El ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró ayer que el país tiene “un sistema de subsidios energéticos que es pro-ricos”, y planteó la necesidad de focalizar los recursos donde más hacen falta“, al participar junto al presidente Alberto Fernández en una reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre.
“En un país con 57% de pobreza infantil, estamos gastando en subsidiar el consumo de luz y de gas en una parte de nuestra población que hoy no es prioritario que reciba esos subsidios, barrios en donde vive gente de altos ingresos, cuando esos recursos tienen que ser utilizados para aquellos que más necesitan”, subrayó el ministro.
Guzmán hizo referencia al volumen de subsidios energéticos en momentos en que el gobierno nacional define los incrementos tarifarios de los servicios de electricidad y gas natural por debajo de los dos dígitos, para evitar el impacto en el presupuesto de las familias y en la recuperación de su poder adquisitivo. El tema motivó una pelea abierta del ministro con distintos sectores del Frente de Todos.
El presupuesto 2021 tiene proyectado para el corriente año en materia de subsidios a la energía y al transporte partidas por un total de $ 805.855 millones, que equivale a 2,2% del Producto Interno Bruto (PIB). De ese total, el 77,4% deberá ser destinados a subvencionar al sector de gas y electricidad,
De acuerdo con la precisión del Ministerio de Economía, desde 2017 las subvenciones a la energía crecieron 0,5% del PBI y en 2021 se ubicarán en 1,7%, es decir que pretende mantener el mismo ratio respecto a 2020.
En el encuentro, Guzmán planteó que es necesario “ser autocríticos” respecto en el tema de los subsidios energéticos “en los cuales se gasta una parte importante del presupuesto” y que reconoció se presenta en estos días como “un debate público importante” .
Guzmán también consideró que “ seguimos el liderazgo del presidente que marca una línea, sana para la Argentina, para tranquilizar a nuestra sociedad y a la economía argentina”. Según el ministro, “ los consensos y los acuerdos son el lugar sobre el cual construir de forma colectiva, pero entendiendo que hay veces que el conflicto es inevitable y que lo que importa es cómo se administra, se maneja ese conflicto, manejándolo con respecto, responsabilidad”.
“Cuando no se actúa de forma consistente es cuando los problemas se vuelven más profundos y se agravan”, aclaró, y puso como ejemplo “lo que pasó a partir de abril del 2018, cuando el esquema de políticas macroeconómicas de Juntos por el Cambio reveló ser de una brutal inconsistencia”.