El secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT) y titular de
la Federación de Trabajadores Camioneros, Hugo Moyano, ratificó ayer el reclamo de aumento salarial
del 31 por ciento que presentó a la cámara que agrupa a los empresarios del sector.
El líder cegetista aseguró que no hay "desborde" en los pedidos de mejoras de
sueldos ya que los dirigentes gremiales demostraron responsabilidad en las paritarias.
En declaraciones radiales, el titular de la central obrera sostuvo que el
porcentaje del 31 por ciento pedido al sector patronal fue el resultado de "los estudios
realizados" por áreas específicas del sindicato y es "el resultado de una reunión plenaria".
Confirmó, además, que se busca llegar a ese porcentaje "en forma escalonada". La propuesta es que
se pague un 16 por ciento a partir del primero de julio y un 15 por ciento a partir del primero de
octubre.
El miércoles, la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros pidió
formalmente la apertura de paritarias salariales y reclamó al sector empresarial un incremento que
"no puede ser inferior al 31 por ciento".
El nuevo piso del reclamo salarial causó cierta sorpresa ya que a fines de la
semana, Pablo Moyano, hijo del máximo referente cegetista y secretario adjunto del gremio de
Camioneros, había señalado que la demanda se ubicaría en el orden del 20 por ciento, en línea con
el acuerdo del 21 por ciento cerrado entre el gobierno nacional y la Unión de Personal Civil
Nacional (UPCN).
Con sus declaraciones, Moyano hijo cerró un operativo de contención de las
paritarias que había iniciado la Unión Industrial Argentina (UIA) al denunciar una "psicosis"
distributiva y que había continuado el gobierno al sellar la paritaria pública con un acuerdo
inferior al que acordaron las provincias.
El salto mortal camionero del 20 por ciento al 31 por ciento dio lugar a
distintas especulaciones. La menos probable, una presión de las bases. Con mayor grado de
probabilidad, una señal para que el gobierno nacional apure la elevación del piso del impuesto a
las ganancias (clave para mejorar la escala salarial de los camioneros) o un cortocircuito
político.
No dejó de llamar la atención que la escalada camionera coincidiera con la
sanción de un proyecto legislativo del diputado oficialista Héctor Recalde pero con los votos de la
oposición, ya que el ministro de Trabajo había ordenado al bloque del Frente para la Victoria no
votarla.
Se trata de la derogación del artículo de la ley de empleo.
Si Moyano padre perforó el techo planteado por su propio hijo, otro gremio del
sector público salió a perforar el techo que fijaron el gobierno y UPCN, del 20 por ciento. Se
trata del Sindicato de Trabajadores Viales, que consideró aquel acuerdo "insatisfactorio". La
recomposición salarial que reclama este gremio es de 35 por ciento.
Lácteos: elección en paz
Sin incidentes, los trabajadores del centro rosarino de distribución de la
cooperativa Sancor eligieron ayer a sus representantes gremiales. Los comicios fueron custodiados
por más de un centenar de policías que participaron de un operativo dispuesto por el gobierno
provincial para prevenir hechos de violencia como ocurrieron en noviembre y diciembre de 2008.
Las alternativas de la actividad gremial en la industria láctea se convirtieron
en un tema de seguridad desde que las diferencias entre la antigua seccional local de la Asociación
de la Industria Láctea de la República Argentina (Atilra) y la conducción nacional de ese gremio
terminaran con un violento choque a fines del año 2008, cuando un intento de tomar el sindicato
rosarino provocó un muerto.
Tras esos episodios, la seccional local fue desguazada y sus dirigentes
expulsados del gremio. Pero siguieron siendo representantes de los trabajadores de Sancor hasta que
se les venció el mandato y, en mayo pasado, fueron despedidos por la empresa. Mientras ese
conflicto está en conciliación obligatoria, y ante la negativa del gremio a elegir nuevos
delegados, los gremialistas locales, nucleados en la agrupación 7 de febrero, se afiliaron a la
Central de Trabajadores Argentinos (CTA), que convocó a las elecciones que se realizaron ayer.
En los días previos, comenzó a circular la información acerca de que desde
Atilra nacional (nucleada en la CGT) se estaba reclutando gente en distintos puntos del país para
hacer una nueva incursión por Rosario e impedir la elección. Esta vez, el Ministerio de Seguridad
tomó en serio la amenaza y dispuso un fuerte operativo de seguridad, que incluyó controles en los
accesos a Rosario, la custodia de la sede gremial de San Luis e Iriondo y la de Cotar. Además, hubo
un operativo de disuasión a través de contactos con directivos de Sancor.
Finalmente, se realizó la elección de cinco representantes gremiales, de la que
participó el 100 por ciento de los afiliados del depósito de Sancor a la CTA. Esto es medio
centenar de obreros.