Los industriales de Santa Fe depositaron en el gobernador Hermes Binner el
conjunto de reclamos que el sector viene planteando como necesarios para volver a recuperar
competitividad y que con mucha menos vehemencia la conducción fabril a nivel nacional le expresa al
gobierno de Cristina Fernández, al menos en público.
Frente a un auditorio de más de 600 empresarios y en el marco del festejo por el
Día de la Industria que se desarrolló el viernes en Casilda, los industriales enfocaron sus
cuestionamientos en la reforma fiscal que encaró el gobierno socialista para luego pasar lista por
una serie de cuestionamientos en torno a la política macroeconómica que exceden las decisiones del
Ejecutivo santafesino.
El presidente de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), Carlos Capisano,
criticó el proyecto por el cual el gobierno provincial pretende reimplantar el impuesto sobre los
ingresos brutos y calificó a la medida como de "regresiva", en un encuentro del que también
participaron, además de todo el gabiente de Binner, el titular de la Unión Industrial Argentina
(UIA) Juan Carlos Lascurain, y el subsecretario de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana
Empresa de la Nación Iván Heyn, entre otros funcionarios nacionales, provinciales y autoridades
municipales.
El empresario santafesino recordó que la exención del pago del impuesto a los
ingresos brutos posibilitó a la industria "mejorar la competitividad de nuestras empresas" y si
bien reconoció la voluntad de Binner de escuchar la posición del sector se quejó por la decisión:
"Observamos con sorpresa como regresamos a etapas superadas".
"El impuesto sobre los ingresos brutos es distorsivo, regresivo, inflacionario,
contrae la demanda, es acumulativo en la cadena de valor, beneficia a la importación de productos
que se tributan una sola vez y lo más grave es que lo van a pagar los consumidores finales, o sea
las familias santafesinas", dijo Capisano.
"Creemos —añadió— que la provincia debe analizar con atención la
eficiencia del gasto público y poner toda la fuerza en proponer en el país una reforma integral en
el sistema impositivo nacional, provincial y municipal que proteja la competitividad de las
empresas santafesinas, requisito fundamental para que la industria siga generando riqueza, puestos
de trabajo y movilidad social ascendente". Y en ese contexto remarcó que la industria "espera que
los legisladores provinciales escuchen nuestras inquietudes y reclamos".
Frente a eso, Binner fue categórico. A la hora de tomar la palabra
—después del discurso de Capisano— señaló que su gobierno se propone "construir un
nuevo modelo, alejado de las experiencias neoliberales" y dejó en claro que "el principal problema
de competitividad que tiene nuestra provincia es la exclusión social" (ver aparte).
Una factura para Cristina. Por otra parte Capisano reveló que el sector "observa
con preocupación como el tipo de cambio real no se corresponde con la competitividad, la cual esta
debilitada por la evolución real de los costos". En ese sentido dijo que "la paridad retrocedió al
punto que el tipo de cambio peso dólar en base al índice oficial de precios es 1,71 y en base al
índice elaborado por consultoras privadas 1,35".
Asimismo subrayó que "la administración del comercio exterior exhibe la
aceleración importadora" y, en ese línea, remarcó que "el déficit comercial con Brasil no deja de
crecer y acumula en los primeros siete meses del año 3.175 millones de dólares básicamente en
manufacturas, lo que significa un 32 por ciento más en comparación con el mismo período de 2007".
También mencionó el caso de China cuyas importaciones, en ese lapso, "totalizaron 4.093 millones de
dólares, impulsadas por las de origen industrial".
No obstante, destacó que el anuncio de la presidenta Cristina Fernández sobre
las medidas antidumping son "una buena señal para la producción".
El financiamiento. Capisano planteó la necesidad de financiamiento tras sostener
que "las tasas se elevaron y hoy resulta difícil acceder al crédito". "Esperamos que el Bice y el
Banco Nación puedan agilizar su operatoria y tener el respaldo financiero necesario del Estado para
que logremos las soluciones de mediano y largo plazo para los proyectos de inversión".
El titular de Fisfe se sumó al coro de críticas contra las estadísticas
oficiales y reclamó "dar transparencia" al Indec.