El ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció ayer una suba de impuestos, bonos para los jubilados, un impuesto del 30 por ciento para la compra de divisas y el congelamiento de las tarifas de servicios públicos por seis meses, como ejes del proyecto de ley de solidaridad social que ayer envió al Congreso para conseguir el equilibrio fiscal y bajar la inflación y con el objetivo inmediato de que "la economía deje de caer", dijo.
Este paquete de medidas "es un paso para resolver la crisis económica y social que generó un crecimiento de la pobreza y la indigencia, con el objetivo de proteger a los sectores más vulnerables y el restablecimiento de las condiciones macroeconómicas con equilibrio fiscal", señaló Guzmán.
El nuevo esquema propone "medidas para evitar el deterioro de la macro porque no podemos permitir un crecimiento del déficit y emitir sería desestabilizante", dijo.
El ministro recordó que la reforma implementada en 2017 "fue pensada para una economía que iba a crecer, pero la economía pasó de un estancamiento a una caída libre". En este marco, Guzmán indicó: "No podemos permitir que el déficit crezca porque no tenemos cómo financiarlo; si recurriésemos a emisión monetaria para financiarlo, sería desestabilizante. Nosotros no somos imprudentes, sino que venimos a traer responsabilidad y a tranquilizar a la economía argentina", agregó.
En otro tramo de la conferencia de prensa en la que detalló los lineamientos del proyecto, Guzmán afirmó que "volveremos a las alícuotas de 2015 en el impuesto a los bienes personales y además tomaremos medidas para fomentar la repatriación de capitales". En ese punto precisó que "se va a agravar la tenencia de activos financieros de argentinos en el exterior, pero va a haber un sistema para alentar a que los capitales vuelvan, porque necesitamos recuperar el ahorro en nuestra moneda y por ello estamos eliminando el impuesto cedular que grava al ahorro en activos en pesos", dijo.
Además, "necesitamos desalentar el ahorro en una divisa que nosotros no producimos, que son los dólares", destacó.
Desde el lado de los ingresos fiscales, el impuesto del 30 por ciento que gravará la compra de divisas se destinará "para financiar la seguridad social en un 70 por ciento y el restante 30 por ciento para obras de infraestructura", detalló y precisó que "necesitamos que contribuyan todos los sectores" para lograr el equilibrio fiscal.
En ese marco "reconocemos la importancia estratégica del sector agropecuario, por lo tanto, planteamos iniciar un diálogo para modificar el esquema de retenciones", señaló Guzmán para precisar la intención de una suba del tributo.
En referencia al esquema tarifario, señaló que "lo que se hizo (durante el gobierno de Mauricio Macri) generó un enorme deterioro y se agravó la situación de la gente y de las empresas".
El ministro recordó que el modelo anterior fracasó porque se endeudó mucho en moneda extranjera pero no utilizó esos dólares para generar capacidad productiva para poder hacer frente a los pagos de la deuda externa. "Esta realidad es reconocida por el FMI, los acreedores y por todo el país", dijo Guzmán
El ministro varias veces hizo hincapié en la necesidad de trabajar en un plan equilibrado con consistencia fiscal, aunque se excusó de proyectar a futuro. "Los números los van a tener por escrito y en forma institucional. Buscamos consistencia en lo fiscal, objetivo que será esencial para reducir la inflación y mejorar el perfil de la deuda", concluyó.
El PBI cayó 1,7%
El Producto Bruto Interno (PBI) cayó 1,7% en el tercer trimestre del año comparado con igual lapso de 2018, por bajas en industria, construcción y comercio, informó ayer el Indec. Además, el PBI desestacionalizado del período estuvo 0,4% por debajo del segundo trimestre y acumuló una merma del 2,5% en los primeros nueve meses del año. El sector agropecuario creció 12,2% respecto del mismo período del año anterior cuando hubo una fuerte sequía.