Los mercados internacionales sufrieron ayer un verdadero "martes negro" con caídas pronunciadas y generalizadas en las principales plazas del mundo, producto de las malas noticias de Estados Unidos, Asia y Europa. La jornada fue preocupante, según los operadores, porque el fuerte retroceso experimentado por las Bolsas no se debe sólo a la crítica situación en España y Europa, sino también a los desalentadores datos del desempleo en Estados Unidos y del comercio exterior y la producción en China.
El índice industrial Dow Jones registró ayer su peor caída del año con un resultado negativo del 1,65 por ciento, en tanto que el Nasdaq, que mide el comportamiento de las grandes tecnológicas, se hundió más, un 1,83 por ciento.
A nivel local la Bolsa de Buenos Aires también se sumó a las pérdidas, con una caída del 1 por ciento registrada en la sesión de ayer.
Además del fuerte peso que tuvieron las noticias provenientes de Europa, donde la crisis de la deuda soberana se ahonda día a día ahora con epicentro en España, las cifras del empleo no agrícola de Estados Unidos creció menos de lo previsto en marzo, sumándose a una serie de indicadores por debajo de lo esperado recientemente.
En China, ya pesar del superávit de comercio exterior que informó ese país durante marzo, preocupa el freno de las importaciones, lo que indicaría una menor demanda global y menos consumo local.
Mientras tanto, en el Viejo Continente, crece sin interrupciones la crisis de confianza en la capacidad de España para cumplir con los recortes de gasto público comprometidos con la Unión Europea (UE).
Esta situación arrastró a todas las Bolsas europeas, incluyendo las de los países menos expuestos a la crisis, como Alemania y Francia.
En Madrid, el índice IBEX35 cerró con una caída del 2,96 por ciento, acompañando el aumento del índice riesgo-país de España que tocó 433 puntos básicos, el nivel más elevado desde que el presidente Mariano Rajoy llegó al poder en diciembre pasado.
Los temores por España, incluida la incapacidad del fondo de rescate europeo para hacerse cargo de una ayuda extraordinaria a este país, como hizo en su día con Portugal, Irlanda y Grecia, repercutieron en todo el continente.
El índice FTSE100 de la Bolsa de Londres perdió 2,24 por ciento, una conducta similar a la de París donde el CAC cedió un 3,08 por ciento y del DAX de la Bolsa de Francfort que retrocedió un 2,49 por ciento.
El caso de Milán fue peor, ya que los miedos españoles se unen a los de una caída de Italia, el país más atado a lo que ocurra en España. El índice MIB perdió 4,98 por ciento.
En Amsterdam, mientras tanto, también hubo una pérdida bursátil del 2,86 por ciento, al igual que en Estocolmo, donde las acciones cayeron un 2,20 por ciento y en Zúrich, en cuyo recinto el retroceso fue algo menor, del 1,66 por ciento.
Antes de la apertura de las negociaciones en Europa, los mercados asiáticos ya habían adelantado este comportamiento negativo, aunque en porcentajes menores.
En el mercado de divisas, el euro también perdió posiciones respecto al dólar y al término de la sesión de ayer cotizaba a 1,306 unidades por billete verde contra 1,3315 del pasado 4 de abril.
En cuanto a la actividad cambiaria en Argentina, la fuerte presencia del sector agroexportador generó una presión vendedora que obligó al Banco Central a sostener el precio del dólar. "El esperado aumento en los ingresos desde el exterior parece concretarse", opinó el analista Gustavo Quintana. Así, los valores del dólar al público permanecieron en 4,36 y 4,41 pesos para la compra y venta