El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, señaló ayer que “es
improbable que la economía estadounidense vuelva a caer en recesión, pero para eso es necesario
dejar expirar los recortes de impuestos a los más ricos para destacar el compromiso del país en
reducir el déficit”.
En forma pública el influyente funcionario estadounidense dijo que sólo
entre el 2 y el 3 por ciento de los estadounidenses —cuyos ingresos superan los 250.000
dólares al año— se verán afectados cuando expiren los recortes de impuestos a fin de año,
aprobados por el gobierno anterior.
Los republicanos quieren extender las reducciones de impuestos y los
demócratas están divididos, pero Geithner dijo que las reducciones a quienes tienen mayores
ingresos deberían terminar.
“Pensamos que es algo responsable porque necesitamos asegurarnos
de poder mostrarle al mundo que estamos dispuestos como país a hacer progresos para reducir nuestro
déficit a largo plazo”, declaró.
Geithner desestimó los temores de que una recuperación lenta pueda
llevar a una nueva recesión y dijo que no esperaba una recaída, pese a que la recuperación desde la
profunda recesión que siguió a la crisis financiera del 2008-2009 “será prolongada”.
“Creo que lo más probable es que veamos una economía que se fortalece gradualmente en
el próximo año o el posterior, veremos que el empleo comenzará a mejorar, que las inversiones se
expandirán, pero creo que tenemos un largo camino por delante”, aseveró el funcionario.
El gobierno del presidente Barack Obama dijo que quiere mantener los
recortes de impuestos en vigor para los estadounidenses que ganan menos de 250.000 dólares. Algunos
críticos republicanos afirman que dejar expirar algunos de los cortes tributarios podría dañar la
incipiente recuperación.
Geithner está en desacuerdo y destacó que era más importante lograr
reducciones de impuestos para los estadounidenses que ganan menos y las pequeñas empresas.
“No creo que tenga un efecto negativo en el crecimiento dejar
expirar esos recortes de impuestos que sólo abarcan al 2 ó 3 por ciento de los estadounidenses, los
que más ganan en el país”, sostuvo.