La top model Valeria Mazza y su marido Alejandro Gravier fueron denunciados por la entidad
recaudadora por presunta evasión de impuestos, para la cual el matrimonio habría realizado una
maniobra en la cual sus viajes por el mundo, el pago de un Jaguar y un Land Rover, entre otros
lujos, habrían pasado como “gastos comerciales”.
En la denuncia consta que habrían participado de la evasión la madre de Gravier y tres
empresas donde la modelo aparece como directiva, según publica un matutino porteño.
La causa se encontraba en trámite desde hace seis meses en el Juzgado en lo Penal Tributario
3. Entre otros mecanismos, Mazza y a Gravier habrían contratado a monotributistas que les
facturaban a su empresa casi 70 mil pesos anuales por servicios que no prestaban, según consta en
la denuncia.
Por este hecho, el juez de Juan Galván Greenway podría probar la existencia de “una
asociación ilícita, constituida con el único fin de defraudar al fisco”.
En la presentación judicial también figuran los nombres de la madre del empresario, María
Cristina Cirio de Gravier, y las empresas Vamagra S.A., Lo Soñado S. A. y AG Producciones, en las
que Valeria Mazza aparece como directiva.
Desde la recaudación consideraron que el tipo de vida que llevan Mazza y Gravier no se
corresponde con el volumen de impuestos que abona.
Estas empresas habrían sido utilizadas para evitar el pago de impuestos, a partir de pagar y
descontar de sus liquidaciones los gastos de mantenimiento de la mansión de Acassuso. Entre los
gastos empresariales figuraban el abono de cable, la financiación de electrodomésticos, arreglos
florales, pasajes de avión para toda la familia, $3.200 en acolchados y almohadones y una cartera
de $15 mil.
Respecto a la denuncia, los “gastos comerciales” deducidos de los impuestos son
requeridos para mantener la “imagen” de Valeria.
Asimismo, la AFIP denuncia que Mazza ocultó parte de sus ingresos en el exterior y de haber
computado “en exceso” algunas retenciones que le realizaron en los países en los que
trabajó.
El reclamo de la AFIP es de siete millones de pesos para el período entre 2002 a 2005.
Desagregada, el monto suma $3 millones por deudas impositivas, un millón y medio de multas
efectivas y $2 millones y medio por multas en suspenso.