El golpe que el coronavirus le propinó a la ya sacudida economía argentina alumbró un acuerdo inédito entre empresas que están de los dos lados de la cuarentena. Unilever, una de las grandes productoras mundiales de artículos de consumo masivo, y General Motors, firmaron una alianza para que empleados suspendidos de la fábrica de autos de Alvear se incorporen a la planta de producción de jabones duros de Villa Gobernador Gálvez.
Las dos plantas de producción viven hoy realidades diferentes. La fábrica de GM está parada por la cuarentena decretada para contener la pandemia, y su personal suspendido pro el doble efecto de la crisis sanitaria y económica. La fábrica de Unilever en Villa Gobernador Gálvez fue exceptuada de las medidas de aislamiento porque su producción es esencial en el marco de la pandemia. Es más, la demanda de jabones, lavandina y otros bienes de la categoría de higiene y cuidado personal impulsó un aumento de su producción.
Este incremento y la necesidad de reemplazar a personal licenciado por ser población de riesgo elevó la necesidad de contrataciones temporarias. Melina Cao, directora de Recursos Humanos de Unilevera, explicó que además de recurrir a las vías tradicionales, se eligió en este caso transitar el camino de acordar con empresas que debieron suspender empleados, para ofrecerles trabajar temporariamente en sus plantas. El convenio con el GM, que involucra al sur del Gran Rosario, es el primero, pero hay negociaciones avanzadas con otras empresas y en otros puntos del país.
"La ida de buscar alianzas con otras empresas obedece tanto a la posibilidad de incorporar talento rápidamente a la producción como a la voluntad de transitar un camino colaborativo con el resto de las industrias", señaló Cao, quien aseguró que no hay antecedentes de este tipo de acuerdos. "Es más, es una innovación que estamos exportando a otras plantas del grupo en el mundo".
Tanto Unilever como General Motors señalaron que el acuerdo contó con el aval de los respectivos gremios. El régimen laboral en cada establecimiento no cambia, ni se trata de una flexibilización. Alejandra Trucco, directora de Recursos Humanos de la compañía automotriz lo explicó así: "Un trabajador de planta de Alvear que está suspendido, sigue siendo empleado de GM y cobra el 70 por ciento del salario acordado con Smata, y además firma un contrato temporal con Unilever, por un plazo de tiempo para trabajar allí", explicó. Al mismo tiempo destacó que "es un reconocimiento a la competencia técnica y actitudinal de los trabajadores del complejo de a Alvear". En principio, el proceso de selección será para ocupar 15 puestos.
Cao, de Unilever, explicó que ya dentro de la compañía hubo un reacomodamiento porque algunas líneas de producción que abastecían a sectores no exceptuados del aislamiento, como gastronomía, se vieron paralizadas. El personal fue a reforzar otros frentes. Uno de ellos fue el del comercio electrónico, de gran expansión en este período. "Decidimos que lo que hicimos a nivel interno también lo podíamos hacer con otras industrias que tenían capacidad ociosa", dijo. En la fábrica de Unilever en Villa Gobernador Gálvez trabajan unas 180 personas. Algo más de un 10 por ciento está licenciado por ser población de riesgo, mientras que el aumento de la producción y el sistema de rotación en cuarentena llevó a necesitar más incorporaciones.
"Este convenio permite generar sinergias que van desde la posibilidad de potenciar las capacidades y el conocimiento técnico de los participantes hasta la posibilidad de impulsar empleabilidad de alto valor agregado para todas las partes en estos momentos de incertidumbre", completó Trucco, de GM.