La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, estimó ayer que una recesión global no está entre los análisis de coyuntura inmediatos, pero “eso no significa que esté fuera de discusión”. Lo dijo en medio de la incertidumbre por la continuidad de la guerra entre Rusia y Ucrania al disertar en la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos.
Georgieva recordó que el FMI pronosticó en el último Informe de Crecimiento Económico Mundial un evolución de la economía del 3,6% para 2022, lo cual significa que resta “un largo camino hacia la recesión mundial”, estimó.
La titular del Fondo compartió un panel con la directora ejecutiva del Citi, Jane Fraser, y con el titular del Banco Central de Francia, François Villeroy de Galhau, consideró que “va a ser un año difícil” y alertó que “uno de los mayores problemas es la suba de los precios de los alimentos”, en parte impulsado por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Un moderador abrió una discusión sobre la economía global preguntando a la audiencia si pensaban que había una posibilidad de recesión, ante lo cual la mayoría de las 100 personas presentes levantó la mano. Georgieva dijo que la perspectiva global era “un poco como el clima aquí en Davos: el horizonte se ha oscurecido”, afirmó.
Asimismo, la titular del Fondo enumeró una serie de desafíos, incluido el aumento de las tasas de interés, la inflación, el fortalecimiento del dólar, la desaceleración en China, la crisis climática y un “punto difícil” reciente para las criptomonedas, concluyó.
En tanto hoy se divulgó una encuesta efectuada a los economistas jefe de las empresas que integran el Foro Económico Mundial quienes consideraron que las expectativas de inflación son más altas para los Estados Unidos, seguida de Europa y América latina, con 96%, 92% y 86%, respectivamente, de respuestas afirmativas entre los encuestados.
En el otro extremo del espectro, 25% de los encuestados espera una baja inflación en China, 17% en Asia oriental y el Pacífico en general, entre otros asuntos.
Argentina como ejemplo
La organización internacional Oxfam, que lucha contra el hambre en el mundo, solicitó ayer e la implementación de impuestos de emergencia y permanentes a los ricos para financiar el apoyo a las personas que se enfrentan al aumento los costos de la energía y los alimentos, y puso como ejemplo las recientes iniciativas de la Argentina, en el marco de la cumbre de Davos.
“Argentina adoptó el año pasado un impuesto a la riqueza único para los más ricos como parte de su campaña Covid 19 Plan de Recuperación, y ahora está considerando introducir un impuesto extraordinario sobre las ganancias de energía, así como una contribución única del 20% sobre activos extraterritoriales no declarados para financiar directamente préstamos del FMI”, destacó el informe.
El reporte “Beneficiándose del Dolor” plantea la necesidad “urgente” de agregar tres tipos de impuestos a los ricos, con iniciativas similares a las de la Argentina, reveló también que por cada nuevo multimillonario creado durante la pandemia, uno cada 30 horas, casi un millón de personas podrían verse empujadas a la pobreza extrema en 2022, casi al mismo ritmo.
Esta organización internacional también pidió un impuesto permanente sobre los que más tienen.