El ministro de Economía, Axel Kicillof, prometió ayer que la Argentina persistirá por "todas las vías" para alcanzar una solución en el litigio con los fondos buitre, aunque advirtió que "venir acá, cerrar los ojos, apretar los dientes y pagar, no es la solución".
"La Argentina está siguiendo el manual que planteó Estados Unidos en el conflicto con los fondos buitre. El gobierno va a agotar pacífica, pero rigurosamente, todas las vías judiciales, diplomáticas, internacionales, porque entendemos que esto no es un problema de Argentina con Paul Singer", señaló Kicillof en una conferencia prensa con periodistas argentinos luego de su participación de la reunión de ministros y presidentes de bancos centrales de los países miembro del G-20 que se realizó en Estados Unidos, lo cual pareció alentar alguna posibilidad de que el país encare una salida en enero próximo.
La decisión del juez neoyorquino Thomas Griesa elevó la causa contra los fondos buitre "al estatus de un problema de significación internacional", dijo el ministro.
El ministro advirtió sobre el riesgo sistémico que representa el fallo del juez neoyorquino, Thomas Griesa en el caso en el que Argentina enfrenta a fondos buitre y llamó a los países que integran el G20 a trabajar "en conjunto para encontrar una solución definitiva" al problema durante su exposición en la reunión del G20, tras recibir la invitación del titular del Tesoro de Australia, Joe Hockey, para que hablara sobre el planteo argentino en torno a los procesos de reestructuración de deuda soberana.
Allí, y ante las autoridades los ministros del G20 y de organismos multilaterales de crédito, el titular del Palacio de Hacienda abordó la amenaza que implica para el crecimiento sostenido el precedente del caso argentino y de los fondos buitre en la justicia estadounidense, según detalló Economía a través de un comunicado.
Kicillof resaltó además el riesgo sistémico que implica el litigio con los fondos buitre para la estabilidad y previsibilidad de la economía global y destacó el apoyo que recibió el país por parte de la comunidad internacional. Ante sus pares del foro —cuyos miembros representan alrededor del 85 por ciento del PBI mundial—, el ministro afirmó que el fallo del juez Griesa es una invasión a los derechos de los tenedores de bonos de deuda reestructurada y llamó a "trabajar en conjunto para encontrar una solución definitiva".
En ese sentido, el funcionario, quien participó del encuentro junto con el titular del Banco Central de Argentina, Alejandro Vanoli, valoró la resolución de Naciones Unidas para crear un marco legal internacional de reestructuración de deuda soberana, así como las modificaciones adoptadas recientemente sobre el por el FMI.
En la reunión, los dos funcionarios fueron abordados por autoridades de otros países, quienes se acercaron especialmente para manifestarles su apoyo en la causa contra el accionar de los fondos buitre.
La reunión del G-20, llevada adelante en la sede del Fondo Monetario, estuvo centrada en el desarrollo en materia de infraestructura con el acento puesto en la necesidad de incentivarla y fomentarla como herramienta de crecimiento, ante una economía mundial que no logró recuperarse aún de la crisis.
En horas de la tarde, Kicillof participó de la reunión del Comité Monetario y Financiero del FMI y tuvo un encuentro con autoridades del Banco Mundial, junto a quienes analizó la cartera de préstamos del país en lo que hace a la reciente aprobación en el directorio del organismo, de la estrategia de país, que estableció un programa de créditos por alrededor de 1.200 millones de dólares anuales para los próximos cuatro años.