La actividad económica de Santa Fe camina a paso de tortuga, según señaló el último informe realizado por la Bolsa de Comercio de la capital provincial. El índice que elabora la entidad arrojó una levísima suba de 0,02 por ciento en abril, que redundó en un crecimiento acumulado de sólo 0,6 por ciento en el primer cuatrimestre.
El Icasfe mide la evolución de una serie de sectores económicos que tiene incidencia en la economía provincial. El informe explica que desde julio de 2016 la actividad se fue recuperando lentamente pero no alcanza el nivel previo a la recesión, con pico en julio de 2015. Y expresa la preocupación por "el ritmo lento al que se desarrolla la expansión".
Subieron la venta de maquinaria agrícola (3,2 por ciento), demanda laboral (2,7 por ciento), gas industrial (2,5 por ciento), faena de ganado (1,7 por ciento), patentamiento de vehículos (1,1 por ciento), producción láctea (0,7 por ciento), recaudación (0,5 por ciento) y remuneraciones (0,2 por ciento). Bajaron los puestos de trabajo (-0,1 por ciento), venta en súper (-0,1 por ciento), electricidad industrial (-1,5 por ciento), consumo de cemento (-1,6 por ciento), hidrocarburos para la industria y el transporte (-2,3 por ciento) y molienda de oleaginosas (-2,8 por ciento).
Por su parte, un informe de Fisfe reportó una suba de 2,9 por ciento en la actividad manufacturera provincial durante mayo. La evolución es heterogénea. Crecieron el procesamiento de soja (5,8 por ciento), la producción de minerales no metálicos (10,3 por ciento), de laminados en caliente (50,9 por ciento) y autos.
En cambio, prolongan sus retrocesos la industria textil, calzado, papel y cartón, muebles, refinación, ciertos bienes de capital y una porción del sector fundidor.