre los costos
de la empresa, dijo Cantalejo quien hizo hincapié sobre "las enormes deficiencias que arrastra la
compañía".
Respecto de las críticas al aumento por parte de los usuarios,
el funcionario dijo que no se optó por "la salida fácil sino por una razonable" y recordó que desde
la crisis de 2001 el porcentaje de clientes con acondicionadores de aire pasó del 5% al 22%.
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