El Comité Central Confederal de la CGT aplacó ayer cualquier gesto de fervor opositor al gobierno de Macri; habilitó a las cúpulas a llevar adelante una nueva ronda de diálogo con los representantes de la Casa Rosada, pospuso toda determinación política de fondo que apure nuevas protestas, y pasó a un cuarto intermedio, sin fecha.
Todo ocurrió a velocidad, superficial, surfeando una realidad laboral densa que la CGT prefiere desdramatizar. Al menos hasta después de las elecciones de octubre. Donde todo indica, el mundo sindical, con los números de las urnas en la mano, se dispondrá a barajar y a dar de nuevo.
Con apenas 130 delegados reales presentes, sobre un total de 308 habilitados, la CGT celebró ayer su Comité en el barrio de Congreso. La línea discursiva de "plan de lucha" del primer semestre del año se ha ido desinflando, en especial luego del 13 de agosto. Y con las previsiones de buenas noticias para oficialismo, dentro de tres semanas.
Los tres triunviros estuvieron presentes, también la Corriente Federal, el ala combativa que conduce el bancario Sergio Palazzo, y el retornado taxista Omar Viviani, entre otros. Pero fueron visibles las ausencias de Hugo y Pablo Moyano, aunque estuvieron representados por las segundas líneas de Camioneros.
"Podemos discutir todo lo que quieran (reforma laboral) mientras no toquen la ley de contrato de trabajo, las paritarias libres y los convenios colectivos, entre otras cosas", comentaron tanto Carlos Acuña como Juan Carlos Schmid, luego de una reunión que empezó y terminó en apenas dos horas.
Schmid dio a conocer su visión de fondo, que no impugna la dirección general del plan económico de Cambiemos: "Si la economía avanza, acompañamos, si retrocede, profundizamos la lucha". En una reunión corta, con una decena de oradores, hubo un par de expresiones muy cercanas a la línea del gobierno nacional abonando la tesis de los "brotes verdes", pero la gran mayoría rechazó esa visión optimista. "Comparan datos de 2017 contra 2016, que fue un año malísimo, no hay brotes verdes", fue la mirada mayoritaria, ayer, en la sede de la Fraternidad de Hipólito Yrigoyen al 1900.
Por su parte, Héctor Daer —en coincidencia con Schmid— definió que la CGT "no ve persecución sindical" por las sucesivas intervenciones de la Justicia en organizaciones gremiales que se vienen produciendo en el último año. En el mismo sentido, el rosarino titular del Sindicato de Dragado y Balizamiento, expresó a La Capital que "son casos de la Justicia, cada uno distinto al otro; si hubo corrupción y mal manejo es correcto que la Justicia intervenga; pero si se transformara en persecución daremos nuestra postura", comentó Schmid.
Por su parte, el titular del Sindicato de Obreros Curtidores, Jorge Walter Correa, enrolado en la Corriente Federal de Trabajadores, y candidato por Unidad Ciudadana, expresó luego del Comité que "se llevará adelante un diálogo que de todos modos nosotros interpretamos que no conducirá a ninguna parte. Pero luego de eso, la CGT va a retomar el plan de lucha y discutir un paro, es el sentimiento de la gran mayoría de los delegados, y así lo expresaron".
caras largas. Los triunviros de la CGT surfean la realidad laboral, a la espera de una señal del gobierno.